UN RAYO DE ESPERANZA (Nier:Autómata FanFic story)

CAPITULO 27

El abrazador sol de la tarde cruzaba entre los escombros, el humo y los edificios en decadencia.

El único recuerdo de una raza ahora desaparecida, sin los esfuerzos de androides que colaboraron durante la primera guerra de las máquinas, todo rastro y recuerdo de los humanos habría desaparecido. Cómo si nunca hubieran estado allí.

Han pasado más de 6000 años, y hasta ahora, ya no queda ningún androide de la primera generación. Muertos sin duda, olvidados por igual, nunca tuvieron nombre porque aún no eran lo suficientemente independientes para saber lo que era tenerlo; murieron peleando una guerra que los nuevos y más avanzados modelos restantes perdieron...6000 años después.

Iris se encontraba en la misma torre donde había orquestado una matanza de máquinas en venganza por su mejor amiga, se estaba apuntando al CPU en su cabeza metiendo el cañón del francotirador a través de su boca hasta tocar su paladar. Con un dedo en el gatillo y listo para apretarlo pensaba en breve todo lo que había visto y hecho.

Las muertes que vio, el horror del sentido de su vida; el como su existencia fue dictada para ser breve y sin explicación.

-Realmente odio este mundo, está vida vacía que solo fue fabricada para pelear sin sentido hasta el desgaste. -¿Ese sería su último pensamiento?

Apretó un poco el gatillo, y no termino de apretarlo cuando escucho el sonido de una puerta de madera podrida rompiéndose en algún lugar de la calle llena de cuerpos desgarrados de androides y máquinas por igual.

Tales cadáveres de androides se encontraban recientemente mutilados por la diferencia de fuerza entre un androide y una máquina. ¿Quién esta investigando edificios si la guerra ya se acabó? Los leales androides del Ejército de la Humanidad se rindieron hace ya una hora y media.

Más ruidos de cosas rompiéndose se alcanzan a escuchar. Iris harta de ser interrumpida se levanta y mira afuera de la ventana hacia la calle.

-¡¿NO PUEDEN NI DEJARME MORIR EN PAZ IMBÉCILES?! -dicho eso Iris levantó el rifle de francotirador y apunto hacia una sombra que se movía a través de los edificios.

Un disparo más resonó en el aire ese día, cortando el viento a velocidades supersonicas; el golpe de la bala atravesó el frágil concreto y madera del edificio dando en el blanco a algo.

--------------------------------------------------------------

Abel se quedó inmóvil, no fue hasta que reaccionó y rápidamente se tiró al suelo para arrastrarse por la habitación.

-Mierda, casi me da en la cabeza. Sea quien sea no intento confirmar su objetivo, ¡¿Que tan mal tirador debe ser para hacer algo como esto?! -Abel sentía como una pequeña línea de sangre se deslizaba por su mejilla, sin mencionar el largo corte superficial que la bala le dejo.

-Lo que faltaba, ahora también me están disparando. Y con lo absurdamente difícil que fue atravesar media ciudad llena de esas cosas. -murmuro estando en el suelo arrastrándose hacia una ventana.

Pequeñas gotas de su sangre habían manchado la pared alrededor de un agujero deforme que dejó el impacto de la bala.

Cuando Abel logro llegar a la ventana tomo un trozo de madera de una silla vieja y la tela de una cortina, hizo un nudo con la tela en la madera y después lo saco a través de la ventana agitandolo.

-Solo espero que pueda ver esto, no es complicado de entender. -

Momentos después, solo hubo silencio. Nuestro protagonista supuso que su pequeño plan había funcionado, por lo tanto paso a sacar un brazo por la ventana, tras no encontrar respuesta a eso, retiro su brazo y se levantó para sacar su cabeza para mirar a quien le había disparado.

-IDIOTA CASI ME MATAS, ¡¿ERES CIEGO O ALGO?!, ¡¿QUE NUNCA CONFIRMAS TUS OBJETIVOS IMBÉCIL?! -Abel grito a todo pulmón hacia el extraño francotirador que casi lo mata.

Una voz femenina responde a lo lejos gritando:

-¡TU CALLATE PENDEJO, ¿QUIEN MIERDA SE ATRAVIESA DE ESA FORMA ENTRE LOS EDIFICIOS? ACTUALIZA TU SOFTWARE, CUALQUIERA TE HUBIERA DISPARADO! -

Y entonces, comienza la historia.