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Estaba harto, completamente harto y cansado de la cretina actitud de la omega, se encontraban en medio de una cena romántica, había arreglado toda la cocina solo para ella, velas, rosas y regalos costosos pero nada parecía importarle, simplemente se sentó seria y no respondía a nada que saliera de su boca, tampoco toco la refinada comida que había mandado hacer especialmente para ella. Hirviendo en furia, con los puños apretados y colorado de rabia lentamente desfundo el arma que se hallaba en su pantalón y se acerco peligrosamente hasta la omega quien comenzó a verlo aterrada

Alex: Parece que solo respondes a las malas ¿así de tonta te comportas con tu novia? 

Choco la punta de la pistola con la frente de la castaña, esta también estaba harta, en los últimos días el tipo se dedico a colmarla de regalos pero rechazo cualquier cosa incluso la comida a pesar de no tener nada en el rugiente estomago por días

Alex: Vas a comer y esta amenaza no va para ti sino para los ancianos ¿Qué tal si le meto una bala a tu abuelo? ¿o a tu abuela? ¿te gustaría eso?

Aria desesperada negó varias veces

Alex: Entonces comeremos una cena tranquila y después vas a comportarte como una niña buena

Dijo caminando a su alrededor, sin duda este tipo sabía como infundir miedo, la omega se pregunto ¿Cuántas veces había hecho esto? no lo sabía pero si iba a morir en sus manos esperaba ser la ultima para que nadie más pase por este martirio, con manos temblorosas tomo el tenedor y pico la pasta, llevándosela a la boca tuvo que aguantar las terribles ganas de vomitar

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Los minutos pasaron lentos y Alysa podía jurar escuchar a su corazón latir furioso, sentía la respiración atascada en la punta de la lengua hasta que los oficiales que se habían ido regresaron

...: Hay una cabaña a unos 20 metros, se ve habitada

...: El perro mostro claras señales de haber olfateado a la victima

Mirano: Bien, vamos a entrar

Ordeno e hizo un ademan que indico a todos a prepararse definitivamente y todos los oficiales se posicionaron

Mirano: Necesito que te quedes aquí ¿entiendes? ya no puedes intervenir, tienes que dejarnos esto a nosotros, solo quédate detrás de este muro

Mando y rápidamente se coló con los demás, Alysa vio como en primer instancia salió un par que cargaba un carabinero y a su lado los cubrieron los que estaban armados con alto calibre. Los disparos de los enemigos no tardaron en sonar pero a los rescatistas les beneficio los obstáculos de piedra para poder refugiarse. Los bandos divididos peleaban incesantes, intercambiando disparos y gritos, los oficiales desplegaron bombas aturdidoras lo que les dio la oportunidad de despistar a los contrarios y audazmente derribaron a un par, pero de donde moría uno salían tres, todo este ruido aturdió severamente a la alfa, tenía tantas ganas de huir pero era más el deseo de recuperar a Aria. Los perros incluso arriesgaron sus vidas con tal de atrapar a los que decidían fugarse, eran tan centrados en su misión que lograron abatir a unos cuantos, el fuego seguía y de la nada surgieron tipos con metralletas, hizo estragos en unos oficiales, a unos el pecho, otros en la cara y uno que tuvo suerte de solo ser golpeado en la pierna, era un golpe de suerte que se hayan instalado francotiradores a un kilometro y con un poco de tiempo lograron derribar a los más pesados, la tierra volaba por todos lados, la tranquilidad del bosque se vio sometida a una guerra, la madre tierra los veía enojada, se precisaron de unos 10 minutos para que la mayoría de los enemigos cayeran, solo quedaban unos cuantos y la situación estaba a unos pasos de ser controlada. La alfa eligió no ver la masacre que ocurría a escasos metros de donde se encontraba pero algo, un instinto la voltear y dando un pequeño vistazo al perímetro logro ver como de la casa alguien salía  aprovechando que el enemigo estaba como linea de defensa y planeaba escaparse, aun a varios metros reconoció en esa escoria el dulce aroma de la omega impregnado en su repugnante cuerpo. Alysa no se reconoció, de repente todo el miedo se esfumo y en su lugar estaba una furia indescriptible, tanto que juraría poder matar a ese tipo con sus propias manos, a trompicones se levanto y poco le importo el fuego cruzado simplemente corrió con todas sus fuerzas pasando al lado de los enemigos, era tanto el enojo y desprecio que sentía que se cegó. De un momento a otro regreso esa sensación de que se rompía por dentro pero eso no iba a detenerla, tenía que seguir y acabar con ese maldito así sea lo ultimo que haga, su visión se hizo ligeramente borrosa, su cuerpo se calentó indescriptiblemente y gruñidos se le escaparon, no supo en que momento en su camino apareció un gran tronco y no le quedo de otra que saltar...no contaba con que aterrizaría sobre dos patas y que otro par le daría impulso para seguir corriendo, se había transformado, era un majestuoso lobo negro como una noche sin luna, como los restos de un incendio, vestía un ostentoso pelaje brillante y ojos amarillos tan majestuosos como oro siendo derretido y en otra situación simplemente había infundido calma pero ahora era todo lo contrario, sus pupilas tan pequeñas que parecía un demonio acechante, colmillos luciéndose orgullosos, ladridos y gruñidos que inspiraban respeto

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora