CAPITULO 28

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-No entendí ni una sola palabra de lo que dijo. -pensaron ambos al mismo tiempo en diferentes lugares.

Iris permaneció mirando hacia el extraño que se asomaba por aquella lejana ventana a dos esquinas de la suya.

Abel igualmente alcanzaba a distinguir la silueta de alguien en un tercer piso apuntando hacia el.

Ambos por igual quedaron en silencio observándose el uno al otro.

-Tal vez no hable mi idioma, pero nunca he escuchado ese acento. Tal vez se trate de un soldado recién entrenado. -penso Abel durante un momento las palabras en otro idioma con el cual pueda comunicarse con aquel desconocido.
-¡¿Извините, мне кажется, вы меня чуть не убили, не так ли?! -intento hablando ruso, preguntándole el como casi muere a manos de aquel francotirador a sangre fría accidentalmente.

-¿¿¿Y este tipo que acaba de decir??? -Iris no entendió en que idioma hablo la persona que se asomaba por una ventana, por lo tanto no dio respuesta alguna.
-¿Sera que me está insultando en algún idioma raro? Nadie antes ha hablado de algo como el uso de otros idiomas. Se supone que todos deben hablar el lenguaje predeterminado sin excepciones. -Iris pensaba en cada posibilidad del significado de las palabras que la persona que acaba de conocer le gritó.

En cuanto a Abel, el ya se había retirado de la ventana para buscar un camino hasta el edificio donde estaba el francotirador que casi lo mata, creyó que tal vez allí podrían hablar con más calma y en ese instante Abel podría pedir asistencia médica más rápido de lo que creyó.

Para el finalmente se trataba de la luz al final del camino tormentoso que había cruzado para llegar hasta ese lugar, podría buscar información más tarde de sus amigos, pedir contacto con ellos si era posible o en el mejor caso ser llevado en algún transporte que se dirija hacia la base más cercana entre Países Bajos y Reino Unido.

Iris miraba como es que aquel hombre cruzaba entre edificios con total normalidad, como si fuese el dueño de la ciudad y diese la casualidad de que tenga inmortalidad desde ayer, tal acción que era realizada por androides despreocupados por la guerra y que comúnmente tenían un fuerte estrés postraumático, simplemente lo hacían con el fin de morir de alguna casualidad gracias a una máquina en la mayoría de los casos o que el edificio colapsara sobre ellos.
-Oh no, debe ser uno de "esos"... -Iris intentaba recordar las palabras de su mejor amiga acerca de hablar con prevención de temas "descriptivos" con androides calificados con problemas de personalidad o mentales.

Normalmente aquellos con problemas de personalidad tienden a dejar de identificarse cómo un solo androide, sino mas o simplemente ya han dejado de verse a si mismos como ellos mismos tras cientos de reparaciones intercambiando partes de sus cuerpos.

-Si no puedo comunicarme en español o ruso, ¿Que se supone que debo decirle? Aún no pruebo el inglés, solo espero que sepa inglés o la conversación se pondrá muy incómoda. -Abel repaso el aprendizaje de inglés que tuvo en medio de la guerra, a lo largo de su vida y cada vez que hablaba con soldados de otras líneas con idiomas diferentes. Todo con tal de pedir ayuda.

Sentía como su brazo comenzaba a sentirse frío, apretado sin razón aparente mientras miraba detalladamente el vendaje improvisado que aplicó ahora húmedo por bloquear la sangre. Por otra parte, creyó que su pierna podría aguantar, pero eventualmente, el recordó que el cuerpo humano tiene límites y que sin importar las experiencias o el entrenamiento designado a ello eventualmente tu cuerpo pasaría factura.

Algo que lamenta en estos instantes, cojeando entre saltos pequeños a lo largo de los marcos de las puertas. Cuando finalmente llegó a la puerta de la calle se preparo para salir corriendo con impulso hasta la siguiente esquina y eventualmente no detenerse hasta el edificio del francotirador.

-Oh Dios, esto va a doler mucho... -penso en el último instante antes de abrir la puerta y correr con su propio impulso imaginando el dolor que tendría más tarde ese día.

Sintiendo dolor con cada paso que daba se mantenía lo más discreto posible de las máquinas que aún patrullaban en la ciudad.

Cuando finalmente llegó a la puerta del edificio noto como a su izquierda quedaban los resultados de una batalla, habían cuerpos destrozados de lo que el creía eran humanos al estar completamente irreconocibles gracias al fuego y la intensidad del combate. No eran muchos a simple vista, pero más allá del humo y el fuego latente se encontraba el resto del campo de batalla a lo largo de la ciudad que durante milenios los androides se enfocaron en intentar dominar contra las máquinas.

Abel miro uno de los cuerpos que estaban más intactos por el fuego, se sorprendió al ver qué no era un ser humano, el cráneo expuesto no era del color que un cadáver humano tendría, la sangre a su alrededor parecía más aceitosa casi igual al aceite espeso de un vehículo blindado. Pero lo que más llamo su atención fue su falta de piernas, lo que quedaba de sus piernas era algo parecido a una masa deforme de elástico quemado, el olor que emanaba era crudo e incómodo; al final cuando termino de inspeccionar el cuerpo intento buscar su identificación sin resultado alguno.

-¿Es algún tipo de mercenario? - inspeccionando a fondo del cuerpo se encontró con una red de cables negros cubiertos del aceite espeso que recibiría el cuerpo, cuando intento tirar de ellos se dio cuenta que estaban conectados al interior del cadáver como si fueran parte del mismo.

Entonces, allí lo comprendió, "este" cuerpo no era de un humano. Tenía una composición más mecánica, parecida a un VECTOR recubierto con piel sintética elástica.

-¿Esto es...un androide?... -

UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora