Capitulo III -. Shisui

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Nada iba normal para el Uchiha, oía murmuros, notaba las miradas burlescas hacia él y todo lucía bastante extraño a su parecer. La gente se acercaba demasiado mientras disimulaba que pasaba por ahí solamente, aunque estuviese casi carcajeandose.

Estaba muy preocupado, ¿Cómo debería reaccionar? ¿Qué debía hacer?

Deidara vió lo decaído que estaba, también vió la razón.

—¿Es por lo que dicen todos, no? —la noticia y todos los rumores habían llegado a los oídos del rubio.

—... —se quedó un silencio cortante mientras su cara se hundía entre sus brazos.

—Itachi... —suspiró acomodando su brazos hacia un lado. Levantó su carita deprimida con uno de sus dedos y lo miró.

—¿A qué te refieres con 'lo que dicen todos'...?

—Ahora todos saben qué es "lo que quieres" y se ríen de ti. Eso es lo que murmuran. Ah, y también te llaman... Bueno...

—¿Cómo me llaman...?

—¿En serio quieres saber? —expresó su preocupación.

—Si nunca lo sé por ti lo sabré por ellos.

—Que eres un fácil. Dicen que podrían conquistarte con sólo hablarte bonito y que eres un pervertido, acosador y enfermo por lo que pasó con la chica del otro día.

—Ya veo... Nisiquiera empezé y ya fracasé...

—¿Te rendirás?

—En lo absoluto.

—Bueno, entonces mucho ánimo. Sabes que te ayudaré. —le sonrió para después volver a su lugar. Mentiría si dijera que Deidara no tenía la ligera sospecha de que fue Sasori y que Itachi estaba muy ocupado sufriendo como para pensar en quién habría sido.

...

Al salir junto a Deidara, encontró a Shisui, quien decidió acercarse a ellos. Él era de un grado superior y no solía encontrárselo, hasta parecía evitarlo.

—Hey, ¿Qué tal estás, Itachi? —le preguntó alegre.

—Oh, hola Shisui. Hace tiempo que no te veía. —le sonreía Itachi.

—Tampoco yo. Perdona por desaparecer tanto tiempo. Puedo acompañarte a casa si así lo quieres.

—Claro, sería genial. Deidara podría venir con nosotros, es que siempre somos sólo nosotros y no quisiera abandonarlo.

—Oh, no te preocupes. —miró curioso a su acompañante.

—No hay problema. —dijo Deidara.

Durante el camino, fue solamente charla entre ambos parientes.

Mal tercio. Así se sentía el único rubio del grupo. —«¿Cuánto falta para llegar...? ¿Desde cuándo el camino es tan largo...?» pensaba deprimido y harto antes de llegar frente a la entrada de la casa de los Uchiha.

—Bueno, ya debo entrar. Nos vemos mañana. —se despedía Itachi.

—¿Puedo pasar a saludar? Digo, no estaría mal ir con mis adorables tíos, ¿No? —dijo Shisui.

—¡Claro, sería todo un honor!

—¡Genial! —el pelinegro mayor entró seguido del menor, dejando a Deidara solo y sin saber qué hacer.

—Ah... —alcanzó a decir con lágrimas en los ojos mientras era dejado atrás por su mejor amigo. Se sentía cambiado, remplazado, como si fuera cualquier cosa. —«Otra vez un mal sentimiento... Supongo que debo dejar a Itachi interactuar con él, al fin y al cabo hace mucho tiempo que no veía a su primo... pero... ¿Por qué me dejó tirado así...?» —sacudió su cabeza ante la megatividad y siguió su camino hasta su casa, aún con el corazón roto por duro rechazo.

Conocía el camino a casa, es cierto.

Siempre se iba solo después de dejar a Itachi en su casa, es cierto.

Lo único que cambió hoy fue la presencia de Shisui. ¿También la actitud de Itachi? Tal vez.

Aún así, no tenía otra opción más que tragar y digerir sin decir nada, estaría exagerando con sus celos y molestando a Itachi, ¿Verdad?

...

—¡Shisui! Qué alegría verte, no esperaba que fueras a pasar por aquí. —le decía Mikoto alegre.

—Sí, lo siento por no haberme aparecido antes a pesar de ir en la misma escuela que Itachi. —sonreía nervioso.

—No hay problema, estoy muy feliz de todas formas. —lo abrazó con fuerza para después besar su mejilla —. ¡Pasa, pasa. La comida ya está lista! —decía Mikoto mientras lo jalaba desde la sala hacia el comedor.

Itachi miraba la escena divertido. Al pensar que Deidara seguía ahí, salió con emoción para recibirlo y dejarlo pasar también.

Ya era demasiado tarde.

Ya no estaba.

—Creo que no quería llegar tarde a casa... —murmuró para sí mismo y volvió a entrar.

El tiempo seguía pasando e Itachi y Shisui pasaron un momento a la habitación de menor para explorar por la curiosidad de Shisui.

—¡Tienes un cuarto muy lindo y ordenado! Me sorprende y no me sorprende viniendo de ti —dijo Shisui observando todo el lugar a su al rededor, finalizado sentándose en el borde de su cama.

—Muchas gracias. —le sonrió amablemente.

—¿Y eso de allá? ¿Qué es? —apuntó hacia la pequeña librería que había formado con sus manga. Un tono rojo se posó sobre las mejillas de Itachi.

—Un pasatiempo mío... —contestó apenado.

—Oh, eso ya lo sabe toda la escuela.

—¿Disculpa? —tenía la curiosidad de qué era lo que sabía sobre eso que tanto le apenaba.

—Están diciendo que buscas pareja como de novela romántica, más específicamente como... ¿Cómo se llamaban esas cosas que leen sólo las chicas tontas?

«¿Sólo chicas tontas...?»

—Ah, shoujo romántico. ¿Es cierto que buscas pareja así?

—No puede ser que haya llegado a ti... —cubrió su rostro con ambas manos y se sentó junto a Shisui para después aventarse en la comodidad de su cama —. Perdona si tuviste que oír eso de mí en... todos lados.

—Bah, yo nunca me reiría de mi dulce primito. Tú sabes que te defendí contra quienes lo rumoreaban.

—¿Y sabes quiénes fueron?

—No, pero quien me lo contó definitivamente no fue quien empezó, yo lo sé. Es un amigo de mucha confianza y sabe cuánto te quiero, no extendería algo así. Tal vez sólo quería que llegara a mis oídos por él y no por otros.

—Ah, ya veo.

—No me gusta que haya pasado eso...

—Está bien, no hace falta que sientas lástima.

—No es lástima, Ita...

—¿Entonces por qué te molesta tanto?

—E-es que eres mi mejor amigo y no quisiera que algo así te derribara... —dijo avergonzado.

× ¡YO TAMBIÉN QUIERO! ×   [DEIITA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora