CAPÍTULO 24

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Daniel

La reunión con la junta escolar explicándome el porqué tomaron la decisión de suspender a Sarah me pareció absurda, es como si trataran de explicar lo inexplicable. Lo lamentamos mucho señor Maxwell. El próximo año podemos reingresarla siempre y cuando firme un compromiso con el colegio. Fueron solo algunas de las miles de palabras que se dijeron, las cuales no me importaban.

Aitana y yo esperábamos en la recepción y me aterra no saber cuál será la reacción de Sarah al conocer a mi novia.

—¿Papá...? —dice tímidamente arrastrando su maleta junto a las que supongo son sus amigas en el internado.

Sarah mira por un momento las manos de Aitana y mía, sonríe y corre a mi encuentro.

La tomo en mis brazos alzándola en el aire y haciéndole dar vueltas. Ella ríe enérgicamente, sus rizos vuelan en el aire y a pesar de que ha ganado peso y crecido sigue siendo mi bebé.

—Te extrañé papi...

—Y yo a ti mi reina —beso todo su hermoso rostro mientras ella ríe.

No sé cómo ser un padre pero por ella vale la pena todo. Por verla sonreír como lo hace ahora.

—¿Quién es ella? —pregunta curiosa como siempre mientras la dejo en el piso.

—Ella es mi novia —digo rogando que Aitana no me corrija.

Para mí, ella era mi mujer pero si teníamos que ponernos etiquetas pues es mi novia aunque ella nunca me aceptó formalmente. Las dos mujeres de mi vida se miran fijamente.

—Hola, soy Aitana y tú debes ser Sarah, ¿verdad? —le extiende la mano.

—Sari me dice mi abue —Estrechan sus manos y puedo respirar por fin tranquilo —. ¿Ven chicas? Les dije que mi papi es hermosísimo.

Las tres niñas ríen cómplices. Sarah definitivamente sacó eso de Jessie.

—Aitana dice que soy un dios griego —levanto una ceja y miro atento cómo su rostro se pone de todos los colores.

—Mmm —dice Sarah en aprobación a mi comentario —. Creo que tú y yo nos llevaremos bien, pero ojo que si le rompes el corazón a mi papi yo te romperé todos los dientes.

Aitana pone su mano en su corazón y dice; —Prometido, no le romperé el corazón.

Mi Sarah se despide de sus amigas y entre lágrimas prometen hablarse y verse en verano. Aitana me ayuda a acomodar sus maletas en el auto que alquilamos ayer.

—Es hermosa —dice Aitana mientras deja la última valija en el portaequipaje.

—Sí —la jalo a mí y la abrazo fuertemente —. Gracias.

—¿Por qué me agradeces si se puede saber?

—Por aceptarme así...

—Daniel... también tengo un pasado...

—Y no me interesa en absoluto. Para mí solo importa el tiempo que ha pasado desde el momento en el que te salvé de ser arrollada frente a mi bar.

—Estás loco.

—Sí, locamente enamorado de ti.

—Me va a dar diabetes —dice Sarah pasando por nuestro lado, se pone sus gafas de sol y entra en el auto como toda una diva.

—¡No mames! —dice Aitana estallando en carcajadas.

—Cuidado con esa boquita, novia mía.

—Ya vas a empezar.

Nunca es Suficiente, Serie LOCO AMOR 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora