11: Ebrio.

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Querido Mimic:

Poner un nombre a este capítulo de mi vida es complicado. Un animal herido, el antipático de mi exjefe y yo en la sala de espera de una clínica veterinaria. Era el triste final de la peor cita de la historia. Porque Shoto había resultado ser un capullo y Katsuki un tipo bastante decente.

-¿Tú crees que los animales van al cielo? -pregunté.

-Ni siquiera sé si van las personas.

-Pobre Michi. Lo ha atropellado y yo lo he visto todo ¿Cómo puede ser tan malo?

Katsuki carraspeó incómodo. Sin saber qué hacer me puso una mano en la espalda. Noté un calor tan agradable que deseé que la dejara allí toda la vida.

-Izuku, estoy convencido de que no lo ha hecho a propósito. Ya verás como todo sale bien.

-¡El muy cabrón quería dejarlo abandonado! ¿Quién hace eso?

-Te sorprendería saber la cantidad de gente que lo hace.

Con los ojos empapados, lo busqué y encontré algo nuevo en él. Lo que vi me gustó. Y me confundió.

-No sabía que tú...

-Me gustan los animales. Me fío si a mí perro no le gusta una persona, pero no de las personas a las que no les gustan los animales.

Hice un puchero, sin saber por qué lloraba esta vez.

-Eh, no llores -me pellizcó la mejilla.

-¡Lloro porque me siento culpable! Creí que eras un cabron sin sentimientos y eso me hacía sentir mejor.

-Algo bueno tenía que tener ¿no?

-Si no te fías de las personas a las que no le gustan los animales ¿Cómo puedes estar con Uwabami?

-Eso no es asunto tuyo.

-Lo sé, perdona.

Noté cómo se tensaba y cómo la simpatía que había descubierto en él desaparecía. Por un momento quise contarle lo que sabía de Uwabami. Tal vez, como él acababa de decirme, no era asunto mío. Opté por callarme.

-¿Te lo has pasado bien en la exposición? -preguntó en un intento por distraerme.

-Me he sentido fuera de lugar, la verdad, ya sabes.

-No, no lo sé.

-En mi mundo, uno de esos cuadros me pagaría la entrada de un piso. Por no hablar de que no tengo ni idea de lo que significan todas esas manchas.

-Ni la mayoría de la gente. Se trata de fingir lo contrario mientras hacen comentarios.

-¿Hay algo que te guste de verdad? ¿O que no te moleste?

-Hay muchas cosas.

-Di una.

-Un buen vino junto al fuego de una chimenea.

-Predecible.

-Trajes a medida.

-Pijo.

-Poder apagar el móvil todo un día sin creer que el mundo se acaba. Y dormir sin preocuparme por el despertador.

-¿Eso es lo que quieres de verdad?

-Es lo que necesito.

De pronto, y sin saber por qué, Katsuki me resultó una persona extremadamente triste.

-Tómate unas vacaciones.

-No es fácil.

-Sé que crees que todo se iría al diablo sin ti, pero si te atrevieras a confiar, las cosas te resultarían más sencillas.

My Boss? No!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora