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– Hoy fue un día muy agotador – Dijo Sana bajando del auto de Mina.

Habían pasado todo el día repartiendo carteles y pegandolos en distintas paredes.

– Si lo fue, pero esto nos ayudará, tal vez alguien nos llame dándonos información – Dijo Chaeyoung con una sonrisa – Debo tener esperanza.

– Esa es la actitud – Dijo Momo dándole un golpe en el hombro a Chaeyoung, Sana rió en voz alta.

– Bueno, debo irme, si saben alguna cosa por favor no duden en avisarme – Dijo Sana, Mina asintió y encendió el vehículo.

Sana se dió la vuelta y comenzó a caminar hasta su casa, tomó sus llaves y abrió la puerta principal.

Al entrar todo estaba tranquilo, caminó hasta llegar a la sala donde encontró que Tzuyu dormida. Se sorprendió por esto, hizo todo lo que pudo para no hacer ruido y se encaminó a la cocina para buscar un vaso con agua para Tzuyu.

Ya todo listo, volvió a la sala y se sentó al lado de la taiwanesa.

– Tzuyu~ – La chica poco a poco abrió sus ojos, al ver a la japonesa se sobresaltó. – Toma – Sana tomó a Tzuyu por el mentón y le indicó que abriera la boca, obligada lo hizo y Sana vertió el líquido en la boca de Tzuyu ... tragando al instante.

Al terminar de beber, Tzuyu tosió, se había ahogado un poco.

– Tranquila – Dijo Sana pasando su mano por la espalda de Tzuyu y dando pequeñas palmadas.

Hubo unos segundos de silencio mientras Tzuyu dejaba de toser, Sana solo la miraba atentamente.

– ¿Qué se supone que estas haciendo aquí? ¿Por qué no estas en la habitación? – Preguntó la japonesa con seriedad, Tzuyu se quedó en silencio mientras intentaba sentarse. Sana la ayudó.

La taiwanesa estaba asustada, Sana le daba miedo ... ¿le iba a pegar?.

– Alguien estuvo aquí – Dijo Tzuyu sentada mientras miraba el suelo.

Los ojos de Sana se abrieron por la sorpresa, apretó sus puños con fuerza y frunció el ceño.

– ¿Llamaste a alguien? – Preguntó.

– Nn-o – Respondió Tzuyu cerrando sus ojos con fuerza – Alguien ... alguien tocó la puerta. Yo no pedí ayuda – Confesó con vergüenza, le daba vergüenza confesar que no se escapó cuando pudo.

– Tzuyu – Sana tomó el rostro de la Taiwanesa y lo giró para poder mirarla directamente a los ojos, aunque esta aún los cerraba con fuerza. – ¡Mírame!

– Yo ... no hice nada – Dijo Tzuyu mientras abría los ojos con algo de miedo, La expresión de Sana era sumamente seria, también se veía molesta – él me dio miedo. – Confesó mientras lloriqueaba.

– ¿él? – Preguntó Sana sorprendida, Tzuyu asintió, Sana rodó sus ojos y soltó a Tzuyu. – Escúchame, tu tienes prohibido abrir la puerta a no ser que yo te lo ordene, ¿o quieres un castigo?.

– ¿Castigo? – Preguntó Tzuyu con los ojos abiertos. Sana sonrió y se levantó, tomó su teléfono y llamó.

Tzuyu la miraba atentamente, Sana se dio la vuelta y miró a Tzuyu con una sonrisa.

– Estoy ordenando una pizza, ¿Te gusta la pizza verdad? – Preguntó con una sonrisa, se volvió a dar la vuelta y comenzó a hablar por su teléfono.

Estaba confundida, la acababa de amenazar  y ahora iban a comer pizza.

– Muchas gracias – Dijo Sana, se giró y miró a Tzuyu – La pizza vendrá en una hora, podemos ir a bañarnos mientras tanto, claro, no haremos nada.

PERFECTA OBSESIÓN- Satzu [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora