Capítulo 18.- ¡Novios al fin!

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*Narra Takane*

¡Soy la novia de Haruka!, realmente nunca creí que pasaría, pero ese fin de semana fue inesperado, tal vez Kenziro sabía algo, pero ya no importa. Ah, no recuerdo la última vez que me sentía tan feliz.

— Buenos días, Takane — escuche su voz y desperté de mis pensamientos.

Lo vi ahí sonriéndome, pero era diferente de otras veces.

— Buenos días — respondí, también con una sonrisa. — ¿Ya estas bien?
— Si, sólo debo tener cuidado — me respondió y comenzamos a caminar para entrar a nuestro salón.
— ¡Haruka! ¡Takane! — escuche gritar de esa voz familiar.

Volteamos para mirar quién era y vimos a Ayano y Shintaro.

Ayano corrió hacia mi y me abrazo. — ¿Q-Que pasa, Ayano? — pregunté, esa reacción era algo rara.
— Quería felicitarte, felicitarlos a ustedes — dijo mientras me soltaba.
— Haruka me contó que ya son novios — dijo Shintaro.

Sentí que mis mejillas ardieron, Haruka no me dijo nada.

Lo miré y él solo sonreía.

— Espero que cuides bien a Takane — le dijo Ayano.
— Si, lo haré — me abrazo. — Takane es lo que más me importa en el mundo.

Me sonroje todavía más, no creo haber estado tan apenada antes.

El timbre de entrada sonó, de alguna forma me sentí salvada.

— Tenemos que irnos, Ayano — le dijo Shintaro a su novia y tomo su mano.
— Ah, si — le respondió y se despidió de nosotros. — Nos vemos en el receso.

Di un gran suspiro, de alivio.

— ¿A quién más le dijiste? — pregunté a Haruka.
— Solo a Shintaro, cuando me lo encontré en la entrada. ¿Porque? — me miró confundido.
— Por nada, sólo no me esperaba eso — escondí mi rostro en su pecho.

Él beso mi cabeza y sonreí.

— Muy bien parejita, es hora de entrar a clase.

Kenziro había arruinado el momento, pero era algo típico de él.

Haruka me soltó y seguimos a nuestro profesor hasta llegar al salón.

— ¿Como estuvo su fin de semana? — preguntó.

No respondí, puse mis brazos en mi escritorio y escondí mi rostro.

— Nos fue bien, sr. Tateyama, ¿Y a usted? — le dijo Haruka.
— Tsk...

Eso sonó interesante, levante mi rostro para ver a Kenziro con un aura de decepción.

— ¿Que sucedió en tu fin de semana, Kenziro? — se escucho algo de burla en mi voz.
— C-Conocí oficialmente al novio de mi hija — se dejo caer en su asiento.
— ¿A Shintaro? — preguntó Haruka.
— ¡¿Lo conocen?! — dijo asombrado.
— Nos conocimos el día que fuimos a tu casa, ¿No recuerdas? — apoye mi cabeza sobre mi mano.
— Oh, es cierto — de nuevo su aura oscura había regresado.
— ¿Que tiene de malo que sea su novio? Shintaro es un buen chico — le dijo Haruka.
— Se que él es bueno, tiene las mejores calificaciones de toda la escuela, es muy inteligente. No hay quejas de él, ... — antes de que siguiera lo interrumpí.
— ¿Cómo sabes tanto? — pregunté.
— Eh, pues.. — se rasco la barbilla — investigue en la escuela.
— Acosador~

Haruka rió.

— ¡No es acoso!, solo quiero proteger a mi pequeña.
— Ella estará bien — volví a esconder mi rostro.
— Shintaro la cuidará, él la ama — añadió Haruka.
— Ustedes no entienden.. — se levantó y se apoyo sobre su escritorio. — No quiero que ese chico toque a mi pequeña, los chicos a esta edad sólo le hacen caso a sus hormonas — bajo la cabeza.

Haruka se quedo pensando y yo me levante de nuevo.

— Shintaro no parece del tipo que demuestre su afecto — le dije — tu quédate tranquilo.
— Pff~ esta bien, pero con una condición — se dirigió a la puerta. — Ustedes cuidaran a Ayano, en el colegio — salio corriendo, antes de poder responderle.

Miré a Haruka y seguía pensativo.

— ¿Que tanto piensas? — le dije con curiosidad.
Él se levantó y fue directo a mi — Takane, ¿Te puedo besar?
De nuevo sentí mis mejillas arder — ¡¿Porque preguntas eso?!
— Es que.. Siempre he querido hacerlo, pero tengo miedo de que te molestes — dijo lo último en un susurro.
— Haruka.. — le acaricie su mejilla. — Pasará cuando tenga que pasar — le sonreí.

(.....)

*Narra Ayano*

El timbre del receso sonó, salimos del salón y nos encontramos con Haruka y Takane en las escaleras.

Comenzamos a subir.

— ¿Cómo han estado sus clases? — preguntó Takane.
— Bien, creo — reí.
— A Ayano le cuesta un poco entender las matemáticas — dijo Shintaro.
— Si quieres puedo ayudarte con eso — me dijo Haruka.
— Es una buena idea, Haruka es bueno en las matemáticas — dijo Takane, antes de abrir la puerta de la azotea.

Comimos, hablamos y reímos durante el receso.

Me alegra tanto que podamos ser amigos, por alguna razón.. Sentía que a ellos los conocía mucho antes...

Teoría de la Felicidad// EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora