Teoría de la Felicidad// Editando

Capítulo 24.- Cuento de una noche oculta(?) [Especial]

Jacq: *entra a la habitación* Buenos días o noches ._. La verdad estoy escribiendo esto hoy sábado 16/Mayo y son las 11:45p.m x'D

Kano: *entra y se sienta en el sofá* Lo haces porque no tienes megas para estar en WhatsApp 7-7

Jacq: También lo hago por que no tengo sueño 7-7 y como el pervertido ya dijo, no tengo Megas, así que publicaré esto cuando tenga wifi QnQ

Kano: ¿Podemos empezar ya? -.-

Jacq: Uy, ¿Porque estas de malas hoy? >:c

Kano: No te importa 7-7

Kido: *aparece detrás de los 2* ¿Que hacen?

Kano/Jacq: *se abrazan* Ay Dios D: ¡Un fantasma!

Kido: ... *los golpea*

*5 minutos después...

Jacq: Como ya nos recuperamos :'D Les explicaré, en el capítulo anterior les dijeron que habría capítulos donde se mostraba cómo consiguieron sus poderes, ya saben como lo consiguieron Ayano, Takane y Haruka ^^ )/

Kano: Así que solo faltan Kido, Seto, Mary, Momo, Chibiya y yo 7u7

Jacq: Y Shintaro, no olvides al virgen xD Pero bueno, Este será un.. ¡Maratón de 3 Capítulos! B)

Kano: Oh si BD

Kido: Comencemos ya~

Kano/Jacq: Ok, Danchou-San ^^)7

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*Narra Kido*

Cuando era pequeña, vivía sola con mi hermana mayor. Ella tenía 18 y yo 6 años.

Nuestros padres habían muerto en un accidente, durante un viaje de negocios. No teníamos a nadie más y como mi hermana era mayor de edad, ella se hizo responsable de mi.

15 de agosto.

Habían pasado poco más de 2 años desde que nuestros padres murieron, mi hermana trabajaba en las tardes y en las mañanas iba a la universidad.

Este día me había mandado un mensaje.

Tsubomi, llegare tarde a la casa, no me esperes despierta.

Estuve despierta hasta las 9:00 p.m y ella aún no llegaba, me acosté en la cama y me dormí.

— Tsubomi, Tsubomi — escuche que mi hermana me llamaba.
— Si.. — me senté en la cama y frote mis ojos.
Ella me tomo de los hombros. — Necesito que salgas de aquí, ahora.
— ¿Porque? — ella se veía desesperada.
— La casa se esta quemando, vamos — me jalo del brazo y salimos de mi habitación.

La casa estaba cubierta de llamas, por donde vieras había fuego.

— ¿Por donde? — pregunté, con los ojos llenos de lágrimas.

Ella no respondió, solo me jalo del brazo y corrimos.

Nuestra casa era grande, era lo único que nos quedaba de nuestros padres, mi habitación quedaba lejos de la puerta principal, y era la única salida de la casa.

Cuando llegamos a las escaleras, una parte del techo cayo, casi sobre nosotros.

— Tsubomi — me abrazo mi hermana. — necesito que seas fuerte.
— ¿Porque dices eso? — las lágrimas comenzaron a salir.
— Yo no estaré siempre contigo.

Me soltó y comenzó a buscar.

— Ahí — señalo un pequeño pasillo. — Puedes llegar a la puerta por ahí.
— No voy a dejarte, hermana — me colgué de su brazo.
— Tu debes salvarte, Tsubomi. Ahora ve — me dio un beso en la mejilla.