Reencuentro familiar

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Aquel mismo día, Michiko y Kaji estaban almorzando en un comedor japonés de mediano costo, ambos estaban de buen humor, pero de un momento a otro ella notó que él se había puesto algo triste.

Con todas sus fuerzas mentales, Michiko intentó razonar el motivo de su tristeza sin tener que estar preguntándoselo hasta que creyó descubrir la razón.

"Oye". Le dijo, tratando de hacerse la indiferente. "Me dijiste que hoy es tu día libre, ¿no? ¿Por qué no vamos a visitar a tus hijos?".

"¡Oh! ¿Lo dices en serio, Daimon?". La miró muy sorprendido, con los palillos en la mano.

"Claro, tonto, yo siempre hablo en serio". Comió otro poco de ramen, llenándose la boca. "Pasaremos este día juntos como pareja visitando a tus hijos...". Y lo apuntó con los palillos, amenazante, antes de que él abriera la boca. "Pero iré contigo como compañera de trabajo, no como novia, ¿eh? No quiero que ni tus hijos ni tu madre se confundan, no estoy lista para eso".

"Está biéeeen... Tonta...". Replicó de mal humor, pero muy agradecido con ella. Conociendo a Michiko, era un acto muy cariñoso de su parte, además, tenía fe que con el paso del tiempo, ella recordaría su amor por sus hijos, sólo debía tratar de ser paciente y esperar a que se diera naturalmente, sin forzarla. "Muchas gracias...".

Michiko se alzó de hombros, restándole importancia al asunto, pero ese agradecimiento tan sincero por parte de un hombre tan orgulloso como Kaji, le había llegado muy profundo en el corazón.

A pesar de que Kaji le había dicho que quería pasar aquel día con ella como pareja, sabía también que esos días eran muy importantes para él porque eran los únicos días en que podía ir a visitar a sus hijos, y no quería quitarle esa felicidad, después de todo, tenían todos los demás días para estar juntos en el trabajo, y eso era suficiente para ella.

Para no levantar sospechas, decidieron tomar el tren en vez de viajar en el coche de Kaji, fingiendo que se habían encontrado en el tren por casualidad. A pesar de su edad, Michiko con 40 años y Kaji con 52, eran a veces muy infantiles y pensaron que aquel plan inocente y sencillo era genial y a prueba de sospechas.

Ambos disfrutaron muchísimo del viaje que duró una hora, haciéndose compañía mutuamente y conversando de todo para conocerse mejor, aunque Michiko, como siempre, nunca revelaba todo de si misma, a nadie, ni siquiera a su mentor o a su única amiga.

Durante el viaje no se tocaron ni besaron, no querían que los descubriera algún pasajero que fuera de la ciudad de Kaji y conociera a su madre para que luego le fuera con el chisme.

Kaji era muy coqueto y cariñoso, y Michiko era muy agradable y divertida cuando se lo permitían, así que ambos la pasaron muy bien hasta que llegaron a la ciudad en donde Kaji había nacido. Era una ciudad medianamente grande, así que tomaron un taxi hasta la casa de la madre de Kaji, que se sorprendió al ver llegar a su hijo con una mujer en taxi en vez de llegar en su propio coche.

"Pensé que hoy no ibas a venir, hijo". Le dijo, mirándo de reojo a Michiko que le había hecho una ligera inclinación de cabeza. "Ya es tarde... ¿Qué pasó?".

"Mi coche se estropeó esta mañana, mamá, y tuve que dejarlo en el mecánico, así que tomé el tren". Miró a Michiko. "Allí me encontré con la doctora Daimon, que también tenía que venir aquí para visitar un paciente, así que decidí acompañarla a verlo y ahora ella decidió acompañarme hasta aquí para que después regresemos juntos a Tokio... ¿No es así, doctora Daimon?". La miró, sonriéndole como si nada. Michiko estaba realmente sorprendida, con los ojos como platos y la quijada casi en el suelo, no podía creer que Kaji podía ser tan inventivo.

"Eeeeeh... Si, si. No me agrada la idea de volver sola en tren siendo tan tarde...".

Hubo un silencio incómodo entre los tres durante varios segundos que pareció eterno, hasta se escucharon los ladridos de un perro y los graznidos de un par de cuervos que pasaron volando por ahi.

"Ya se conocen, ¿lo recuerdan? En el parque de diversiones, hace como 4 años atrás...". Aclaró Kaji, comenzando a ponerse nervioso.

"¡Ah, si! Aquella mujer odiosa y creída que te maltrataba". Comentó la madre de Kaji, tratando de disimular inútilmente su disgusto.

Empezamos muy mal... Pensó Kaji, torciendo la boca.

"Si... Soy yo. Buenas tardes, señora...". Michiko se vio obligada a forzar la sonrisa y controlar su carácter, inclinándose con respeto frente a su posible suegra. No quería hacer una escena y arruinar el único día libre de Kaji justo siendo también su primer día de novios.

"No es así, mamá. El carácter de la doctora Daimon es muy difícil pero también es una muy buena persona, como yo".

"¿Cómo tú? Nadie es tan especial como tú, cariño".

"¡Ay, mamá!". Kaji se sonrojó, poniéndose vanidoso. Michiko se le quedó mirando y entendió por qué el era así tan presumido, tenía una madre que lo adoraba y lo había echado a perder.

No pudo evitar sentir algo de envidia, ella casi no recordaba a su madre, la había perdido muy joven.

"Bueno, entremos, pondré un plato más para la cena. Los mellizos y Himiko ya deben estar por llegar de la escuela y vendrán muy hambrientos y con ganas de ver a su papá". Miró a Michiko intensamente, como estudiándola profundamente para encontrarle la más mínima falla. "Ven a ayudarme a la cocina".

"¡¿Yo?!". Michiko se apuntó a si misma, sorprendida.

"¡Pero mamá, ella sólo es una invitada de paso!". Se quejó Kaji.

"Pero sigue siendo una mujer, tiene que aprender a ser útil en la casa para cuando se case". Se dio media vuelta para entrar a la casa.

"¿Casárme? ¡Yo nunca me casaré, señora! ¡Me niego!". Se quejó Michiko de inmediato.

"¿Nunca?". Kaji se le quedó mirando como un tonto, desilusionado.

En cambio, su madre se detuvo y volvió el rostro hacia Michiko, sonriéndole astutamente.

"Gracias. Entonces ya no hace falta que me ayude en la cocina, doctora Daimon".

Y entró a la casa, dejando a la pareja bastante sorprendida y confundida.

"No sé si se dio cuenta o no que estamos saliendo...". Murmuró Kaji.

"Tu mamá es muy astuta...". Opinó Michiko. Debía andar con mucho cuidado con ella si no quería que se interponga entre ellos dos, intuía que era la clase de madre posesiva con sus hijos.

"Mejor vamos adentro...". Kaji se dispuso a seguir a su madre cuando de repente escucharon la voz llena de felicidad de una pequeña niña.

"¡Mamá! ¡Mami!"

Y, para la sorpresa de Michiko, Kaji y la madre de Kaji, la pequeña Himiko apareció de repente con sus hermanos y se abrazó a las piernas de su madre con todas sus fuerzas, llorando desconsoladamente.

"¡Mamáaaaaa! ¡Mamitaaaaa! ¡Te extrañé muchoooo!".

"¿Eh?". Michiko alzó los brazos, sorprendidísima, mirando hacia la llorosa niña vestidita con su uniforme pre escolar.

"¡Oh!". Kaji se llevó la mano a la boca, tan sorprendido como Michiko y su madre, que se había dado media vuelta en cuanto escuchó a su nieta.

Los mellizos también se les quedaron mirando, Daichiro sin saber qué hacer, nervioso, y Kojiro muy serio.

La familia se había reunido por fin.


¡Y se viene la incómoda cena familiar! XD

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. MI RIVAL, MI OMEGA, MI AMANTE... OTRA VEZ (Doctor-X)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora