22: Único.

2.5K 344 375
                                        



Mientras Katsuki se cambiaba de ropa, Sorahiko me explicó que era pastor desde hacía más de cuarenta años y conocía a Katsuki desde que este era un niño.

-¿Cómo os conocisteis?

-Su familia tiene una casa de campo cerca de aquí. Solía escaparse cuando era un crío y venía aquí a molestar a mis ovejas. Un día lo descubrí saltando la valla y lo agarré de la oreja. Le dije que si volvía a verlo le cortaría una mano. El muy bribón me respondió que su familia era muy importante. Pensé que era uno de esos niños ricos y malcriados, pero al cabo de dos días se presentó aquí con su hermano para pedirme disculpas. Me traía todos los ahorros de su hucha para pagar los desperfectos que había causado y ahí vi que tenía un buen corazón.

-¿Su hermano?

Sabía que Katsuki tenía a Marin, pero desconocía la existencia de otro hermano.

-Sí, un chiquillo callado y respetuoso. No tenía nada que ver con él. Katsuki siempre fue más impertinente, aunque saltaba a la vista que era un buen niño.

-¿Sigues teniendo amistad con su hermano?

-Creo... que he hablado demasiado. No le digas que te he contado nada. Es muy reservado y yo no tengo ningún derecho...

-Descuida.

Quería saberlo todo de Katsuki, pero también necesitaba que él confiara lo suficiente en mí como para contármelo.

Sorahiko iba a decir algo más, pero se detuvo al ver que Katsuki venía de camino. Vestía como un pastor, una camisa a cuadros y un pantalón cargo. Le faltaba la boina.

-Tengo mucho trabajo que hacer -se excusó Sorahiko.

-Gracias por todo -Katsuki lo abrazó.

-Ha sido un placer conocerte, Izuku. Espero verte más por aquí.

-Igualmente.

Cuando el pastor se alejó, me giré hacia Katsuki con una sonrisa de
oreja a oreja.

-Ni se te ocurra hacer ningún comentario de los tuyos -me advirtió.

-Vale.

Pero no pude aguantar callado durante mucho más tiempo.

-Yo seré Heidi pero tu eres el abuelo.

Katsuki me agarró el trasero y me apretó contra él.

-Lástima que sea el abuelo. De no serlo, tú y yo podríamos pasarlo muy bien.

Me robó un beso.

-Quizá me van los maduritos.

-¿De qué has estado hablando con Sorahiko?

-Nada importante. Animales, la vida del campo...

-Mientes fatal.

-Me ha contado que venías aquí cuando eras un niño.

-¿Solo eso?

-Sí. ¿Por qué? ¿Hay algo que deba saber?

-No.

Katsuki me guió a través del campo de ovejas, tan misterioso como llevaba desde el principio de nuestra cita. Apenas hablamos durante el trayecto. Lo sentí muy distante. Hasta que llegamos a los establos y entonces se volvió hacia mí.

-¿Sabes montar a caballo?

No tenía la menor duda de que Katsuki había planeado todo para que nuestra primera cita fuera perfecta.

My Boss? No!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora