Capítulo 15.- ¡Te Quiero Takane!

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*Narra Haruka*

— Takane... — dije algo nervioso.
— ¿Que sucede Haruka? — me miró y sentí que mis mejillas se sonrojaron.
— N-No es nada — sonreí.
— Bueno, iré a cambiarme — se levantó de la cama y se fue al baño.

Esta no era la primera vez que Takane se quedaba en mi casa, pero esta sería diferente a las demás, yo estaba seguro de mis sentimientos, debía decirle que la quiero, y se que ella siente lo mismo.

Espere a que ella vuelva, no tardo mucho.

— ¿Ya vas a dormir o estaremos despiertos un rato más? — dijo con una pequeña sonrisa.
— Mmm.. Estaremos despiertos un rato más — le conteste. — , hay algo que quiero mostrarte — me levante y fui por mi mochila a buscar mi libreta de dibujos.

Ella se sentó en la cama y yo junto a ella.
Busque en mi libreta hasta que lo encontré.

— ¿Recuerdas que dijiste que me enseñarías a jugar?
— Si, lo recuerdo ¿Porque? — me miró confundida.

Levante mi libreta y le mostré el dibujo.

— Se me ocurrió que este podría ser yo en los videojuegos.

Takane tomo la libreta y vio el dibujo por un rato.

— ¿Como se llamaría? — preguntó aún viendo el dibujo.
— No lo sé — reí. — ¿Porque tu eres Ene?
— Ah, es una combinación de mi apellido y nombre ENomoto TakanE
— Entonces.. Yo podría ser.. — me quede pensando un momento. — ¿Konoha?
— Suena bien — me sonrió. — ¿Porque Konoha?
— KoKONOse HAruka — respondí.
— Entonces serás Konoha en el mundo virtual — paso su mano por el dibujo. — Es extraño..
— ¿Que cosa? — miré el dibujo confundido.
— Es que.. Siento que he visto antes a este personaje — bostezó.

Tome mi libreta y la puse sobre la mesita que se encontraba junto a mi cama.

Ella cerro sus ojos y se durmió en un instante sobre mi hombro.

— Creo que hoy fue un día cansado.. — sonreí.

La acosté en la cama y le di un beso en la frente.

Me acosté junto a ella y apague la luz.

— Buenas noches, Ene~

(.....)

*Narra Takane*

Abrí los ojos y noté que aún estaba amaneciendo, era extraño, estaba en la habitación de Haruka, ¡Me había quedado dormida ahí!

Quise levantarme, pero algo me lo impedía, o mejor dicho alguien.
Haruka me estaba abrazando, como si fuera un peluche. Como pude me solté de él sin despertarlo y lo miré.

— Eres tan lindo cuando duermes — pensé en voz alta.

En ese momento un gruñido se escucho, que venía del estómago de Haruka.

Fui a la cocina y decidí preparar el desayuno, unos ricos Hot-Cakes.

Estaba terminando de servirlos y escuche pasos que venían de la habitación. Un rato después Haruka apareció en la cocina.

— Me pareció oler comida.. — dijo mientras se frotaba los ojos.
— Tu nariz nunca te falla, ven a desayunar — señalé la mesa, donde ya estaba todo listo.

Él se sentó y comenzó a comer.

— Tu comida es deliciosa — dijo después de dar el primer bocado.
— Gracias, pero no es la gran cosa — respondí apenada.
— Takane eres muy buena cocinando — bajo la mirada hacia su plato y susurró. — , me gustaría comer lo que preparas todos los días.

Mis mejillas ardieron al escuchar eso y no supe que decir. El resto del desayuno estuvo en silencio.

(....)

Ya era más de mediodía, debía regresar a casa, pero no podía hacerlo hasta que Haruka se estuviera bien.

— Haruka, ¿Ya te sientes mejor? — le pregunté mientras guardaba mis cosas.
— Si, ya estoy mucho mejor — me respondió.
— Entonces ya no tengo por que estar aquí — al decir eso, sentí que solo fue por obligación.

Me había expresado mal, espere una respuesta de Haruka pero no decía nada, cuando estaba a punto de decir algo, escuche un susurro.

— Takane, yo...

Me giré para mirarlo, él se encontraba sentado en la cama, con la mirada hacia el suelo.

Comencé a caminar despacio hacia él.

*Narra Haruka*

¿Acaso solo soy una carga para Takane? No quería que se sintiera obligada a estar conmigo. Pero creo que eso había logrado.

Noté que ellas se acercaba a mi, y las lágrimas estaban a punto de salir. Me levante de la cama y la miré, ella también tenía los ojos llorosos.

— ¡Te quiero Takane! — le dije y me acerque a ella para abrazarla. — Te quiero muchísimo, tu eres la razón de que sonría todos los días, eres lo único que me importa
— la abracé aún más fuerte, sentí como las lágrimas recorrían mis mejillas, y esperaba que ella me correspondiera.
— Ha-Haruka.. — susurró, y correspondió mi abrazo.

Me separe un poco para poder ver su rostro. Estaba llorando igual que yo, pero tenía una sonrisa, esa linda sonrisa que ella suele tener cuando duerme.

— Haruka, también te quiero — fue lo que esperaba oír.

Después de eso comenzamos a reír, amaba escuchar esa risa...

Teoría de la Felicidad// EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora