Capitulo 8

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            ~Heredero~

Advertencia 🚩🚩🚩: capitulo fuerte, descripción detallada de violación a manera de castigo.
Se recomienda discreción.

Seis meses después...

-Cariño, ¿no te parece que estás dramatizando un...poquito?
Es algo que tarde o temprano iba a suceder, la naturaleza seguirá su curso.

Ella le fulminó con una mirada de profundo rencor desde la silla que ocupaba frente a su escritorio.

El la miraba divertido desde detrás apoyado con sus codos sobre la madera.

No podía ser cierto, no ahora, ¿Acaso no podía ver qué aún no estaba lista para eso? ¡maldición!

¡Aún era demasiado pronto!

Gritaba interiormente ella con angustia.

Ella no podía pensar debido al gran pánico e indignación que se habían apoderado de ella y las palabras salían cuáles torrentes de su boca sin notar que el semblante de su Sire pasaba poco a poco, segundo a segundo de la diversión cínica a una molestia que si no llevaba cuidado de cerrar la boca se transformaría en una rabia helada.

Todo había sido demasiado bello y perfecto como para ser verdad...desde aquella promesa dulce en el salón de baile el día que se casaron, el había sido el marido que toda mujer habría querido tener.
Era meticuloso en sus detalles, dulce, romántico, entregado por completo a amarla y satisfacerla, tanto que...podía olvidarse de el escabroso comportamiento posesivo con el que la trataba siempre, de el control total y absoluto que el ejercía incluso sobre sus sueños...llenandolos siempre de algodón de azúcar, carruseles y diversión, como si fuera una infante. Nisiquiera las pesadillas podían tocarla, el la protegía incluso de eso.

Ella había podido pasar por alto el hecho de que no le permitiera tener amigos, ni hablar con nadie más que no fuera su dama de compañía, el hecho de no tener ni la más mínima independencia de el, de jamás poder salir sola ni pasear sin compañia...pues el amor y la devoción que le ofrecía parecían tan puros, tan genuinos y tan reales que ella no tenía corazón de reclamarle ni exigirle nada, puesto que ya se lo daba todo...y el costo era...¿Su libertad?
El costo de su amor a veces parecía tan mínimo y otras tan grande y tan impagable.

Su libertad, el era el dueño de su misma alma, de su ser entero.

Y ahora esto...

Se seco los ojos con el dorso de las manos y otra vez lo miro a la cara, envalentonada por el coraje que aún le bullia en las venas.

-¿Y si me niego?

Pregunto con la barbilla levantada y los ojos brillando con desafío.

Esos ojos eran el más exquisito de los venenos para Jareth y ella nisiquiera lo sospechaba...
Sus ojos crueles y desafiantes llenos de desprecio y altivez.

Cómo le dolían y encantaban...

-Oh cariño, no es algo a lo que te puedas negar...
Es algo que tu deber de consorte te obliga a cumplir...

El terror le helo la sangre.

No, no estaba lista para ser madre, Dioses apenas estaba acostumbrándose al hecho de ser una esposa que debía complacer a su marido cada vez que el quisiera y como el lo quisiera...a obedecerlo sin cuestionar como si ella no tuviera la capacidad de pensar por si misma...a no poder tomar ninguna decisión sobre su propia vida...y ahora esto.

El dice que mi nombre es anheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora