Capitulo 26

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~Flor amada que aún dormia~

Lengua traviesa que degustaba cálidos pétalos de una dormida flor...

Flor durmiente estremeciendose y sollozando jadeos...

Néctar que la iba humedeciendo...

Dedos intrusos en su centro;entrando...y saliendo...

Su néctar dulce escurriendo...

Lengua perversa por todas partes; sin parar acariciando, lamiendo...a la pureza de la flor, encantada corrompiendo...

Hinchado y adolorido, el botón de flor humedecido...tan vulnerable y tan sensitivo...

Labios sedientos y necesitados succionando...por mas de sus ricos fluidos suplicando...

Flor conmovida de atenciones explotando y sus jugos de amor por completo derramando...

Boca de hombre-hada gruñendo y jadeando... hasta la última gota de ellos libando...

El festín exquisito de la gloría saboreando...

Y su sed infernal al fin saciando...

Los suaves maullidos se volvieron jadeos y crecieron hasta convertirse en un ahogado gritó; el cuerpo de la desmayada reina consorte se arqueó en un húmedo orgasmo presionandose y frotándose involuntariamente contra la boca desesperada de su rey q...

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Los suaves maullidos se volvieron jadeos y crecieron hasta convertirse en un ahogado gritó; el cuerpo de la desmayada reina consorte se arqueó en un húmedo orgasmo presionandose y frotándose involuntariamente contra la boca desesperada de su rey quien lo bebió entero como agua de vida en el más absoluto éxtasis.

Ella abrió los ojos aturdida y débil...con la piel aún estremecida por cálidos torrentes de placer y por fin pudo presenciar por primera vez el espectáculo erótico atravez de la oscuridad de la alcoba real.

Era obsceno y lascivo

Perverso y magnífico...

Sus piernas abiertas hasta el límite por la parte interna de sus muslos y Jareth enmedio de ellas, devorandola totalmente entregado a su frenesí.
Su lengua se arrastró de arriba a abajo de forma enloquecedoramente lenta sobre su sensible carne y barrío por encima de su palpitante clítoris, deteniéndose justo ahí ejerciendo presión sobre el, como amenazando con electrificarla con aún más placer del que ya le corría por la piel.

Su rostro de afiladas facciones y su cabello salvaje asemejaban la ferocidad magnífica de un león bebiendo agua pacíficamente en la riviera de un río.

La miró como lo haría uno mientras continuaba lamiendola ahí...una y otra vez sin detenerse pero tampoco apartarle la mirada.

Tembló en sus manos, prisionera.

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⏰ Última actualización: Aug 16 ⏰

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El dice que mi nombre es anheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora