Capitulo 30: El botón

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Isabela

Baje las escaleras con mucha pereza, directo a la salida de mi casa, para encontrarme afuera a mi hermano y Teo, listos para ir al colegio.

Estar despierta todo el maldito domingo me dejo un cansancio infernal, haciendo que hoy, lunes por la mañana, Alex entre a mí cuarto unas quince veces para pedirme, ya a lo último, de muy mala manera que me levantara de la cama de una puta vez.

Se me hace imposible seguir el ritmo de conversación que tienen ellos. No entiendo cómo es que Teo este como si hubiera dormido como un rey, cuando tenemos las mismas horas de sueño, quedarme hasta tarde hablando con él por mensaje, tampoco fue una buena idea, pero como se le puede decir que no, cuando aprovecha su atractivo y no deja de mandar fotos formando un puchero.

Me frote nuevamente los ojos cristalizados por los tantos bostezos que di en solo dos cuadras, cuando sentí mi celular vibrar, al sacarlo me sorprendí mucho con la notificación que aparecía. Un mensaje de Isaac, me apresure abrirlo para ver de qué se trataba. El, como siempre, misterioso hasta para escribir mensajes; "¿Puedes platicar conmigo cuando llegues al colegio?".

Al terminar de leer su mensaje, un miedo creció, invadiendo todo mi cuerpo y si se enteró lo de Teo, por eso quiere hablar conmigo para déjame en claro lo mucho que me odia.

No tengo intenciones de perder a Isaac, lo aprecio demasiado para que se vaya de mi vida.

Lo hubieras pensando antes.

Si, si tan solo hubiera decidido decirle toda la verdad desde un principio, el quizás, con el tiempo me llegaría a entender.

Tome nuevamente mi celular para preguntarle de que es lo que quiere hablar conmigo tan urgente, por un lado también me preocupa que algo llegara a pasarle. El no tardó mucho en responderme y al leer su mensaje, sentí un feo malestar en el pecho.

"Extraño pasar tiempo contigo pequeña"

De un día para otro solo desaparecí, poniendo una pared entre nosotros, como si Isaac necesitara de mis límites. El siempre cumplió todos mis deseos a la perfección. Lo único que hice fue traicionar su confianza y dejarlo un lado, cuando también disfruto pasar tiempo con él.

Estoy segura que Isaac no le gustaría escuchar lo que pienso, sé que lo voy a lastimar el día que le confíense que a mí también me gusta pasar tiempo con mi amigo. Otra mentira más para guardarle a Isaac, solo se van acumulando y estoy segura que un día de estos, solo voy a explotar de guardarme tanto para mí.

— ¿Con quién platicas tan temprano? — curioseo mi hermano.

Él no quiere saber con quién hablo, el solo quiere saber si estoy hablando con Lola sobre él, para sacarme información y está demasiado equivocado.

—Isaac me escribió. — respondí con tristeza.

— ¿Está todo bien? — pregunto nuevamente Alex.

—Sí, solo, me di cuenta de algo un poco tarde.

—Es Isaac, sea lo que sea, va a estar todo bien mocosa. — la voz serena de Teo me sorprendió demasiado.

Levante de golpe mi rostro para encontrarme una pequeña sonrisa en su rostro, eso hizo que tranquilice mis pensamientos de tortura sobre lo mal que me comporte con Isaac durante este tiempo.

Dirigí nuevamente mi vista a mi hermano para encontrármelo con su vista pegada a su celular.

Esto está mal, pero necesito sentir su apoyo, deje caer mis brazos y tome la mano de Teo para entrelazarla con la mía, cuando sentí sus dedos apretando su agarre logre relajarme al cien por ciento, solo él puede brindarme esa paz. Fueron pequeños segundos, hasta que nuevamente nos soltamos.

Dos metros lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora