Marinette es la CEO de Miraculous, la casa de modas que diseña lencería fina. Está casada con el cantante compositor Luka Couffaine, con quien tiene una hija que está incursionando en la industria de la música.
La talentosa diseñadora jamás supero...
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Pasaron tres días desde que besé a Damien imaginando a Adrien.
Koslov es idéntico a su padre, pero no es su padre.
Por ello: al día siguiente puse tierra de por medio entre él y yo. Lo envié a la bodega junto a la tal Bernardette; para que hicieran el inventario de los materiales usados en la temporada pasada.
Sin embargo, en ocasiones; coincidimos en la cafetería de empleados o en la recepción. Damien intenta conversar conmigo y es ahí cuando lo esquivo con astucia; excusándome que tengo una reunion y llevo prisa.
Soy consciente que le debo al chico una explicación y, busco las palabras adecuadas para hacerlo.
Tienes un gran parecido a tú padre y por eso, se me antojo besarte...
No, así no.
Conocí a tu padre, eres idéntico a él... por eso te besé.
No, así tampoco.
Traes contigo un objeto muy especial, se lo di a tu padre hace muchos años...
¡No, eso es peor! No soy una anciana, apenas tengo 38 años.
Alboroto mis cabellos por lo frustrada que me siento con el tema.
Debo encontrar la forma de aclarar esto.
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—¡Zarzamora, me alegro mucho por ti! —. Aplaudo entusiasmada frente a mi laptop.
Estoy en mi casa, aprovechando mis dos horas de almuerzo para conversar con mis amores.
—¡Gracias Mami! — exclama, mi pequeña azabache de mechas rojas, con una enorme sonrisa en los labios. El brillo en sus ojos demuestra lo mucho que significa este logró en su carrera—¡Haré un videoclip de mi canción! ¿Puedes creerlo? —Se subió a la silla y comenzó a dar brincos.
—¡Cuidado Susi!—Luka está a su lado, cubre su rostro, por los movimientos exagerados de nuestra hija. Me rio por lo tierno que ambos se ven.
—Papi me ayudó con la música —. Suzette baja de la silla y se cuelga del cuello de su padre.
A este paso, mi hija me hará viuda.
—Zarzamora, tranquila vas a lastimar a...—. Mi oración quedó a medias. Luka abrazó a nuestra hija y ambos ríen.
Me siento excluida.
Ellos estan juntos, podían abrazarse. Bajé la vista, rogando que las lágrimas que empañan mi visión, no se noten.
Quiero abrazar a mi hija.
Quiero refugiarme en los brazos y labios de mi esposo... y no puedo.
