UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)

CAPITULO 48

El eco del combate lo rodeo, levantando nubes de arena a su alrededor que hacían difícil el poder respirar.

Unas manos sujetan con fuerza sus hombreras y lo arrastran en dirección contraria a su tenue campo de visión. Es Geranio, quién lo arrastra hasta un edificio circundante a dos cuadras del combate, se tomó su tiempo para llevarlo hasta allí y dejarlo apoyado en la pared.

—Ugh.... —.Se quejo Abel al principio y después de espabilar lo suficiente el dolor en su pierna volvió como nunca, se había roto, la sangre burbujeaba a través de las suturas rotas y es allí cuando los gritos comenzaron.
—AAAGH...NO-aAhmf —. Grito lo suficiente para que Geranio le tapara la boca con su mano y con la otra evitaba a toda costa mantener a Abel quieto.

Por la mente de Abel solo cruzaba la idea de sostener su pierna con fuerza, pero con Geranio evitando que lo hiciera solo se redujo a contener como podía sus gritos ya que al parecer tampoco debe gritar, Geranio alejo su mano cuando dejó de gritar y mantuvo una respiración pesada y acelerada, tomo un guante del cinturón de Geranio y lo mordía con fuerza ahogando cualquier intento desesperado por querer gritar.

Desde el punto de vista de Geranio era más que claro, no podía ayudar a Abel, ahora con la sospecha confirmada no sabía que hacer. 'Acomodar su pierna' era lo más lógico, pensó antes de ver de reojo el sangrado; 'Tengo que hacer algo al respecto con el sangrado primero, ¿Pero que?'.

—¡Esto no es una pierna de androide cualquiera, es algo más complicado maldita sea! —. Mientras Geranio pasaba microsegundos pensando en una solución retiraba los excedentes de sangre usando un trozo de su propia camisa.

En un intento desesperado por parar la hemorragia tomo la pierna de Abel y aplicó presión para cerrar la herida, pero funcionó muy poco ya que Abel volvió a gritar en un tono más obstaculizado debido al guante en su boca, Geranio pudo sentir las piernas de Abel temblando y su rostro volviéndose pálido.

"Esperemos que esto funcione..."

Geranio busco por todo el lugar cualquier trozo de tela y varillas que le pudieran servir, tras probar la resistencia de una varilla no tan acabada por el óxido y ver que aguanto no doblarse con su fuerza, llevo ambas cosas con Abel y empezó a calcular el momento ideal para reacomodar el hueso y vendar primero. No podía tomarse mucho tiempo, que no tenía de igual forma, con un pequeño gesto le indico a Abel que mordiera su guante con fuerza y este obedeció entre respiraciones fuertes, cuando llegó el momento hubo un breve segundo de silencio para ambos.

Geranio fue rápido, tomo la pierna de Abel, la estiró para separar y reubicar la tibia rota, se escuchó un breve crujido cuando el hueso se re-acomodaba por acción de los músculos comprimiendo de nuevo el hueso, cosa que Abel no llevo para nada bien: estaba gritando desesperadamente, golpeó el suelo durante todo el proceso hasta hacerse moretones en su única mano hábil a medias, uso su propio brazo para callar más sus gritos, Geranio logro ver cómo había empezado a lagrimear y su cara se tensaba en dolor.

Geranio continúo con lo suyo, aplicó el trozo de tela una y otra vez alrededor de la pierna, una suerte el haber encontrado una sábana, con el último tramo de la tela enredo y apretó fuertemente la varilla verticalmente al lado y un trozo de escombro lo suficientemente recto como para ponerlo del otro lado de la pierna, amarro la tela con fuerza y reviso que lo hubiera hecho bien, sin fugas, sin rasgaduras, todo cubierto por un tiempo que no duraría mucho si no conseguían ayuda profesional.

Apenas termino Abel sentía que estaba cerca del desmayo, se encontraba pálido y sentía como su cabeza le dolía por la falta de oxígeno, su visión se estaba nublado y por breves momentos todo lo que él veía era oscuridad a pesar de tener los ojos abiertos, Geranio lo sacudío un poco y palmeó su cuello para que reaccionara.