Marinette es la CEO de Miraculous, la casa de modas que diseña lencería fina. Está casada con el cantante compositor Luka Couffaine, con quien tiene una hija que está incursionando en la industria de la música.
La talentosa diseñadora jamás supero...
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Una a una abrí las carpetas en mi ordenador, reviso minuciosamente dos veces de ser posible.
—¡Carajo! ¿Dónde lo guarde? —abandoné el computador para ir por mi Tablet, en la cual repetí la misma acción sin obtener resultado alguno—¡Dónde respalde ese maldito video! —. Chasquee mis nudillos, asimilando lo evidente
¡No tengo un respaldo del video!
Recliné mi asiento, insultándome mentalmente por no haber hecho una copia de los documentos de mi antiguo celular. Antes que el desánimo me gane, recordé que Joséphine tiene una copia de este. Sin tiempo que perder, saqué mi nuevo dispositivo y le envié un texto.
Damien_7:00am: ¿Estás en París? ¿Cuándo podemos vernos?
Joséphine_7:02: Regresé ayer por la noche. Tengo tareas y trabajos pendientes del instituto. El apartamento no está disponible, tendré una visita y debo ordenarlo. Te contacto cuando este libre.
Me vi obligado a desistir de pedir el video, por su respuesta.
—Damien—escuché a mi abuela del otro lado de la puerta—baja a desayunar.
—Enseguida bajo, abuela Nathy—fui por mi bandolera y salí de mi cuarto. Al bajar al comedor, mi abuela ya me esperaba para desayunar.
—Tendrás mucho trabajo acumulado y tareas por hacer, ahora que te incorporas de nuevo a tus labores diarias—habló, acomodando sus gafas sobre el puente de su nariz.
—En el trabajo debo coordinarme con Fei para la agenda de mi jefa—mi nefasta jefa—y en IFA pediré a los profesores me otorguen trabajos extra, además de las anotaciones de las clases que perdí.
—¿No consultas a tus compañeros?
—Prefiero ir directo a la fuente—Frederick y Bernadette no eran de fiar y el resto de los compañeros por igual—¿El abuelo no desayunara con nosotros? —de reojo vi la puerta de su despacho cerrada—¿Se encuentra bien?
—Tú abuelo está bien. Después de la semana de la moda, hay asuntos que atender. En Miraculous tendrás más trabajo que antes, por dicha razón.
—Puedo ayudarlo cuando terminé mi jornada—propuse, así aprendería de una leyenda de la moda. Pasando tiempo con mi abuelo.
—No estás en un nivel óptimo—su franqueza fue una cruel verdad.
—Si él me da la oportunidad, bien podría...
—Tienes responsabilidades que requieren del cien por ciento de tú concentración. Mejora eso—dejó el cubierto sobre su plato—Damien, tu rendimiento en el trabajo y tus notas lo reflejaran—puntualizó, bebiendo su café.
Prefería no decir nada. Creía que con la noticia de mi línea de diseño manufacturada por Miraculous, sería suficiente para que mi abuelo me considerara su aprendiz. Con el semblante desalentado acabé mi comida y me marché.
