Capitulo 15

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~Cazeria~

Advertencia 🚩🚩🚩:
Este capítulo contiene una ecena sexual con la prota embarazada y el antagonista masculino en leve estado de ebriedad mágica 🥴 si te incómoda pasa de largo está por el final, se recomienda discreción.

Su primer embarazo, aún con todo lo que implica ser primerizo en algo, había sido pura miel sobre hojuelas comparado con este.
Por lo menos en el primero solo estaba sobre ella la sombra de la incertidumbre, el doloroso vacío de su mente y las conjeturas sin fundamento que ella misma fabricaba en su cabeza sobre su posible pasado, pero en este, había una oscuridad putrefacta rodeandola.
Había algo malo, tangible, ocultó a la vista a su alrededor, podía sentirlo.
Desde el día en el que se encontró con el enano lo supo con terrible certeza.
Le ocultaban algo.
Todos le ocultaban algo.
Freya, los sirvientes, Jareth.
Sobre todo Jareth, quien cada vez se volvía más extrañamente hostil y hosco, siempre ansioso, nervioso y al borde de un ataque de irá a la más mínima y absurda de las provocaciones, con la mente todo el tiempo totalmente concentrada en encontrar a Hoggle, como si de ello dependiera la seguridad de su reino. Estaba dándole caza igual que a un cervantillo.

Obsesionado.

Día y noche con las tropas y el mismo en esa forma de lechuza que solía tomar.

Si, Él podía convertirse en un maldito pájaro.

Lo había visto hacerlo delante de sus narices un día en el que un soldado había llegado corriendo hasta donde se encontraban paseando en un jardín tomados de la mano, en un silencio extraño, un silencio lleno de temor por su parte y posesión por la otra.

Todo por qué le había rogado ir a la ciudad con Freya a un estúpido teatro callejero mientras el atendía los asuntos que tuviese que atender.
Deberes reales, o lo que fuera que su nuevo "hobbie" le exigiera hacer y el le había no solo soltado un "¡No!" rotundo e infranqueable, si no que no la había apartado de su vista ni un minuto después de el desayuno como temiendo que se le fuese a escapar.

Como si su miedo hacia el y su explociones se lo permitieran, como si su vientre de siete meses le diera la oportunidad de correr a alguna parte sin el temor de caerse y lastimar a su bebé...

El guardia que les encontro le dijo a Jareth que si bien no habían encontrado al enano, si al monstruo peludo llamador de rocas que formaba parte de el trío de traidores.

Estaba junto a el río bebiendo agua y sorprendentemente el candido ser había comenzado a atacarlos en cuanto se vio rodeado.

Se estaba defendiendo.

Aquello puso a Jareth inmediatamente en marcha, soltandola y esbozando una siniestra sonrisa como si con el hallazgo del monstruo una parte de el sintiera su triunfo más cercano.

El monstruo era amigo de Hoggle.

Si lo capturaban era como tener una especie de rehén.

O al menos eso fue lo su cerebro torturado pudo discernir en aquella situación.

-No podemos someterlo señor.

-Yo lo haré, como siempre digo si quieres algo bien hecho hazlo tu mismo. Solo encarguense de que no se escape.

-Jareth no vayas.

Pidió Anhelo con el miedo haciendo que su voz temblará.

-No tardaré demasiado amor, será pan comido.

-¿Por qué tienes que hacer esto? Solo dejalo ir y ya, esa pobre criatura no a atentado contra nadie

-Contra mi si, amor.No se conformo con el destierro, tuvo que volver, el y sus estúpidos amigos están planeando algo grande y no puedo dejar que lo lleven a cabo.
Sobre mi cadáver.

El dice que mi nombre es anheloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora