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Era domingo muy temprano por la mañana y la alfa se encontraba en camino hacia el rancho, la cachorra a la que llamo Laika, la acompañaba como siempre lo ha hecho estos últimos días solamente que iba dormida, el camino fue tranquilo, la carretera mojada, algunos charco, hojas caídas, los arboles ya estaban en su totalidad anaranjados, mismos que tenían gotas de roció por las recientes lluvias, por el camino se atravesaban animalitos que rondaban en busca de refugio para el invierno lo que hizo que Alysa manejara con cautela y se detuviera a penas los divisaba, la mañana era un poco fría por lo que la pelinegra llevaba un abrigo al igual que su peluda compañera, rato después estaba entrando al rancho, estaciono, bajo con unas cuatro patas como su sombra y esta vez fue recibida por su cuñada

Eloísa: ¡Alysa! hola que gusto verte de nuevo -dijo abrazándola-

Alysa: también me da gusto verte

Eloísa: ¿Cómo van las cosas?

Alysa: Bastante bien, que ni yo me lo creo

Eloísa: Me alegro de eso, ven pasa, estamos desayunando, acompáñanos -invito a seguirla-

Al entrar a la casa había un delicioso olor a café caliente y mantequilla, ingresando a la cocina vio a su hermanito sentado en la mesa quien al verla se paro para recibirla con un fraternal abrazo

Eric: Me hace bien verte por aquí 

Alysa: A mi también me alegra verte bebito

Cuando se soltaron el castaño se dio cuenta del animalito entre los pies de su hermana y pregunto: 

Eric: ¿y eso?

Alysa: Un regalo de Aria, me lo dio para que no estuviera sola en la ciudad

Eric: Aww se nota el amor en el aire 

Dijo caminando alrededor de su hermana, dando volteretas, haciendo maromas mientras cantaba el amor, el amor, busca siempre el bien; la alfa rodando los ojos le dio un empujón a lo que el menor solo pudo reír

Eric: Ya ven a comer -invito intentando calmar sus carcajadas-

El desayuno eran waffles y un delicioso café de olla, durante la platica se pusieron al día sobre lo que había pasado en sus vidas pero más bien eran preguntas de Eric y Eloísa acerca de la relación de Alysa y de como los abuelitos de Aria la habían invitado a almorzar, una vez terminaron los hermanos salieron, no sin antes la alfa pedirle a la rubia que cuidara de la cachorra, fueron hacía las caballerizas donde prepararon a los animales y partieron rumbo a los campos en los que se habían trabajado, el camino fue algo lodoso pero cuando llegaron la pelinegra se dio cuenta de que el esfuerzo había rendido sus frutos, la tierra comenzaba a verdear, habían arboles creciendo y las cercas ya estaban puestas, todo fue tan fértil gracias a la lluvia tanto que incluso la laguna empezaba a formarse nuevamente, no evito la gran sonrisa que se le formo en el rostro, todo había valido la pena

Eric: Planeo en medio mes comenzar a poner a los animales en estos campos, gracias Alysa, por todo

Alysa: Gracias a ti por haberme llamado ese día hermanito

Continuaron cabalgando para ver los demás terrenos, luego de una hora estaban regresando, dejaron a los caballos, pasaron junto al corral principal y Eric la detuvo para contarle como iba la producción del ganado, estaban absortos en la conversación hasta que unos ladridos les llamaron la atención, era laika que estaba ladrándole a algo que estaba detrás de los establos, Alysa no le tomo importancia pues no sentía ningún peligro, volvió a prestarle atención al castaño pero unos chillidos la hicieron voltear, era la cachorra huyendo de ¿Beto? y este mismo estaba buscando embestirla, la perrita corrió hacia la alfa y sin dudarlo se lanzo hacía ella y por suerte fue recibida, el carnero se acerco aun con la cabeza lista para soltar un golpe pero fue detenido por Eric, beto mirando hacía arriba vio a su presa en brazos de la humana y viendo como esta le había estropeado el plan rápidamente le dio un cabezazo en la pierna que hizo que la pelinegra se acalambrara y gritara ¡¿Es enserio?! viendo como el borrego se iba feliz de la vida balando como si le respondiera a su pregunta, el menor estaba quedando rojo por aguantarse la risa, su hermana lo fulmino con la mirada y así fue como regresaron a la casa, una indignada y con la pierna dolida, otra aun espantada, y el otro que ya no pudo aguantar más, regresando Eric le conto a su novia lo que había pasado quien se rio pero en menor medida para no hacer sentir mal a la principal afectada, pasaron el resto de la mañana conversando hasta que Alysa tuvo que irse para llegar al siguiente pueblo y se despidieron con un gran abrazo. El camino igual que al principio fue tranquilo, escuchaba un mix de los 90's en la radio, la cachorra iba apoyada en la ventana mirando el paisaje, en media hora ya estaba entrando al jardín delantero de la casa de la omega, antes de bajar tomo una botella de vino de frutas que había comprado como un obsequio, bajo y le abrió a Laika que se bajo felizmente, creo que la carretera ya le había aburrido, camino hacia la puerta, toco y fue recibida por Margarita quien le dio un abrazo y la dejo pasar junto a su compañerita

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora