Hera gritaba sin parar hasta que se le saltaban las lágrimas ¿cuanto tiempo llevaba allí soportando esta tortura? Había perdido la cuenta.
Estaba sola.
Ahora más que nunca era consciente, después de ver a esa misteriosa diosa a los ojos y ver su alma lo sabía pero ahora era consciente más que nunca.
Olimpo.
Zeus para dar ejemplo había conjurado una enorme imagen donde se veía a Hera sufriendo su castigo, así ni siquiera su reina podrían enfurecerlo sin consecuencias.
Démeter, Hestia y Poseidon observaban tristes la suerte de su hermana y esperaban que terminara pronto pues nadie se atrevería a desafiar a Zeus.
O eso pensaban.
Artemisa dio un grito ahogado llamando la atención de su gemelo.
-¿Que ocurre Artemi...-pero no pudo terminar la frase al ver la imagen y una nueva persona aparecía en él.
Zeus mismo estaba incrédulo no, ella no lo haría y Atenea palideció con temor por esa persona.
Hera miraba dolorida el Caos debajo de ella, le pareció oír unos ruidos pero pensó que su mente cansada y torturada lo estaba imaginando.
Pero para su sorpresa suspendida de unos cables y correas y acercándose poco a poco hacía ella estaba una figura con una armadura muy familiar.
Hefesto.
La diosa de la forja no sabía porqué estaba aquí, bueno en parte sí ya no soportaba los gritos de su madre y al ver cómo era abandonada por Ares y Enyo a su suerte fue la gota que colmó el baso.
El castigo era demasiado severo y aunque su madre a pesar de como es y de los crímenes que había cometido. Lo hacia por el dolor que le infligía su esposo y era demasiado esta tortura, y una cosa que Hefi se juró así misma desde hace mucho es que ella sería mejor persona que su madre y los otros dioses.
Así que en su carro fue hacía el Caos con cuidado de que no la viera nadie y armándose con distintas correas de suspensión y herramientas fue a rescatar a su madre. Sabía que esto provocaría la furia de Zeus pero se ocuparía de eso más tarde ahora debía rescatar a Hera.
her miró a su hija, que no había visto en años, acercarse hasta estar a su lado. Hefesto con cuidado la sujetó a ella mientras fue liberándola de sus ataduras. Una vez echo la diosa herrera con su madre a cuestas dejaron el lugar.
Hefi llevaba a su madre en brazos hacía Hebe y Eileithyia las diosas abrazaron a su madre y hermana.
-Llevaos a madre a un lugar seguro para que se recupere-
-Pero hermana ¿que harás tú? ¡la ira de padre será terrible!-Eileithyia estaba aterrada por lo que padre le haría a Hefi.
-Ven con nosotros Hefi te esconderemos hasta que se calme-Hebe cogió la mano enguantada de su hermana.
Pero Hefesto aparto con suavidad la mano de la diosa de la juventud.
-No puedo, eso incurriría más en la ira de padre, no quiero que lo pague también con vosotras me enfrentaré a mi castigo sea cual sea ahora marchaos antes de que Zeus venga-
Ambas diosas no querían dejar sola a su hermana para enfrentarse a la ira del rey de los dioses, sabían lo terrible que era sobre todo si le desobedecían. Pero la otra diosa insistió, Hera aún herida y aturdida por su dura prueba solo vio a Hefesto alejarse antes de caer inconsciente.
Hefesto se sentó sobre una roca con las piernas cruzadas y las manos en las rodillas, sabía que la ira de padre sería terrible pero lo afrontaría.
Zeus irrumpió en el lugar viendo a su hija mirando el paisaje tormentoso, como si solo estuviera pasando un rato tranquilo eso lo enfureció más.
-¿Quién te dio derecho a liberar a Hera? Después de todo lo que hice por ti-su voz era fría y contundente.
Hefesto se estremeció pero no lo dejó notar y se limitó a levantarse para estar cara a cara ante su padre.
-Padre no podía dejarla así, ella a echo muchas cosas horribles pero aquí nadie es inocente tú deberías saberlo-
Zeus se quedó callado unos horribles segundos para volver con toda su fuerza agarrando del peto a Hefi sin que ella opusiera la menor resistencia.
-No seas impertinente muchacha-pero sonrió se una forma fría-Aprenderás a no volver a cuestionarme-
A continuación sin que Hefesto pudiera hacer nada Zeus la lanzó por los aires más allá del monte donde a lo lejos se oyó un horrible estrépito del impacto al aterrizar.
-¡PADRE NO! ¿¡QUE HAS ECHO!?-Atenea se precipitó hacia el lugar donde Zeus había lanzado a su hermana se habría caído de no ser por Artemisa y Hestia que la agarraron a tiempo.
Hermes apareció en el lugar y por primera vez el rey de los dioses vio como su leal hijo lo miraba con odio y asco, lo mismo por los demás su hermana mayor lo veía horrorizada, no veía esa mirada desde Cronos.
Cuando la bruma de la rabia se fue se dio cuenta del alcance de lo que había echo.
Por Caos ¿que e echo? Había echo precisamente lo que nunca juró hacer, ser como su padre y hacer daño a Hefesto, el rey de los dioses aunque arrogante y orgulloso por primera vez en mucho tiempo sintió pesar y vergüenza.
El Olimpo.
Enyo se reía de la desgracia de su hermana mientras Ares estaba sin palabras procesando lo ocurrido.
Afrodito estaba en conflicto, sorpresa, ira, satisfacción y horror es lo que sentía odiaba a su esposa pero no quería eso, quería vengarse de ella personalmente pero nunca quiso que la diosa pasara por lo mismo que sufrió por culpa de Hera.
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Fuego Incandescente
RomanceTodos los dioses son considerados perfectos, bellos o simplemente divinos y esplendorosos a la vista cualquier mortal queda deslumbrado por su belleza y encantos. Menos una, quien les demostrará lo que vale y enfrentarse a un mundo de hipocresía y f...