—Jaja... —seguía leyendo. De los montones de capítulos que había leído, en montones de ellos pareciera que por fin su amor sería confesado por Dai pero al final cualquier otra cosa lo arruinaba, pero cada vez que avanzaba se daba cuenta de que ésta vez no sería así.
Rió. Le causaba gracia el hecho de que la primera vez que se le ocurría hacer algo así, al autor se le había ocurrido llegar al clímax.
—«"¿Estás bien, Itachi?"» —en su mente, seguía todo cambiado, ¿Quiénes eran Dai e Ima de todas formas?
—«"Hay algo que debo confesarte... Ahora que lo descubrí yo no quisiera aguantarlo... Deidara yo... Estoy muy enamorado de ti, no tienes idea de cuánto. Desde que apareciste no me has dado más que felicidad y al fin me doy cuenta de ello, por fin lo aprecio como debo... Soy un malagradecido por no haberme dado cuenta antes, ¿No? Jeje..."» —el corazón de Itachi se aceleró con rapidéz al pensarse a sí mismo confesando su amor a Deidara —«"Itachi... También te amo"»
—La diferencia es que yo no estoy enamorado de Deidara. Ésto es sólo ficción. —soltó un suspiro y siguió. La escena siguiente era un cálido y hermoso beso; pero al verlo, con las mejillas de un tono de rojo muy marcado, el pelinegro cerró al instante su libro y lo tiró por cualquier parte. Cubrió su rostro con sus manos y se arropó —. El sueño me afectó el cerebro. Yo lo sé... —murmuró.
...
Despertaba e iba a la escuela como de costumbre, pero al ver a Deidara se volteaba para no verlo. Ésto hería mucho al rubio, que no entendía nada. Itachi aún seguía pensando en lo que imaginó aquella noche de ensueño.
El rubio se había hartado de eso. —¿Qué sucede contigo? ¿Por qué me ignoras así...? —Deidara había logrado dejarlo sin salida, ya que lo tomó con fuerza del brazo, Itachi sólo tenía la opción de responder o soltarse.
—No puedo decirte. — dijo firme, tomando la segunda opción.
—Deja de evadirme, por favor. —volvió a jalarlo, pero esta vez, para acorralarlo contra la pared. El pelinegro se derretía al ver el aura dominante del rubio. Éste parecía muy preocupado, pero no podía evitar pensar y sentir su cercanía como algo más allá de sólo querer una explicación —. Quiero saber... ¿Qué fue lo que hize mal? No quisiera lastimarte, dímelo y no lo volveré a hacer... —dijo con voz ronca.
Las mejillas del pelinegro se tiñeron de rojo al sentir su voz retumbar en todo su cuerpo, sus piernas se ablandaron como fideos pero trató de mantenerse firme, a pesar de que empezó a temblar ante su presencia. —E-eh... D-Deidara...
—Mi ilusión... mi sueño... es estar a tu lado por siempre. Te hablo desde mi corazón cuando te digo que me matas al hacerme ésto. No entiendo el porqué, pero que mi alma sea quemada en el infierno por el resto de la eternidad si te hize sentir mal alguna vez. No quisiera alejarme de ti, porque eso sería mi fin, ¿Entiendes lo que digo? —se acercó aún más a Itachi.
—S-sí... —sentía cómo sus zafiros se impregnaban cada parte de su alma dejándole una cálida sensación en su corazón.
—¿Qué es lo que sigue para mí? ¿Por qué tengo que ver cómo el amor de mi vida me ignora?
—¿El amor de tu vida...? —estaba embelesado en él.
Despertó de golpe.
—¡Deidara! —levantó su cuerpo rápidamente. Calló un momento y observó a su alrededor, viendo que seguía en su cuarto —. Deidara... —temblaba con violencia al sentir genuinamente la cercanía de su amigo. Tocó con las yemas de sus dedos sus labios, recordando lo cerca que estuvo de —. Besar a Deidara... —susurró —. ¿Y si yo tal vez estuviera... en sus brazos...? —abrazó sus piernas dándo un enorme suspiro —. ¡No puedo volver a acercarme a Deidara si sigo pensando en ésto! A-además... él nunca haría eso, él es más... no tan... —rió —. Él... también tendría las mejillas tan rojas como un par de tomates —. Ya puedo imaginarlo a penas pudiendo decir una palabra. —sonrió enamorado —. Es tan orgulloso... ¿Dejaría su amor por mí o lo confesaría ¿Cómo se sentirá si él me...? —mordió su dedo índice con fuerza tratando de contener cualquier deseo impuro con él.
Y así pasó toda la noche, imaginando escenarios ficticios con lo que sabía que era su verdadero Deidara. No durmió en lo absoluto.
Por casualidades de la vida, Deidara había tenido exactamente el mismo sueño. Había despertado realmente divertido. Nisiquiera él creía lo que había soñado. Era una versión suya totalmente distinta.
Trataba de ignorar con fuerza el hecho de que Itachi alguna vez llegaría a ser indiferente con él.
—Él nunca lo haría. —rió.
Era de madrugada, pero aún así quería decirle todo aunque sea por mensaje. Pero decidió guardárselo para mañana. Anotó lo que recordaba para después recostarse mientras seguía su fresco recuerdo de aquel sueño.
Al día siguiente, Itachi no dejaba de pensar en su mejor amigo. Lo auténtico que parecía su sueño le hacía pensar ligeramente que pasó, pero sabiendo que no fue así. No sentía que podía acercarse a él. Lo evitaba a toda costa; ya que Deidara fue expulsado, sólo no respondía ni mensajes ni llamadas, confundiendo al rubio.
Pero no se quedó de brazos cruzados, buscó una explicación. El mismo día, decidió ir a su casa. Tocó la puerta y fue su madre quien respondió.
—Ah, hola, Deidara. —le sonrió.
—Buenas tardes, señora Uchiha. ¿Itachi está en casa?
—Sí, ya mismo le digo que baje a recibirte. —Mikoto se dirigió a su habitación y le llamó. Después, la peliazul volvió —. Dice Itachi que no está. —bromeó.
—Oh, es una lástima. —rió —. Es que en serio lo extraño, ¿Sabe? No me contesta las llamadas ni los mensajes y creí que algo había pasado con él o me evitaba.
—Él está bien, aunque aún no sé porqué dijo éso, ¿Sucedió algo entre ustedes?
Suspiró mirando al cielo. —Eso quisiera saber yo...
![](https://img.wattpad.com/cover/312555772-288-k158769.jpg)
ESTÁS LEYENDO
× ¡YO TAMBIÉN QUIERO! × [DEIITA]
FanfictionItachi es un joven aficionado al género de manga 'shōujo romántico' que busca desesperadamente el amor con la forma peculiar de éstos. Y, con la compañía de su mejor confidente, replicar escenas típicas al no tener idea de cómo provocar ésto: "una l...