Ares fue al hogar del rey en busca del dios de la muerte, en cierto sentido respetaba al hijo de Nyx ambos solían encontrarse en los campos de batalla y daba muertes pacíficas a sus hombres pero no le gustaba que hiciera lo mismo en el otro bando.
—¿Donde se habrá metido?—
Derribó la puerta del palacio sin importarle el alboroto que originara fue a cada una de las habitaciones espantando a los criados y guardias.
—¡THANATOS! ¿¡DONDE EN EL TÁRTARO ESTÁS!?—
Buscó hasta que fue a las habitaciones reales encontrando al dios ctonian encadenado debajo de la cama.
—¿En serio Thanatos? ¿dominado por un simple mortal y escondido debajo de la cama? Es patético—pero rompió las cadenas liberándolo.
—No te burles Ares ese mortal es muy astuto y desde luego engañaría a alguien como tú—
Ares entrecerró los ojos hacia su compañero pero ambos fueron interrumpidos con la llegada del rey , Sisifo al ver a ambos dioses intento dar un sin fin de excusas y mentiras, Ares tenía que reconocérselo, ese rey si tenía una lengua de plata.
Sisifo no tardó en ir al inframundo a manos de las dos furiosas deidades.
Gracias a Ares la muerte volvió de forma natural y el equilibrio en el universo volvió a su cauce, Hefesto sabía que su hermano no lo hizo por desinterés pero se sentía agradecida de todas formas, Thanatos era amigo suyo y una figura de hermano mayor para Kyoko así que sentía que se lo debía.
Pero desgraciadamente no fue lo último que escucharon de Sisifo el astuto rey antes de morir le dijo a su esposa que cuando él se marchase no ofreciera el sacrificio habitual a los muertos y ella así lo hizo, así que en el inframundo le dijo a Perséfone que su esposa no hizo los ritos funerarios apropiados, la reina decidió permitirle ir al mundo de los vivos.
Ares fue a buscarlo, en esa ocasión los olímpicos estaban hartos de ese molesto mortal buscó en su palacio y en el reino hasta que Artemisa una experta rastreadora le indicó un rastro, esta vez haría sufrir a ese bastardo.
Lo que no esperaba era encontrarlo en el suelo echo un ovillo sobre sí mismo mientras suplicaba, delante de él montada en un perro autómata había una niña y por la descripción supo quien era, la niña que aterrorizó a Apolo y las musas y dejó afectada a Hera. Furioso sacó su espada dispuesto a hacerle pagar por lo que le hizo a su madre.
Qué suerte encontrarme con dos fugitivos que desteto. Sonriendo se aproximo en silencio para cogerla desprevenida pero para su desgracia Kyoko supo de él desde hacía tiempo. Al ser ciega su oído era más agudo que hasta el de un inmortal y su perro también pudo olerlo y oírlo también.
Ares ni siquiera tuvo tiempo de cerrar los ojos cuando esa mocosa de repente se volvió y lo miró directamente a los ojos.
Flashback
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Fuego Incandescente
RomanceTodos los dioses son considerados perfectos, bellos o simplemente divinos y esplendorosos a la vista cualquier mortal queda deslumbrado por su belleza y encantos. Menos una, quien les demostrará lo que vale y enfrentarse a un mundo de hipocresía y f...