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– Una noticia tan buena debe ser celebrada a lo grande – Dijo Sana con una gran sonrisa.

Con sus manos en el volante, manejaba no muy apresurada hacia una pastelería que quedaba bastante cerca de su casa.

Debía celebrar que el caso de Tzuyu había sido cerrado, y que mejor forma de celebrarlo que con un pastel para las dos.

Ya había comprado un par de cosas, chocolates, flores, regalos para Tzuyu que de seguro iban a encantarle. Sana estaba bastante ilusionada con darle la noticia a su amada.

Llegó al local, tomó sus cosas y bajo de su auto, al entrar sus ojos se fueron directamente a esa estantería llena de pasteles. Ahora le tocaba escoger uno.

Optó por un simple pastel de vainilla, lo tomó y se dirigió a la caja registradora para pagarlo, estaba bastante barato y se veía rico.

Cuando de repente tuvo una pequeña idea.

– Disculpe, ¿podría escribir algo en el pastel? –

– ¿Cómo una decoración extra? – Sana asintió y la empleada acepto sin problemas – ¿Podría decirme el nombre de el cumpleañero?

– No, no es para un cumpleaños – Dijo Sana – Quiero que le escriba "Sana y Tzuyu" y también póngale un corazón al lado, que se vea bonito, por favor...

Sana decidió hablar un poco más bajo para que no la escucharan, pero ¿Porqué debería tener miedo de mencionar a Tzuyu? De todas formas existen más personas con su nombre.

Así que decidió actuar con normalidad para no levantar ninguna sospecha.

– Está bien, por favor espere –

Al decir ésto la joven empleada se llevó el pastel para hacerle las decoraciones que Sana le había pedido, por lo que la japonesa fue a sentarse para esperar.

Aunque no muy cerca de ella se encontraba una persona que la conocía y que había escuchado como nombraba a Tzuyu. Pero Sana nunca lo notó.

[•••]

Tzuyu

¿Porqué hice esto?

Me pregunté mientras miraba mi brazo lleno de cortadas que sangraban poco a poco. Mordí mi labio y dejé la pequeña navaja afilada arriba de el lavamanos.

El dolor era punzante, abrí el grifo dejando caer agua en mi brazo para limpiarlo, pasé mi mano con rapidez sin ningún tipo de cuidado.

Haciendo todo más doloroso... Pero es lo que merezco ¿no?

Todo ese tiempo sola, todo el tiempo me la paso pensando, al fin llegué a una conclusión.

De verdad es mi culpa.

Si nunca hubiera enamorado a Sana ella tendría una vida normal, si nunca hubiera aceptado sus salidas, si nunca le hubiera sonreído. Ella nunca se habría enamorado de mí.

Yo solo destruyo su vida, y mi amor no es lo suficiente para salvarla.

Por lo menos al fin puedo admitir que la amo, y podría intentar ayudarla a salir de este mundo tan tóxico y enfermo donde está sumergida, pero simplemente no soy suficiente.

Me miré al espejo y mordí mi labio intentando sobrellevar el dolor, por lo menos había dejado de sangrar.

Pero si Sana me veía iba a matarme.

Fui buscando en los cajones del baño hasta que encontré un sueter rojo de Sana, sin pensarlo dos veces me lo puse y me arreglé un poco para no verme tan mal.

PERFECTA OBSESIÓN- Satzu [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora