Atenea y Hefesto fascinadas miraban las obras de los enanos, los dvergar o elfos oscuros, eran increíbles en la forja e inventores, habían creado las armas más importantes, el collar de Freya Brisingamen, la lanza de Odín y el jabalí dorado de Frey entre otras cosas.
Las dos diosas fueron a verlos y quedaron impresionadas, los enanos orgullosos inventores también se quedaron impresionados con las diosas, sobre todo con Hefesto, una herrera y forjadora como ellos.
La diosa herrera forjó una poderosa armadura resistente a las más altas presiones y temperaturas que les encantó a los enanos, Atenea tejió una capa que ninguna espada o flecha podía atravesar.
Las dos griegas aprendieron nuevas técnicas de los enanos y viceversa, hasta quedaban en una taberna para beber y se reían.
Pero no todo era diversión una noche que estaban cenando Dionisio uno delos Olímpicos más jóvenes reparó en una estatua de un hombre joven.
—¿Quién es?—
Poseidón se movió incómodo en su asiento y Odín estaba mirando fijo algo lejano con su único ojo y Frigg se quedó helada como el hielo en su trono.
—Nuestro hijo Balder, hace un tiempo que murió—
Un escalofrío recorrió la fila de los dioses griegos, no era habitual que un dios muriera pero para los nórdicos desgraciadamente era algo que conocían muy bien algunos tenían una sentencia sobre sus cabezas debido a una profecía el Ragnarok.
—Es cierto Frigg, Odín sentimos mucho los de sus hijos—
El padre de todos asintió pero Frigg frunció el ceño y sus ojos mostraron a la fría guerrera que contaban las leyendas.
—¿Hijos?Creo que sólo tengo que lamentar a un hijo Zeus el otro lo mató—
Atenea frunció el ceño.
—Por lo que tengo entendido su hijo murió asesinado por su gemelo pero por los engaños de Loki—
Ante la mención del dios de las trampas los Aesir murmuraron entre ellos y la expresión de algunos se volvió salvaje y feroz como si tuvieran delante al traidor.
—¡Es lo mismo Hod lo mató junto a ese desgraciado de Loki!—la reina tomó un poco de hidromiel y continuó—Balder había estado teniendo pesadillas sobre su muerte y yo puedo leer los sueños sabía lo que sucedería y yo para protegerle recorrí cada rincón de cada reino desde Midgar hasta Helheim e hice jurar a cada ser vivo u objeto que no dañarían a mi hijo—
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Fuego Incandescente
RomanceTodos los dioses son considerados perfectos, bellos o simplemente divinos y esplendorosos a la vista cualquier mortal queda deslumbrado por su belleza y encantos. Menos una, quien les demostrará lo que vale y enfrentarse a un mundo de hipocresía y f...