Capítulo 27

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El tiempo pasó y  como Afrodito esperaba durante tanto tiempo por fin nació su hijo Eros.


Al ser un dios podía tener hijos de formas inverosímiles el había nacido de los restos de su padre Urano y Atenea nació completamente adulta de la cabeza abierta de Zeus así que el diera a luz a su hijo no era ninguna novedad.


Eros era adorable y guapo más allá de las palabras, su pelo era rojo como el suyo pero más rebelde como el de su padre Ares, sus ojos eran de un hermoso tono de aguamarina y la piel perfecta y unas hermosas alas blancas plumosas brotaban de su espalda.


Era perfecto.


Este si que era su hijo y no ese engendro, hija de la diosa lisiada que ni siquiera podía volar y era igual de lisiada que su madre, para él ella no era su hija y ella no protesto aunque Hefesto si, le daba igual nunca reconocería a su hija espeluznante como suya.


Con el tiempo se convirtió en un adorable querubín, el dios del amor, que disparaba flechas por doquier, causando de vez en cuando estragos pero Afrodito casi siempre se lo consentía, su pequeño era aun muy joven y estaba aprendiendo. Aunque cuando nació tubo que esconderlo de Zeus debido a que él sabia que ni siquiera él sería inmune a sus flechas y temeroso de que causara estragos quiso deshacerse de él.


Por suerte las Parcas le permitieron vivir y cuando creció ni siquiera Zeus pudo objetar nada pero hubo algo que no le gustó de aquello, fue cuando se enteró de que Kyoko había estado visitando a Eros tubo una fuerte discusión con Hefesto por esto.



Flashback


—¡Dile al engendro de tu hija que se aleje de mi hijo! ¡no la necesita para nada!—


—¡No la llames así sólo quería jugar con él es su hermano y Kyoko quería conocerlo!—


No iba a decir además que eran primos Hefi sabía desde hacía mucho de lo de su esposo con Ares y Enyo pero se lo cayó


Ambos llevaban horas discutiendo Afrodito se enteró de que su hijo Eros era visitado con frecuencia por esa maldita niña y Hefesto estar furioso era quedarse corto con lo que sentía en realidad.


—No es su hermano al igual que no tiene nada que ver contigo así que tú y tu hija alejaos de él—



Fin del flashback


No dejaría que esas dos influyeran mal en su hijo y lo contaminaran por eso siempre lo tenía a su vista, la verdad es que su control sobre Eros era comparable con el que Démeter tenía con Perséfone y el pobre Eros apenas tenía algo de libertad.


Recordaba vagamente a una niña de ojos nublados y una mujer con armadura pero siempre que lo mencionaba su padre se enfurecía y casi a gritos le decía que solo eran pesadillas de gente mala.

Fuego IncandescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora