CAPITULO 32

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—¡HABÍAS DICHO QUE LAS CALLES ESTABAN VACÍAS! —Iris grito eufórica intentando esquivar los disparos laser de las máquinas que parecieron de entre los edificios por sorpresa hace dos minutos.

—Te juro que no vi nada cuando venía por aquí hace media hora. —Geranio intentaba moverse lo más rápido posible mientras cargaba el cuerpo de Abel en su espalda.

Corrían a lo largo de escombros esparcidos en el suelo, arrastrándose entre los edificios más decadentes y saltando de techo en techo. A Geranio le sorprendía lo ligero que era Abel, pues para ser un androide el no tenía el peso de uno, le facilitaba el trabajo según el.

Los tres se encontraban llegando a los edificios residenciales cerca de la ciudad, los cuales algunos poseían puentes colgantes en sus últimos pisos en donde generalmente había androides residentes o se usaban como refugio de las máquinas. Fueron creados para cubrir una pequeña área de la ciudad con observadores, vigías y francotiradores. Pero no siempre los androides que vivian allí eran pertenecientes a la resistencia.

Iris lo sabía, ella intentaba evitar meterse en problemas con los subgrupos de androides que habitaban esas calles que generalmente estaban llenas de malos rumores y mala fama, estuvo a punto de objetar hasta que aparecieron las máquinas.

—Ger, ¿Se puede saber porque estamos aquí? —pregunto Iris disparando y corriendo cada tres metros.

—Es un atajó, yo nunca me arriesgaría a meterme en el territorio de Jazzy y a esta hora sus vigías están patrullando en otro lugar. —respondió Geranio mientras rompía la ventana con la culata de su rifle.
—Ayudame a moverlo por aquí. —Geranio bajo a Abel de su espalda y lo coloco en el suelo.

Iris se lanzó a través del marco de la ventana y desde el otro lado ayudo a Geranio a mover a Abel a través de la ventana. Abel por su parte intentaba aguantar el dolor soltando pequeños quejidos, cuando logro llegar al suelo se recorrió hacia la pared en donde intento levantarse sobre una rodilla. Geranio cruzo la ventana rápidamente sin darse cuenta que una máquina voladora se posicionó detrás de el esperando el momento oportuno para atacar, cuando Abel se dio cuenta rápidamente se lanzó a tomar la pistola en la cintura de Iris y apunto hacia Geranio.

—¡ВНИЗ! —le grito Abel a Geranio quién rápidamente lo comprendió y se lanzo hacia la derecha a tiempo, en ese instante Abel disparo a quemarropa usando ambas manos para resistir el fuerte retroceso del arma corta.
(¡Al suelo!)

La máquina flotante recibió disparo tras disparo en varias partes de su cuerpo producto del poco tiempo que tuvo Abel para apuntar.

Dios, está cosa tiene mucho poder de fuego para ser de pólvora y plomo. —penso Abel ofreciéndole su arma a Iris.

Iris por su parte lanzó una cara de odio a Abel por tomar su arma tan repentinamente, tomó su arma de mala gana y se dio la vuelta alejándose.

—Спасибо. —Geranio agradeció a Abel por salvar su vida.
(Gracias.)

Geranio volvió a levantar a Abel y cargarlo en su espalda, los tres iban en ascenso a través de las escaleras del edificio hasta la azotea en donde estaba el primer puente colgante que debían cruzar para llegar a su destino. Los puentes estaban fabricados con cuerdas improvisadas y piezas de metal, fueron creadas en caso de emergencia para los androides que no podían cruzar la ciudad cuando estaba llena de máquinas o como una mejor manera de movilizar el equipo de combate; dichos puentes a pesar de no haber sido construidos hace mucho ya presentaban un notable desgaste por la arena que los golpea y el calor del sol.

Cuando llegaron a la zotea del edificio alzaron la barricada de láminas que cubría el puente, Geranio y Abel cruzaron primero mientras Iris los cubría de las máquinas flotantes y las máquinas pequeñas que lograron entrar al edificio.

—¡Iris ya cruza, solo quedan dos puentes más! —Geranio apresuró a Iris desde el otro lado del puente.

Iris cruzo el puente a regañadientes, cuando llegó al otro lado continuo corriendo no sin antes cortar las viejas cuerdas evitando que las máquinas pequeñas los siguieran, el último problema que tenían era el escuadrón completo de máquinas flotantes que continuaron con su persecución sin problemas. Lo siguiente que hicieron fue escapar de las máquinas antes mencionadas brincando de techo en techo hasta llegar al segundo puente, el techo que estaba conectando este puente con otra zotea estaba lleno de barricadas que funcionaban como cobertura para Iris.

Ella aprovecho cada instante para vaciar cargadores enteros sobre las máquinas que a su vez le devolvieron el fuego continuo, sin embargo, Iris en sus más de treinta años de experiencia sabía cómo matar a las máquinas de maneras eficientes, ella conocía sus puntos débiles, como identificarlos en cuestión de segundos y a pesar de hacer encargos de recursos casi a diario ella había llegado a ser participe en grandes refriegas por varias zonas de la ciudad; muchos de esos combates fueron para defensa, por lo tanto ella adquirió un gran historial de experiencia en combates defensivos, operaciones en sigilo y ataques sorpresa. Ella incluso ha llegado a olvidar su fecha de creación a veces, no recuerda cuántas máquinas ha destruido pero está segura que son más de 800.

Los tres protagonistas cruzaron el puente, Iris hizo un gran trabajo dándoles suficiente cobertura para que las máquinas tuvieran miedo de acercarse a ellos y se retiraron.

—Buen trabajo. —menciono Geranio bajando a Abel de su espalda y dejándolo sentado contra la puerta de la azotea.

—No creo que tarden en volver. —Dijo Iris bajando su ahora humeante rifle, haber disparado tantos cargadores casi derrite el arma.

—Tienes razón, no tardarán. —una voz provino de las sombras lanzando una granada de pulso electromagnético al suelo entre ambos androides.

No tuvieron tiempo para reaccionar cuando la granada explotó electrocutando sus procesadores y dejando a ambos androides en suspensión, un grupo de androides con vestimentas negras escalaron desde varios lugares subiendo a la azotea sorpresivamente. Abel rápidamente intento tomar el arma de Geranio pero fue en vano, una bota piso su mano evitando que tomara la pistola, cuando miro a quien pertenecía la bota una figura oscura que era poco visible por los rayos del sol lo golpeó con fuerza en la cara dejándolo inconsciente.

—¿Y este porque no se apagó? —dijo el extraño.

UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora