Daniel
He frotado mis manos tan desesperadamente que parece que en cualquier momento mi piel caerá sola. Las malas noticias nunca las tomo de buena manera y dudo que haya alguien en el mundo que sí lo haga. Alex estaba siendo citado y debía viajar a verlo, el caso es que no quería irme, no ahora, no cuando Will podría despertar en cualquier momento... ella me necesitaba aquí y Jessie, ella también dependía de mí y con la muerte repentina de su madre no puedo irme ahora.
Mi teléfono suena y rápidamente contesto, es Alex.
—Dime que hay una salida.
—Tomaremos todas las medidas necesarias, no te preocupes.
—Ella no puede saberlo, no ahora que la he recuperado —dice totalmente abatido.
Mi amigo no quiere perder al gran amor de su vida y eso le hace tomar decisiones dudosas, pero tampoco puedo juzgarlo, creo que haría lo mismo si se tratara de Aitana.
—Sigues por ese camino... bueno, querido amigo aprende de tus errores y deja de ocultarle cosas a Marifer.
—La amo, lo hago tan desesperadamente que es como si dependiera de ello —suspira y luego se aclara la garganta —. No puedo perderla ahora y no por una jodida loca que solo quiere verme arder.
—Y así te cogiste a esa loca por años.
—Teníamos cosas que nos unieron...
—No y lo sabes, nunca los unió algo, solo te hicieron creer eso las hermanas.
—Bueno, como sea... debo colgar iré a ver a Marifer.
—Amigo... lo vamos a solucionar.
—Siempre lo hacemos, ¿verdad?
—Así es, salúdame a tu Maricuchi —le digo sacándole una pequeña risa.
«No le deseo a nadie cargar el peso de la muerte de la persona que amas. »
Una vez más suena el teléfono pero esta vez es el de la empresa. Descuelgo y lo pongo en altavoz para luego empezar a servirme un vaso de un buen whisky.
—Señor, lamento interrumpir pero tengo a la señorita Aitana en la línea.
—Conéctame —digo mientras espero a mi pequeña.
«¿Qué habrá pasado? ¿Por qué me llama a la oficina? »
—¿Daniel? —pregunta con la voz entrecortada.
—¿Qué sucede, pequeña?
—No contestabas tu móvil.
—Estaba con un cliente del bufete —Técnicamente es la verdad. Alex es mi cliente.
No quería mentirle a ella también pero debía respetar las decisiones de Alex.
—Lo siento, no quise molestar.
—Tú jamás molestas, pequeña. Por mí puedes llamarme a cada minuto.
—Ya bájale dos rayas —dice riéndose —. Debo hablar de algo importante contigo...
—¿Sí? Pues dime.
—¿Nos vemos en la noche? Sé que hoy no abre el Mystic pero en serio necesito hablar contigo.
—Paso por ti a las ocho, ¿está bien?
—Perfecto. Nos vemos entonces —hace una pequeña pausa y continúa —. Gracias, Daniel.
Con eso último cuelgo para luego empezar a poner mis papeles en orden, debo viajar a primera hora y aunque no quiera debo hacerlo, mi amigo depende de mi cabeza fría. Una vez más debo ser el fuerte.
ESTÁS LEYENDO
Nunca es Suficiente, Serie LOCO AMOR 3
Roman d'amour"El amor a veces duele." ¿Se puede amar a dos personas a la vez? La respuesta más sencilla y tal vez la más lógica debería ser un rotundo no, pero, ¿cómo se lo dices al corazón? Una sola noche bastó para que la vida de Aitana tomara un camino distin...