La habitación estaba repleta de las personas más poderosas de Phaedra, señores, nobleza e incluso los altos cargos militares estaban allí. Todos alterados mientras gritaban disparates, los podía escuchar a través de las gruesas puertas de roble.
—Solo retrasará la guerra. —Pude oír.
—Si es el príncipe, hay que defenderlo.
El caos empezaba a apoderarse de la sala de los nobles, así que decidí intervenir, empujé la puerta con un golpe firme y esta golpeó la pared causando que todos en la sala se callaran.
Caminé decidida hasta sentarme en el centro de la mesa, al menos veinte pares de ojos me miraban esperando una reacción. Llevaba mi uniforme negro ceñido y mi armadura como de costumbre, nada había cambiado aún, no era oficial mi llegada al trono, pero se sentía como si así fuera.
—Capitana. —Se puso de pie uno de los nobles—. Claro está que ese muchacho no es el príncipe, puede ser una trampa, no debemos retrasar nuestros planes por una sospecha.
Yo únicamente entrelacé mis dedos delante de mi cara y apoyé mi mejilla en ella mientras los observaba.
—¿Y si fuese el príncipe? —contradijo otra mujer—. Una sangre pura no debería estar fuera de palacio, es un crimen.
—Ese hereje nunca sería un príncipe, es una sangre impura. —Se impuso el primero.
—Le debemos la duda al rey, era su hijo, el hijo que buscó durante tantos años, usted misma lo buscó capitana.
Otra ola de discusiones invadió el lujoso salón, el consejo estaba dividido y aquello era peligroso, no podía permitírmelo.
—¡Silencio! —sentencié—Arog —dije refiriéndome a uno de los seres más inteligentes de nuestro reino—, quiero que investigues cada uno de sus pasos, incluso desde que salió de la cuna.
—Sí, capitán.
Arog era uno de los hombres más grandes y viejos del reino, existía el mito que su linaje estaba mezclado con un animal sagrado de los antiguos, la inteligencia y la longevidad eran grandes dotes que poseía, por ello lo consideraba uno de mis hombres de confianza, así como lo había sido el de mi padre.
—Quiero una brigada de guardias persiguiéndolo día y noche, se alojará en el palacio y yo misma me encargaré de identificar si es cierto que es o no el príncipe.
—Pero capitana, nos robará tiempo —intervino uno de mis soldados.
—Solo cinco días estará allí, tendrá solo eso para demostrar que es cierto lo que dice —sentencié y me levanté de la mesa dejándolos solos.
Estaba segura de que la mayoría había quedado conforme, pero temía que aquello causara una rebelión.
La imagen del pasillo desapareció conforme salía de aquella sala, los recuerdos de un pasado no tan lejano comenzaron a golpearme como gotas de lluvias en una tormenta.
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La reina de Indra [Completa] ©
FantasyHambre, desesperación, miseria; en cada rincón de Indra reina el caos, después de que la especie humana quedara totalmente contaminada, el mundo retrocedió en la historia, los avances tecnológicos se perdieron junto con la cultura y la ciencia, deja...