Marinette es la CEO de Miraculous, la casa de modas que diseña lencería fina. Está casada con el cantante compositor Luka Couffaine, con quien tiene una hija que está incursionando en la industria de la música.
La talentosa diseñadora jamás supero...
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Viernes a la noche. Han pasado muchas cosas en tan corto tiempo. Acepté el chantaje de Damien a cambio de sexo, porque no hay otra palabra para referirse a ello. Deje de ver a Adrien en Damien. Me he limité a conseguir placer a cambio de un tiempo más...estable.
Una víctima de sus errores.
Soné mi nariz con el pañuelo desechable, estaba hecha un valle de lágrimas. No era para menos; sobre la cama frente a mí, se encontraba aquella nota a medio armar que, tenía la clave para estar un paso delante de mí chantajista. Sin embargo, no lograba encajar ninguno de los pedazos de papel restantes.
Mi trastorno está activado.
No tenía a nadie a quién acudir para terminar de unir las piezas, alguien de confianza, que no le diga a Damien que tengo esta nota. Alya tenía mejores cosas que hacer y Kagami, desde que le grite, se ha dedicado a lo suyo limitando nuestras interacciones. Abracé mis piernas y oculté mi rostro entre mis rodillas con frustración.
A mis padres les deje fuera de todo este problema. Ellos lidiaron con esto cuando era joven, son mayores, ya no están para que les preocupe y perjudique su salud.
Coronando mi semana, estaba las nulas conversaciones con mi hija. Lo único que recibí de ella fue una nota de voz. Suzette sonaba eufórica, me explicó la nueva locación de su video clip. Ansiosa por hablar con ella, marque a su número, obteniendo nada. De Luka ≪ese esposo que prometió velar por mí al despedirse en el aeropuerto≫ no he recibido más que un simple correo lleno de fotos de las modificaciones que están realizando al edificio de las oficinas de Stone Couffaine.
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Me incorporé de la cama de Suzette, levanté los papelitos armados y los faltantes para ocultarlos en la cómoda. Debo resolver una cosa a la vez y para ello, debo mantener mi trastorno a raya. Salí de la alcoba rumbo a la habitación matrimonial, en el camino saqué mi móvil, enviando un mensaje.
Marinette_8:00pm:Nos vemos donde siempre.
Pesé a la humillación que recibí con "su castigo" seguía usando a Damien. Tal como lo dije, era solo sexo. El sonido de notificación llegó, justo cuando ingresé a la alcoba matrimonial.
Damien_8:02pm:No puedo, tengo que estudiar para mis exámenes.
—¿Qué se cree? — marqué a su número. El muy idiota de Kozlov no contestó—¡tenemos un trato! —arrojé mi celular al mullido colchón matrimonial—cumplí con mi parte, le di la maldita línea que pidió.
¡Soy una estúpida confiada!
Damien obtuvo lo que quería y, puede seguir usando ese maldito video en mi contra, mientras yo, debo resignarme a lo que sea.