Marinette es la CEO de Miraculous, la casa de modas que diseña lencería fina. Está casada con el cantante compositor Luka Couffaine, con quien tiene una hija que está incursionando en la industria de la música.
La talentosa diseñadora jamás supero...
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El sábado a la mañana, les pedí a mi terapeuta y psiquiatra hablar con Suzette. El día de ayer comenzó el juicio y creí conveniente hacer una videollamada con ella. No seré la persona más sensata en este momento, pero, prometí estar para ella.
—Es mi culpa, que el juicio se alargue. Debí especificar tantas cosas—Suzette estaba desahogándose—Recién ahora recuerdo que fue Jagged quién me ofreció las dos pastillas de modafinilo y, yo le dije a la jueza que fui yo quien decidió aumentar la dosis.
Ella no tendría que estar pasando por esto, ese vejete es quién tendría que estar de rodillas pidiendo perdón y asumiendo la culpa.
No provocando que su víctima se sienta desesperada por la culpa.
—Fue unos días después del incidente en el apartamento. Me puse muy mal por el impacto de la escena de destrozos ¿Cómo pude olvidar algo tan importante?
—Suzette, estás pasando por eventos muy fuertes en tú vida. Culparte por olvidar ese detalle, después de haber estado en coma, es bastante cruel para contigo misma—He aprendido a ser consiente de cómo una conmoción puede perjudicar nuestra percepción—Pararte en el estrado a dar tú testimonio, es de valientes.
—Lo dices por compasión.
—Te equivocas, lo digo porque esto en sí es un desafió. Tú aún te encuentras en recuperación, lidiaste con meses muy difíciles, pero también, cargados de obstáculos superados—. Suzette abrazó su almohada, su actitud es desconfiada—El juicio se extiende por diversos motivos. Son muchos puntos los que tengo entendido, deben abordarse. En un día, sería imposible que se completen—Ella hizo el rostro a un lado y noté su melancolía—¿Qué ocurre?
—Lo que dices puede ser muy bonito y motivarían a cualquiera, pero, papá continuo en la carcel...—Comprendo su frustración—Si los testimonios no convencen a la jueza, Jagged saldrá libre y papá seguirá en la carcel...Tengo miedo de que eso, se haga realidad.
—Zarzamora—nombré. Ella regresó su vista perpleja—. La situación de tú padre es preocupante, él también dio su testimonio y, confió en que la ley impartirá justicia a quién lo merece.
Fue lo mejor que se me ocurrió, la probabilidad de no ver más a Luka me sobrepasa...pesé a lo que está pasando entre nosotros, me pone mal lo que está enfrentando solo.
Porque duele demasiado la traición de un padre y...lo que yo le hice también.
—¿Me llamaste por mi sobrenombre? —La voz de Suzette me devuelve al momento.
—Si, lo hice...—Incrédula, afirmé.
—Me reconoces...—Ella sonrió—Esto es extraño, estamos hablando de mi papá y estaba triste y ahora...estoy feliz...Porque comienzas a reconocerme.
