CAPITULO 11

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"Abel" mantiene un caminar constante de un lado a otro, expectante, pensativo, distraído a fin de cuentas en ese pensamiento. De izquierda a derecha no a dejado de caminar, crujiendo sus dedos continuamente.

El insomnio constante desde su temprana edad lo afecta nuevamente, posiblemente terminara durmiendo ese mismo día toda la tarde. No tiene idea del porque ocurre, solo lo explica a si mismo en su mente: Miedo, a lo mejor...estoy nervioso por el día de mañana. Tal como si fuese a ser llevado a un juicio marcial.

Sentirse nervioso por las nuevas experiencias es el instinto humano más antiguo que tenemos, el miedo a lo desconocido o simplemente no comprender algo. El ya lo sintió, todos lo hemos hecho.

Buscando algo con que distraerse, intenta hacer más ejercicio poniéndose a realizar abdominales una y otra vez durante 5 minutos. No funciona, apenas siente cansancio.

-Si tan solo tuviera algo más que hacer en este lugar, desearía haberme alistado cómo mínimo en ingeniero de máquinas. -murmuro mientras se levantaba del suelo.

El aburrimiento lo consume mucho más de lo esperado, casi deseando darse un disparo en la cabeza reflexiona con racionalidad lo mala que sería esa idea. El mundo parece detenerse o el tiempo lo hizo, divide el pensamiento de la realidad y construye su mundo abstracto al rededor a su imagen y semejanza.

Tic~ Tac~, el reloj es lo único que mantiene su presencia, la presencia del tiempo que al parecer aún no se detiene.

-Me pregunto que me dirían mis compañeros de esto, estar aquí, caminando a lo desconocido y peligroso como solía hacer cada vez que salíamos de las trincheras al combate. Todos, sin excepción, estarían reprochando mi comportamiento; juzgado mis malas decisiones. ¿Tal vez no debí venir?, ¿Que habría sido lo correcto cuando se trata de buscar una opción para otros? -

Ecos de pensamientos y palabras cruzan la mente de Abel, desaparecen tan rápido como cuando llegan y así, en consecuencia, Abel piensa, imagina y existe el resto de la noche sin darse cuenta.

El insomnio desaparece a una hora de dar las 6 de la mañana, sin darse cuenta se queda dormido en lo que parece un parpadeo cuando la puerta de su habitación resuena apaciguado la calma mental.

Toc~ Toc~ Toc~

Abel se levanto apresurado volteando a la puerta y de inmediato se volteo a ver el reloj, 7:37 marcaban sus manecillas.

Ay, mierda, estoy llegando tarde! -penso antes de apresurarse a ponerse su uniforme.

Una voz habla del otro lado de la puerta.

-¡¡Por amor a Dios levantate de una puta vez idiota vamos a llegar tarde a las últimas pruebas físicas!! -grito eufórica Azrael mientras comenzaba a golpear la puerta un poco más fuerte.

En ese instante Abel abre la puerta vistiendo su uniforme medianamente arrugado y desalineado.

-Perdona, anoche tuve un pequeño episodio de insomnio y no pude dormir. -justifico.

-¡No me importa si te la jalaste anoche solo apresurarte y camina! -replico Azrael.

Ambos se apresuraron y caminaron con prisa al área médica, su última prueba física sería un chequeo médico para verificar su estado de salud tras el intensivo entrenamiento que llevaron a cabo durante el mes.

-¿Porque eligieron a un idiota con problemas de insomnio? Sabes que tienes que decirle esto a los doctores y será mejor que lo hagas o yo misma lo haré y no me importa si te tengo que difamar. -menciono Azrael apresuradamente.

El color gris de los pasillos se volvió blanco a medida que llegaban al área médica, Uriel los esperaba justo en la primera puerta. Al mirarlos se apresuró a regañar a Abel por su desinterés en la situación.

UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora