Capítulo 22.- La madre de Ayano

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*Narra Shintaro*

El día de hoy, en el colegio, no fue tan especial, seguimos la rutina de siempre.

Pero no dejaba de pensar en lo que la serpiente me dijo en la mañana.

— Hora de irnos — dijo Ayano.
— ¿El timbre ya sonó? — pregunté, y me di cuenta que no quedaba nadie en el salón.
— Si, hace un rato — respondió.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta. Caminamos hasta la salida, en silencio.

— Shintaro... — susurró ella.
— ¿Que pasa? — me detuve y la miré.
— Eso quería preguntarte, hoy estuviste distante — su mirada se veía algo triste. — Sabes que puedes hablar conmigo, ¿Verdad?
Di un gran suspiro y la abracé — Perdón, no quería preocuparte.

Ella correspondió mi abrazo y escondió su rostro en mi pecho.

"Debes decirle, el tiempo se acaba" me dijo la serpiente.

— Ayano.. — me separe un poco de ella, para ver su rostro. — Tu, ¿Sabes algo sobre los niños de ojos rojos?
Su rostro cambio, ahora estaba muy sorprendida. — ¿C-Cómo sabes sobre eso?
— Es una historia larga — hice una mueca. — Pero, no me has respondido.
— S-Si se de eso.. — me tomo una mano y comenzó a caminar — Debemos hablar en mi casa.

(.......)

Estaba sentado en la sala de estar, en casa de Ayano. Ella había ido por unas bebidas.

— Aquí esta tu soda — asentó la lata en la mesita y luego se sentó junto a mi.
— Gracias — no sabía que decir y solo miraba la lata.
— ¿Cómo supiste de los poderes? — preguntó.
— No sé nada sobre ellos, solo se de los ojos rojos — hice una pausa para beber un poco de soda y luego continúe. — Tuve un sueño y... Yo tengo ese "Grabar la Mirada", o al menos eso me dijo una serpiente — esperaba que no me creyera ni siquiera yo era capaz de creerlo.
— ¿Recuerdas cuando comenzaste a tenerlo? — me miró seria.
— Lo tengo desde siempre... — miré al suelo, comencé a sentir tristeza.
Ella se levantó y camino hacia una repisa.

— Mis hermanos y yo tenemos esos ojos rojos — su voz era baja, apenas podía escucharla. — , los obtuvimos después de que tuvimos unos accidentes.

Me levante y camine hacia ella, vi que miraba una foto y puse mi mano sobre su hombro, ella volteó y me sonrió.

— ¿Tu también tienes un poder? — pregunté con algo de curiosidad.
— Si, "Favorecer la mirada" me hace controlar las emociones — ella tomo la foto y señalo a su madre — , los tengo desde que tuve un accidente con ella.
— Ayano, mejor no hablemos de eso — no quería verla triste por mi culpa.

*Narra Ayano*

— No te preocupes, debes saberlo... — es momento de que Shintaro lo sepa.

*****Flashback******

— Ayano, ¿Estas feliz con tus hermanos? — preguntó mi madre, mientras conducía.
— Si, mami — respondí con una gran sonrisa.
— Ahora tu eres la hermana mayor, debes cuidarlos.
— Seré una buena hermana, quiero que todos seamos felices.

En ese momento algo golpeó el auto y comencé a llorar.

— ¡Mamá! — grité asustada, no podía moverme, estaba atorada entre los asientos.
— Tranquila, Ayano — fue lo último que escuche, luego todo se volvió negro.

Abrí los ojos y vi a mamá hablando con alguien.

— Mi pequeña — dijo y me mostró esa sonrisa que me tranquilizaba — Ahora tu tienes que cuidarlos — corrí hacia ella, pero todo se volvió negro de nuevo.

Desperté, estaba en una habitación de hospital.

Me dolía el cuerpo, en ese momento papá entró.

— ¿Donde esta mamá?
— Ella.. Ella te salvo, Ayano — los ojos de mi padre se llenaron de lágrimas y entonces entendí.

**************

— ... Poco después de ese accidente comencé a notar algo raro en mí, y mis hermanos se dieron cuenta de mis ojos.
— Pero, ¿Como sabes de ellos? — dijo Shintaro, le mostré el libro que tenía junto a la fotografía, él lo tomo y lo abrió. — Ayaka Tateyama.. ¿Es tu madre?
— Si — sonreí. — Ella era una investigadora reconocida.
— ¿Y cómo supo del tema?
— Cuando era pequeña, ella me contaba una historia antes de dormir, era su favorita. Cuando conoció a mis hermanos, se dio cuenta que eran diferentes, así que los adoptó. Quería ayudarlos y por eso comenzó a investigar todo sobre ese cuento, parece que es más real de lo que creía.
— Wow — parecía que estuviera procesando todo. — Ayano, en el sueño mencionaron el.. ¿Mekakushi-Dan?

En ese momento la puerta se abrió.

— Ya llegamos — dijeron mis tres hermanos y se quedaron parados en la entrada.
— Eh, ¿Que hace el aquí? — dijo Shuuya.
— Ya es muy tarde, deberías irte — dijo Tsubomi.

Shintaro saco su celular, y vimos la hora 8:30p.m

— Creo que ya me voy — dijo Shintaro.

Tomo su mochila y lo acompañe a la puerta.

— Te hablaré de eso mañana — le dije mientras nos abrazamos.
Me soltó. — Esta bien, hasta mañana — se dio la vuelta y se fue.

Entre a la casa y fui a la cocina, donde estaban mis hermanos.

— Hermana, tenemos buenas noticias — dijo Kousuke emocionado.
— ¿Cuales son? — pregunté y me senté junto a Tsubomi.
— ¡Tenemos 2 nuevos miembros! — gritó Shuuya. — Una Idol y su enano.
— Oh... — recordé que Shintaro también tiene un poder.
— Creí que te emocionaría saberlo — dijo triste, Kousuke.
— Si me emociona, pero.. — intentaba buscar una forma de decirlo.
— ¿Pero? — dijeron los tres.
— Es que.. Tendremos otro nuevo miembro — reí nerviosa.
— ¿De quien se trata? — preguntó Tsubomi.
— Shintaro — dije, esperando que no exageraran.
— ¡¿QUEEEEEEEEE?! — gritaron los tres.

Teoría de la Felicidad// EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora