[14]

532 66 10
                                    

Al entrar a su hogar, cerró la puerta principal con llave y caminó a paso apresurado buscando a Tzuyu por todas partes.

Con gran sonrisa en su rostro, buscaba a su amada con desesperación. Dejó el sueter que tenía en sus manos en la pequeña mesa de la sala.

Sus ojos recorrían el lugar, pero no habían pistas de Tzuyu, se fue hacia la habitación y abrió la puerta con cuidado, las luces estaban apagadas y una linda Tzuyu acostada de lado mientras dormía pacíficamente.

Sonrió aún más con ternura, solo había pasado un día sin verla y ya sentía que había pasado una eternidad, su corazón comenzó a latir como loco al momento que sus ojos recorrieron a toda la taiwanesa.

Paso a la alcoba con cuidado, cerró la puerta atras de ella y se quitó sus botas y su pantalón, dejando solo su camisa, arregló su cabello, y caminó hasta la cama.

La habitación no estaba tan oscura, por lo que Sana podía observar bien su alrededor, y lo que más le importaba, Tzuyu.

Con cuidado, se acostó a su lado intentando no despertarla, sentía que su corazón iba a romper su pecho de la emoción.

¿Tanto amor sentía por Tzuyu que su cuerpo nisiquiera podía contenerse?

Se quedó un largo rato mirando el rostro tranquilo de su amada, sonriendo y suspirando, detallando cada parte de su rostro.

Se acercó un poco más y tomó con delicadeza su mano intentando sentir todo ese calor que Tzuyu le podía ofrecer. De verdad se sentía muy feliz de verla.

De repente, Tzuyu se movió un poco en la cama y abrió sus ojos lentamente, encontrándose con la mirada atenta de Sana.

– Hola, mi amor – Sana colocó una de sus manos en las mejillas de Tzuyu y comenzó a acariciarla.

Tzuyu no dijo nada, solo parpadeó un par de veces oara despertarse bien.

Sana sonrió, se acercó un poco más a Tzuyu y dejó un suave beso en sus labios.

– Quisiera que siempre cuando una despertara nos diéramos un beso – Confesó mirando a Tzuyu a los ojos, esta se mantenía neutral, solo miraba.

– Te fuiste todo el día – Dijo Tzuyu ignorando lo que Sana le había confesado.

– Lo siento – Se disculpó – Tuve que salir...

Tzuyu solo asintió.

– ¿Me extrañaste? – Preguntó.

Sana colocó sus manos en las caderas de Tzuyu, acercándose más, colocó su cabeza en su pecho y cerró sus ojos mientras sonreía.

– Si – Respondió seria.

Tzuyu no quería meterse en problemas, tampoco quería que Sana hiciera un drama o llorara, así que le dijo a Sana lo que quería escuchar.

Sana sonrió mucho más y dejó un beso en el pecho de Tzuyu, la abrazó con más fuerza y habló.

– Yo también te extrañe mucho, mi amor – Dijo – Este día se volvió una eternidad ¡tenía que verte cuanto antes!

Hubo un silencio, Tzuyu solo se mantenía mirando un punto de la habitación mientras Sana gozaba del afecto que Tzuyu se ofrecía.

– ¿Que hiciste hoy? – Preguntó con curiosidad, cerrando sus ojos, esperaba escuchar la hermosa voz de Tzuyu.

– Nada importante – Respondió.

– ¿Te pasaste todo el día durmiendo? –

– No, solo... estuve en la sala y dibuje algo, luego solo vine aquí y me quedé dormida –

PERFECTA OBSESIÓN- Satzu [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora