Capítulo 10

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Daniel


Nunca pensé que algo me golpearía tan fuerte como el entrar en el departamento de ellos. Por primera vez veo a Will como algo real.

Fotografías. Ropa. El sillón rojo vino frente a la televisión me dice que ellos tienen algo real y yo me estoy metiendo en esa relación. No es que me esté dando por vencido pero siento que he abierto los ojos.

—¿Están seguros que quieren pasar la noche aquí? —inquiere Aitana con cautela.

—He dormido en peores lugares —dice Lucca haciendo que los tres riamos al instante.

—Ese sofá servirá solo para uno...

—Lo echaremos a la suerte —dice Lucca buscando una moneda en su billetera —. Escudo —habla enérgicamente cuando lanza la moneda al aire para que esta luego caiga en su mano —. ¡Gané!

Niego riéndome de él mientras Aitana le extiende una almohada a Lucca.

—Da igual porque tengo trabajo que hacer —les digo enseñándoles mi portátil.

Y vaya que tenía trabajo pero no puedo irme y dejarla ahora sola.

—¿No descansarás nada? —pregunta Aitana preocupada.

—Tengo un poco de trabajo acumulado —me excuso moviendo mis hombros.

—Pero unas horas de sueño no le hacen mal a nadie.

Ella tenía razón. Me moría de sueño pero el trabajo es trabajo.

—¿Podemos hablar a solas? —le pido y ella se muerde los labios.

«Aitana deja de hacer eso, por favor. »

Lucca nos ignora por completo cuando enciende el televisor. Ella mueve la cabeza afirmándome, la veo dejar una manta en la mesa de centro y luego me hace señas para que la acompañe.

—No me alejes ahora, Aitana —digo de golpe, sin importarme nada.

—Daniel...

Se sienta al borde de la cama y yo hago lo mismo. Tomo su mano y empiezo a acariciarla tiernamente. No me gusta verla en ese estado de aturdimiento y tristeza.

—Sé que lo que ha pasado es horrible, pero, no puedes negar que hay algo entre nosotros.

«Es claro que no puede hacerlo. Estaba ahí latente y visible para ella, para mí. »

—Debo quedarme con él —me dice sumida en su tristeza.

—Lo entiendo.

—No Daniel, no comprendes —Respira profundamente y luego exhala —. Yo había tomado la decisión de irme de este lugar —dice mirando a su alrededor. «No puede decirme algo así y pretender que yo no reaccione. » —. Ya no lo siento mío, es como si estuviera viviendo en automático, ¿has tenido esa sensación? Es como ver tu vida como un espectador.

—Sí.

Claro que entendía ese sentimiento, viví así por años hasta que la conocí a ella.

Suspira y se acurruca en mi hombro. Lo que siento por ella va más allá de cualquier cosa.

—Daniel, esto está mal.

—Lo sé, pequeña, pero no puedo alejarme ahora y por favor no me pidas que lo haga.

Toma mi mano y la entrelaza con la suya.

—Quédate conmigo —me dice mientras se acomoda en la cama.

Nunca es Suficiente, Serie LOCO AMOR 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora