Isabela
—Lola. — la mire formando un puchero. — ¿Estas segura que no queres ir con nosotros?
—Demasiado segura. — respondió.
Desde nuestra gran salida de la fiesta, todo el camino a casa de Lola estuvimos insistiéndole que venga con nosotros a la playa, pero mi amiga no daba el brazo a torcer, sospecho que esto tiene que ver con la repentina desaparición de mi hermano con su ex novia o lo que sea.
Mi cabeza no está demasiado bien para pensar con claridad, pero lo que sé muy bien, es que Alex es un idiota. Sigo recordando nuestra conversación y su confesión sobre Lola, no entiendo como es que se va de la fiesta con esa chica que esta claro que ya no la quiere de esa manera.
Teo aparco el auto y salió de el sin decir nada, esta definitivamente no es la casa de Lola. Gire mi cabeza para mirar a mis amigos que se encontraban igual de confusos. Lo vimos por la ventana entrar a un autoservicio y salir de el con una bolsa, sin prisa alguna, se subió nuevamente al auto y lo encendió sin decir nada.
Detesto cuando Teo se pone en modo misterioso, no le va bien con el papel de pesado que tiene.
En mi cabeza se veía bien la idea de molestarlo, picoteando su mejilla con mi dedo, hasta que el grandísimo idiota giro rápidamente su cabeza y tomo mi dedo con sus dientes para morderlo, ahogue un grito de dolor al sentirlo y fulmine a mis amigos con la mirada al escuchar su carcajada.
Cuando llegamos a la casa de Lola, Teo paro el auto y se dio vuelta para mirarla y entregarle la bolsa con la que había salido del autoservicio.
—Alex es un idiota. — rompió el silencio mirándola a Lola. — Pero no hay duda que le gustas. — sonrió amablemente. — No tienes que fingir ser fuerte, ahí tienes lo necesario para un corazón roto.
—Pensé que eras un idiota. — confeso Lola mirándolo con los ojos abiertos.
— Solo con la gente que no me agrada.
—Gracias Teo. — dijo mi amiga con una gran sonrisa.
Lola se despidió de todos nosotros, sin antes, de unas cuantas insistencias más por parte de Luka y Ema, que la verdad eran muy buenos para convencer a las personas y casi que tienen suerte, pero ella decidió que lo mejor era volver a su casa, comer chocolates y dormir.
— ¿Ustedes dicen que le va abrir la puerta? — interrogo Teo.
— ¿Cómo sabes que Alex va a venir? — pregunte
—Porque lo estoy viendo.
Gire rápidamente mi cabeza hacia la casa de Lola para ver a mi hermano sentado en su entrada, esperando que ella se acerque a su lado, sentí los rostros de Luka y Ema pasar hacia delante para ver la penosa escena de Alex, que desde lejos se notaba la tristeza en su rostro.
Como hermana en lo único que puedo pensar es en salir y abrazarlo mucho, porque conociendo a mi amiga se la va a poner demasiado difícil, pero como amiga, deseo que Lola lo haga sufrir un poco, antes de dar el brazo a torcer.
Entiendo sus dudas y el querer intentarlo nuevamente con una persona que él quiso mucho en el pasado, pero no defiendo el como lo hizo, sin importarle en lo absoluto los sentimientos de Lola que estuvo con él todo este tiempo y tenía que darla por perdida, para darse cuenta lo mucho que le gusta, solo puedo pensar que se lo merece como idiota.
Pero no lo voy a crucificar demasiado por el simple caso que Teo, a mí me la hizo demasiado difícil también y sin embargo acá estamos, tratando de que lo nuestro sea lo más lindo posible.
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Dos metros lejos
RomanceIsabela guardó con cariño la pelota de vóley que él le obsequió años atrás, aferrándose a la esperanza de volver a verlo algún día. Teo, por su parte, ha relegado ese recuerdo al rincón más profundo de su mente y no recuerda a Isabela. Hizo una prom...