UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)

CAPITULO 21

E vuelto a dónde empecé, logré escaparme de los CAN y ahora...nada, no hay nada que valga la pena buscar ni razonar cuando te das cuenta que estás a 8000 años de tu hogar, tus amigos y familia.

¿Que seguía?, ¿Otro gigante cayendo del cielo?, ¿La reina Isabel saliendo de un ataúd?, ¿Los cuatro jinetes del apocalipsis y Queen de fondo tocando?

Es absurdo, me repetía una y otra vez, caminando de un lado a otro en la habitación e imitando a cualquier paciente psiquiátrico. ¿Cómo se suponía que estaba vivo?, ¿No es acaso imposible siquiera?

Dios, ¿Por que yo de todas las personas?

¿Como se supone que debo despertar a Azrael y decirle algo como esto?..¡¿Como se suponía que debía despertarle?!

Y así es como volví al mismo punto de partida; por doceava ocasión.

En mi marea mental perdí la noción del tiempo, hasta que el sonido de cierta criatura casi inmortal se hizo presente escalando la profundidad de la grieta donde cayó en picada hace unos minutos.

Rápidamente tome el arma del suelo y le dispare sin efecto alguno, sin importar a donde apuntara no parecía recibir más que pequeños rasguños, lo cual definitivamente se volvió un problema; debía salir de allí lo más rápido que pudiera.

Solo me di la vuelta y corrí a través de un agujero en la pared compactando mi cuerpo durante un momento solo para levantarme nuevamente y ver en donde estaba.

Un pequeño cuarto sellado, con una grieta en la esquina superior que iluminaba con luz natural lo que para muchos es el cuarto donde se almacenan los prototipos fallidos.

Y aquí están los modelos CAN que yo recuerdo ver por última vez, o lo que queda de ellos ya que están destrozados. ¿Pero cuando fue que ocurrió?

Y entre las sombras y pequeños filamentos de luz atravesando el polvo lo vi de la nada, alzando el semi-brazo esquelético entre un montón de partes. Creyendo que tal vez podría usarlo, simplemente tome ese brazo y lo alzó con fuerza por su peso, y entonces lo logré, logré encontrar un exo-esqueleto.

Un viejo modelo de segunda generación, de principios de la vieja guerra, no sería tan útil como el que usaba durante mi época de la guerra por lo pesado que es, pero esta es mi única opción si quiero salir de aquí con vida.

Solo debía levantarlo lo suficiente para colocarlo, fue bastante difícil.

—¡Vamos...mal-di-to...trozo de...chatarra! —mencione en bajo usando toda mi fuerza corporal para intentar levantarlo en vertical.

Eventualmente, eso no funciona y cae al suelo. La criatura de metal viviente por su parte no lo hace más fácil y golpea la gruesa pared de concreto haciendo una gran marca de ambos lados de las densas paredes.

Deje de intentar levantar el exo-esqueleto en vertical y simplemente lo empuje hasta una esquina en donde lo acomode de cierta manera en la que yo podría entrar en el más fácilmente.

Un segundo golpe y un tercero se escucharon, la pared iba a ceder.

Logré preparar los brazos y piernas uniendoles en sus respectivos lugares, solo faltaba la parte dolorosa; la conexión vía neuronal entre el cuello y el enlace en el cuello del exo.

El último golpe se dio y la pared salió volando en mil pedazos dejando una neblina de polvo en su alrededor, los ojos de el CAN se destacaban incluso a través de ese polvo, acercándose rápidamente hacia mi.

—A la mierda todo... —pense justo en el instante en el cual golpe con fuerza mis vértebras cervicales y el enlace metálico en mi cuerpo contra el enlace de el exo.

El dolor, no tardó en llegar. Sentí como una pequeña descarga eléctrica recorría mi cuerpo anunciando el enlace exitoso.

—¡AAAAAAH! —grite forzando el exo a levantarse del suelo para defenderme.

Recibí un golpe que logré detener con ambos brazos, que seguramente me dejara un hematoma en el brazo derecho después.

Y entonces me levanté, listo para devolver el golpe y escapar de aquí; no lo intentaría matar, algo como un combate cuerpo a cuerpo no lo haría jamás.

Simplemente lo golpeé en el pecho haciendo que se desequilibre y retroceda varios pasos. Aproveche ese pequeño momento para salir a la fuga lo más rápido que pudiera con el CAN casi pisando mis talones por su gran velocidad, no le tomaría tanto alcanzarme si esto fuera un terreno libre de obstáculos en línea recta. El laberinto de pasillos subterráneos de este lugar es confuso cuanto menos, memorizar a donde te llevan sus puertas no es una tarea fácil.

Corrí, esquive, salte y me arrastre por donde pude.

Después de lograr brincar una pequeña montaña de escombros el peso de mi cuerpo junto al exo abrieron el piso al momento de tocar el suelo, se abrió en mil pedazos dejándome caer al vacío en donde el piso inferior me esperaba para darme la bienvenida con una ligera lesión en la pierna izquierda. Me di la vuelta para encontrar a mi cazador saltando hacia mi en un intento de aplastar mi cuerpo con el suyo, logré girar y arrastrarme un poco hacia la derecha esquivando su pierna izquierda que estaba dirigida hacia mi cabeza.

—¿Realmente está cosa es un droide hecho por humanos? —

Justo cuando me levanté para seguir escapando el suelo debajo de ambos se rompió dejándonos caer al vacío nuevamente, el dolor en la espalda por esta segunda caída se hizo evidente tras tocar el piso otra vez. El CAN se negó a dejar atrás su objetivo y en un intento por alcanzarme se levantó nuevamente a completar su misión, inesperadamente el suelo volvió a agrietarse.

—¡Esto tiene que ser una brom-aAAA! —grite nuevamente al sentir como volvía a caer al vacío esperando otro golpe, el cual llegó un segundo después en mi espalda casi dejándome inmóvil.

El peso de los escombros sobre ambos cuerpos pesados hizo que el piso se volviera a agrietar y caigamos al siguiente, y al siguiente eventualmente.

Antes de tocar el suelo por última vez sentí como mi cuerpo cayó inconciente también y después de tocar el suelo sentí como mi mente quedó inconsciente por igual, lo último que divisé frente a mi fue mi mano derecha enterrada bajo unas rocas y polvo. Luego un poco más al frente mire como el CAN luchaba por intentar zafarse de pesados escombros sobre la mitad inferior de su cuerpo, emitiendo chirridos y ladrillos metálico mientras usaba sus garras para cortar los escombros.

Entonces todo se volvió oscuridad mientras respiraba la tierra y polvo elevados por el aire.