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– Hola – Saludó Sana con una sonrisa mientras abría la puerta de su casa.

– ¿todo esta bien? – Preguntó Momo entrando casi corriendo a la casa de Sana.

Sana sonrió, invito a pasar a Mina y a Chaeyoung las cuales lo hicieron con más calma.

– Todo esta bien – Dijo Sana

Mina y Chaeyoung se sentaron juntas en el sofa de la sala, Momo se sentó en una de las sillas que estaba al lado del sofá y Sana se quedó de pie.

– No entiendo porque vinieron, deben tener cosas que hacer – Dijo Sana arqueando sus cejas – no se debieron preocuparse tanto.

– No importa, podías estar en peligro – Dijo Momo preocupada su vista recorrió toda la sala, al llegar al suelo miró algo en particular. – ¿y esto? – Momo se levantó de la silla y recogió algo del suelo – ¿vidrio?.

Sana tragó grueso al escuchar aquella palabra.

– Sana, ¿porque hay vidrio en tu piso? – Preguntó Chaeyoung arqueando sus cejas.

– Se me cayó un vaso antes de que llegaran – Dijo Sana con calma y una sonrisa – Es algo que le pasa a cualquiera.

– Ok – Momo le dio el pedazo mediano de vidrio a Sana para que lo botara.

Hubo un pequeño silencio entre ellas, cosa que estaba comenzando a incomodar a Sana

– ¿me das agua? – Preguntó Chaeyoung,

Sana asintió y se fue a la cocina, fue seguida por la pequeña coreana.

no sabia explicarlo, había algo que no le cuadraba mucho, sentía mucha tensión entre Sana y ellas.

Hablando de la japonesa.

Sentía una vibra extraña en ella desde que Tzuyu desapareció... es simplemente extraño.

Cuando iban por el comedor, Chaeyoung se detuvo justo enfrente de el pasillo donde se encontraban las habitaciones, entre estas estaba la habitación de Sana.

Sin pensar mucho, se adentró en aquel pasillo, sentia su corazón palpitar con fuerza, era una sensación simplemente inexplicable.

Se detuvo enfrente de la habitación de la japonesa, era obvio que sabía cuál era y por alguna razón era la que más le llamó la atención.

Un olor inundó sus fosas nasales, no era muy fuerte pero si te concentrabas más podías olerlo muy bien.

Era algo asqueroso, muy raro, no podía describir que tipo de olor era.

Se concentró más y escucho pequeños jadeos, parpadeo un par de veces chequeando que no fuese una alucinación....

¿Porque se escuchaban jadeos desde la habitación de Sana?.

Con mucho cuidado y lentamente tomó el pomo de la puerta.

Pero cuando estuvo a punto de abrir la puerta pudo sentir un gran apretón en su muñeca.

– ¿que haces aquí? – Preguntó Sana seria con el ceño fruncido.

Apretó con más fuerza la muñeca de la coreana y la quitó del pomo con un poco de violencia.

Si hubiese llegado un segundo tarde tal vez todo su plan de meses se hubiese ido a la basura.

– Yo... – Dijo Chaeyoung un poco nerviosa y confundida por la actitud de su amiga.

– No puedes entrar así a mi habitación, no te he dado permiso – Dijo Sana soltando la mano de Chaeyoung y dándole una gran sonrisa, cosa que confundió a la coreana – Tu agua la tiene Mina.

PERFECTA OBSESIÓN- Satzu [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora