Capítulo XVII -. Mal tercio

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—¿Y Sasori...? —por más que miraba por todos lados, el rubio no lo encontraba.

—No lo sé, ¿Te dijo adónde iba?

—No. ¿Dónde estará?

—Tal vez debió irse. Aunque no es propio de él hacerlo sin avisar a menos de que haya querido alejar de algo que no le gustó... —al poco tiempo, se dió cuenta —. Ah.

—¿Crees que hayamos hecho algo que le incomodase?

—Probablemente —suspiró —. Lo mejor será averiguar. No sé si quiera su espacio o se sienta ignorado por creer que no nos dimos cuenta de que se fue.

—Sasori es todo un misterio aún para nosotros —sonrió —. Intentaré de ser yo quien le pregunte.

—Es algo injusto, ¿No crees que debería ayudar también yo?

—Tienes razón. Ya veremos qué hacer. —debía admitir que se había decepcionado de sí mismo al haberlo hecho enfadar.

Sasori seguía su camino durante la conversación de ambos. Mentiría si dijera que no creía que separarse para darles un poco de espacio era lo mejor para todos.

Mientras caminaba, rozó hombros con alguien que pasaba por ahí.

—Tsk... —soltó un quejido. Odiaba a ese tipo de personas.

Cuando fue rebasado por un hombre alto de cabellos azabaches; éste miró hacia atrás, facilitando el hecho de que Sasori lo reconociera, ¿Y cómo no lo haría si era el rostro de uno de sus peores enemigos? Siendo el mismísimo Shisui Uchiha.

El pelinegro curioso había notado todo el lenguaje corporal de Sasori. La empatía que usaba a su beneficio de manipulación le hizo pensar que pasaba por un momento donde estaba algo sensible, tal vez por su modo de andar o la expresión en su rostro. Paró en seco y le sonrió al pelirrojo.

—¿Necesitas algo...? —levantó la ceja siendo totalmente indiferente a lo que sea que quisiera de él.

—Te noté algo deprimido, ¿Sabes? Y me dió mucha curiosidad saber el porqué.

—No te interesa. —cuando intentó seguir su camino, fue rápidamente bloqueado por Shisui.

—Oh, vamos. ¿Qué fue lo que te hicieron? De verdad luces molesto.

—Un estúpido bloquea mi camino y me hace preguntas aún más estúpidas, ¿Contento?

—¿En serio? -rió —. No parece haber sido la razón por la que el estúpido haya bloqueado tu camino.

—¿Qué tienes en mi contra? ¿No te fue suficiente con lo que le hiciste a Itachi y a Deidara, bastardo? ¿Por qué quieres ir contra mí?

—¿Contra ti? Estás inventando cosas. Yo sólo quiero ayudarte y sólo exageras con que estoy en tu contra, ¿De dónde sacas eso?

—De todo lo que sé sobre ti hasta ahora.

—No tienes ni idea de quién soy. Si me conocieras, cambiarías de opinión.

—No cambiaré de opinión sobre alguien que hizo lo que hizo. No necesitas seguir aquí atormentándonos, ¿Qué clase de narcisista se obsesiona tanto?

—¿No entiendes que quiero saber qué te sucede? Quiero ayudarte en serio. Me molesta que tengas esa idea sobre mí.

—¿Qué idea? ¿La que diste de ti al jugar con los sentimientos de Itachi y golpear a Deidara para después expulsarlo?

—No, yo soy una persona diferente. Eso es muy antiguo, y no me gusta que expreses todo eso ahora, cuando lo único que quiero es ayudarte.

Ciertamente, hizo callar al pelirrojo. Llegó a pensar que se equivocaba sobre lo que pensaba sobre Shisui, pero recordar los rostros empapados de sus amigos le hizo volver de golpe a la realidad. —No, no quieres ayudarme. Y aún si quisieras, yo no quiero tu ayuda.

—¿Te gustaría ser culpado por algo que hiciste hace mucho? ¿Algo que ya cambiaste en ti?

—No tengo tiempo de hablar contigo. Lárgate ya. —estaba a punto de acceder, pero pudo controlarse, lo empujó e intensificó la fuerza en su caminar. La rabia de saber que ahora trataban de tomarlo a él consumía su mente.

Poco después, recibió una llamada de Itachi. Estaba entre la espada y la pared al no saber si contestar, y aunque le pareciera imposible decidir, optó por responder.

—¿Sasori, estás bien? Te fuiste derrepente y no te encontramos aún.

—Oh, no se preocupen. Sólo quería dar una pequeña vuelta solo. Además de que no quería arruinar su tiempo en pareja.

—¿Tiempo en pareja?

—Se veían tan enamorados que creí ser mal tercio así que decidí dejarlos solos. —sonrió.

—No creas eso y vuelve, por favor...

Soltó un suspiro y accedió. —Bien, perdona haber hecho ésto.

—No, está bien. Perdónanos a nosotros por haberte tratado así. Nos vemos en un rato.

—Nos vemos en un rato —colgó —. Volverá. —le sonrió con esperanza a Deidara.

—¿De veras...?

—Sí, logré convencerlo.

—Somos pésimos amigos. —rió.

—No digas eso, fue un simple error.

—Ojalá nos perdone...

Dicho y hecho, Sasori volvió. Pasaron la tarde juntos. La cercanía que se tenían como amigos los tres era enorme, pero aún seguía el plan de pasar ese punto en cuanto a Itachi y Deidara se refería.

El querer avanzar empujó a Deidara a invitarlo a su casa a estudiar, ya que ambos tenían un importante examen en unos días.

—¡Bienvenido! —lo recibió con alegría.

—Gracias. —le sonrió.

Entraron a la habitación del rubio y se sentaron en el suelo junto a sus mochilas.

—¿Qué te parece si yo leo y tú escuchas? Así será más eficiente. —Deidara sacó el libro de la materia y puso un tema aleatorio.

—Si vamos a estudiar creo que lo mejor sería investigar sobre los temas que dijeron que habrían en el examen, sino, sería lo mismo no haber hecho nada. —rió.

—Ah. ¿Cuál era? —sacó el temario en su libreta y lo leyó rápidamente para después encontrarlo —. Bueno, el tema empie-

—¡Deidara, dice papá que saques la basura! —gritó Kurotsuchi.

—... —se limitó a apretar los puños y a levantarse —. Léelo antes si quieres, pero igual yo lo leeré para ti de nuevo en un rato, ¿Está bien?

—Está bien. —rió por la pequeña escena.

El rubio salió dejándolo solo. Se puso a leer, pero cuando su mirada se desvió un poco notó algunas palabras provenientes de la parte trasera de la libreta de su amigo.

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