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lo siguiente que la golpeo fue el olor acre y rancio. Si le preguntáramos describiría su situación como tener el cuerpo rodeado de alarmas y que todas se enciendan en señal de alerta máxima. A pesar de esto supo controlar su olor que amenazaba con emanar desagrado, tantos años en la industria y tratando día a día con otras jerarquías le brindo esta experiencia y para su suerte su lugar en la mesa le daba la espalda a la entrada a la terraza y por ende a su padre. Otro punto a su favor fue que su hermano se levanto y trato con ese viejo (como por novedad se le refirió) y aunque solo fueron un par de minutos para Alysa se sintió eterno, pero por fin y gracias al cielo la conversación termino y el se retiro por otro camino, ni si quiera se molesto en escuchar lo que platicaban mientras menos se enfocara en el mejor la pasaría, además de que no quería arruinar el momento previo haciendo una escena, no, la gran Alysa Fotiou no iba a darle al mundo de que hablar si no solo cosas positivas de su persona

su hermano regreso y en un intento de reanudar la buena platica preguntó: 

Eric: dime... ¿En que has estado trabajando hermanita? -dijo recuperando su lugar en un silla y picoteando un poco de la carne en su plato-

Alysa: Bueno dirijo una empresa enfocada en los comercios internacionales y me ha estado yendo bien esta ultima temporada, la empresa va creciendo a paso lento pero seguro.

Eric: En serio me alegra que así sean las cosas para ti, no te mereces menos 

y destino una sonrisa cálida hacia la pelinegra y esta le devolvió el gesto

Eric: no quiero arruinar el momento pero quiero hablar contigo

Dijo levantadose, despidiéndose de su pareja y saliendo de la terraza mientras hacia señas para que hermana lo siguiera, cosa que hizo y se disculpo con la joven que quedaba en la mesa. Su hermano la guio hasta unos establos que estaban detrás de la cisterna de agua que sustentaba al corral principal.

Eric: Adelante escoge uno, daremos un paseo

y en su siguiente movimiento abrió el portón de los establos en donde varios caballos asomaron la cabeza a través de sus caballerizas, había uno en especial que llamo su atención un potro azabache como la noche pero careto desde los ojos hasta la punta de la nariz; casi podía sentir que ese animal le hablaba pues ese potro tenia algo de especial y esos ojos le parecían familiares. Su hermano viendo que se detuvo a mirar al animal dijo: 

Eric: Ah ciberius, no se si recuerdas a la yegua chocolate que tenia un triangulo blanco en la frente, es su madre

Alysa: ¿Chocolatina? -pregunto esperando la confirmación de su hermano a su siguiente pregunta- ¿la yegua que enfermo de moquillo y milagrosamente se salvo?

Su hermano solo pudo reírse ante tal nombre

Eric: ¿chocolatina? ¿Así la llamaste?

Sigui riendo mientras preparaba las riendas de los caballos

Alysa: ¿pero que tiene de gracioso? Esa yegua en serio parecía una barra de chocolate

Eric: no tiene nada malo, solo el nombre que le puso una niña de diez años

Dijo negando divertido ante tal ocurrencia de su hermana y continuó sacando las sillas de montar del soporte de monturas, lo que Alysa pudo observar es que se trataban solamente de sillas de trabajo por lo desgastadas y un tanto resecas que estaban

Erick: Adelante ensillalo -refiriéndose al potro negro mientras el sacaba a una yegua palomina de su cabellerisa-

Alysa se acerco lentamente al potro negro y le extendió la mano de forma tranquila a lo que el animal se acerco y olfateo suavemente la mano que le ofrecían y momentos después abrió ligeramente los labios pellizcando un poco, la alfa le sonrió y enseguida sintió una una conexión y el espíritu del corcel, si contara esto la llamarían loca. Sin más prosiguió a abrir la pequeña puerta estando aun un poco insegura ya que apenas conocía al caballo, entro de la manera más calmada posible pero el animal solo se limito a mirarla; entonces vio la cabezada que colgaba de la parte trasera del encierro y se dirigió a tomarlo teniendo cuidado de no ponerse por la parte trasera del animal, sabiendo que si el se alteraba la situación terminaría en tragedia. Con toda la calma del mundo tomo y deslizo el objeto por la cabeza del animal y lo saco de ahí hacia el pasillo donde encontró unos anillos de amarres y ato al corcel para ir a buscar la montura y las riendas, con el mismo cuidado preparo al potro y una vez listo se deshizo de la cabezada y por el freno jalo al animal hacia afuera mientras esperaba a su hermano que minutos después salió ya montado en la yegua y Alysa lo imito. Entraron por la reja del corral principal en donde solo se encontraban unas decenas vacas que recién habían parido, tuvieron que tener cuidado de no alterar a ninguna con tal de evitar algún accidente, el castaño le iba explicando con que frecuencia nacían los becerros y que estos eran de menos de seis meses por lo que aun se quedaban con sus madres, también le conto que sus planes eran que en un año más vendería solamente a los toritos y las hembras se quedarían a producir; a su hermana le sorprendió lo bien que estaba administrando la llegada e ida de los animales. Saliendo del corral se dirigieron al campo más grande mismo que contaba con un sistema de riego que mantenía verde y creciente el pasto, las cosas parecieran ir bien lo que le llevo a la pelinegra a preguntar: 

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora