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· ✵╰⊱ Narra Sukuna ⊱╮
El polvo de ensoñación se adentró en el cuerpo de Jena, haciéndola perder el conocimiento, inmediatamente puse mi brazo alrededor de su cintura para cargarla.
—Su majestad, ¿qué haremos con ellos?— Jin Lee señaló a los dos prisioneros que compartían cargos con Jena.
—Déjalos ir, no son más que peones insignificantes en este juego— le ordené, mientras caminaba por la mazmorra, evaluando las runas pintadas en los barrotes.
Definitivamente hubo un hechicero antes de nuestra llegada y él fue quien nos guio hasta la ubicación de Jena.
¿Por qué...?
—Cuánto tiempo, Tituba— murmuró Kyteler. Parecía conocerlo de alguna parte.
Luego derramó su propia sangre sobre los huesos y se comió la carne cruda del plato, era una especie de rito.
—Kyteler, prepara un conjuro de rastreo para encontrar a Tituba... — ordené impaciente. No permitiría que un hechicero yoruba escapara, lo quería en mis manos.
Esa madrugada cubrimos la capital con sangre, torturamos y liquidamos a todos los soldados enemigos, pero disfruté mucho más descuartizando a los ancianos que acusaron a Jena de brujería.
Tanto guardias como hechiceros intentaron detenerme, rescatar a la suma sacerdotisa y exorcizarme, pero fue en vano. Me aseguré de no dejar un solo superviviente.
Mi sonrisa se amplió al contemplar la destrucción que había causado. La sangre de mis enemigos y el caos que dejé a mi paso eran testamentos de mi poder inquebrantable.
El mundo se inclinaría ante mí y temblaría bajo el peso de mi poder. Soy el caos y la destrucción encarnados y nadie podrá detenerme.
Una vez regresé a mis dominios, le ordené al Comandante Biffant y a sus Legiones atacar el Palacio de Kyivan Rus y asesinar a toda la realeza. Sin un rey y con descendientes ilegítimos la guerra interna era inevitable.
Con la sacerdotisa aún en mis brazos, caminé por los jardines y pasillos del Palacio, presumiendo ante mis súbditos mi inminente victoria. Simbólicamente, Jena Ghazali representa todo lo puro del cielo y todo lo sagrado de la humanidad, por todas estas razones era considerada una santa.
¿Una santa descansando en el regazo de una maldición?
Era impensable.
Pero Santa o Pecadora, Jena sería mía por siempre.
Los nobles y las maldiciones de distintos rangos me veían con admiración y respeto, en cambio, algunos sirvientes humanos que vieron todo, bajaron la cabeza y se sintieron humillados.
Esta era una advertencia para que todo aquel que considerara desafiarme conociera las consecuencias.
—El mundo entero se inclinará ante mi poder y presencia. Ningún hombre, ninguna maldición, ningún dios puede detenerme— proclamé con orgullo dirigiéndome hacia el trono de la oscuridad.
Ver a la druidesa en ese estado de vulnerabilidad era una imagen desesperanzadora para los de su especie que tanto anhelaban ser libres.
Deposité a Jena sobre la cama con sutileza, tratando de no despertarla; acaricié su rostro con tanta suavidad como si mis manos fueran capaces de herirla y veía a detalle cada curva de su pequeño cuerpo. Era perfecta. Como si hubiese sido diseñada exclusivamente para mí, por instinto, una de mis manos descendió para tocarla,
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༻𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒕𝒐𝒔༺
FanfictionContraparte de ⛓️𝕯𝖆𝖊𝖒𝖔𝖓 || 𝕰𝖑 𝖔𝖗𝖎𝖌𝖊𝖓 𝖉𝖊𝖑 𝖒𝖆𝖑⛓️ Y 𝑹𝑬𝑬𝑵𝑪𝑨𝑹𝑵𝑨𝑫𝑶𝑺⛓️ 🥇 JJS 10/08/2023 🥈Ryomen Sukuna 24/09/2024 🥉Ryomen Sukuna 12/08/2023 ⚠️ADVERTENCIA CONTENIDO EXPLÍCITO RECOMENDADO PARA MAYORES DE 18 AÑOS⚠️ Habrá le...