Capitulo 36: Acompañarse

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Isabela

Es la primera vez, desde que llegue a España, que veo a mi hermano conducir el auto de una manera tan poco prudente, en todo su rostro se nota el terror que siente en cada segundo que pasa.

Espero que lleguemos a tiempo al hospital, no puedo imaginar lo que deben estar sintiendo allí.

No alcance a tomar mi celular, que solo corrí rápidamente al auto con Alex e Isaac, este último decidió venir con nosotros y llegar todos juntos. Además mi hermano, le prohibió manejar a Isaac en el estado que se encontraba, de los tres, era el que peor cara llevaba, pero Alex tampoco es la mejor opción para estar manejando un automóvil en estos momentos.

Después de todo se trata de su mejor amigo...

En cuestión de diez minutos llegamos al hospital, cuando dije que Alex iba realmente rápido, estaba en lo cierto.

Agradezco que lleguemos en una sola pieza.

Cuando entramos al hospital, rápidamente visualizamos de lejos a la familia de Teo y sin decir absolutamente una palabra nos encaminamos hacia donde se encontraban ellos, que al vernos comenzaron a negar con tristeza sus cabezas.

Llegamos tarde.

El grito ahogado de nuestro amigo se escuchó por todo el pasillo y estoy segura que gran parte del hospital también lo oyó.

Teo se encontraba arrodillado en suelo con Luka en sus brazos, que no dejaba de largar gritos ahogados llenos de sufrimiento y tan solo oír su voz totalmente rota, me termino por romper el corazón.

Él no se merece nada de esto.

Mi vista se chocó con la presencia de Paula, la hermana de Teo, a un lado de ellos, con un niño aferrado a su abdomen, debe de tratarse del hermano pequeño de Luka, por lo que tengo entendido la familia de Teo siempre estuvo en contacto con la pequeña familia de Luka.

Alex e Isaac no dudaron en correr hacia sus amigos y dejarse caer con ellos en el suelo, envolviendo a Luka en un gran abrazo.

Voltee mi cabeza para encontrarme con Ema entrando al hospital de pijama y sin ningún calzado puesto con su rostro totalmente contraído, me encamine hacia ella para darle la terrible noticia.

— ¿Dónde está Luka, Isa? — interrogo ni bien llego a mi lado.

—Está doblando en la esquina... — murmure. — Su abuela falleció.

— ¿Qué debemos hacer? — pregunto apenada.

—Acompañarlo amiga.

Tome su mano y juntas, comenzamos a caminar para donde se encontraba Luka. Al llegar a ellos, mi amiga me soltó de su agarre y apoyo su mano en la espalda de mi amigo, acariciándolo suavemente. Era la única parte que se veía de Luka, ya que tenía a todos sus amigos a un lado de él.

Luka se despegó de sus amigos al notar la presencia de Ema y sin decir nada se arrojó a ella, como si de un niño se tratara, mi amiga lo recibió con sus brazos bien abiertos y el no dudo en rodearla, apoyando su cabeza en el hombro de Ema. Lentamente el comenzó a calmarse mientras que mi amiga le susurraba algunas palabras difíciles de entender.

Vi a Teo desaparecer por la esquina del pasillo y a mi hermano e Isaac, quedarse a un lado de Luka.

Decidí seguir a Teo, me preocupa lo que esté pensando en estos momentos. El siempre trato y trata de cuidar a Luka y en esto, que es totalmente impredecible, no puede hacer más que quedarse a su lado.

Cuando llegue a él, me dedico una pequeña mirada, mientras se apoyaba en la pared, me acerque a su lado e imite su acto. Nos quedamos varios segundos callados, solo respirando con nuestros ojos pegados a la pared que teníamos al frente.

Dos metros lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora