7

463 41 2
                                    

El día había llegado y esta vez nuestra protagonista fue despertada por golpecitos en la puerta provocados por Eric y les mentiría si dijera que no estaba emocionado por practicar junto a su hermana. Alysa se levanto con pereza debido al medicamento pero tomaría una ducha fría para cobrar sentido, dejo su habitación y entro a la cocina con el desayuno ya listo y se sentó a comer no olvidándose de agradecer a la rubia por dejarle comida ayer a pesar de que tenía cosas que hacer, Eric aviso que había que ir a buscar a los ganados jóvenes pues pasaron toda la noche en el campo y harían un día encerrados con alimento para engordar, una vez desayunados fueron hacia el establo de los caballos y su hermano le sugirió a una yegua pinta con experiencia en arrear ganado, le aseguro que era un animal tranquilo y que se adaptaba a quien la montara, Alysa la ensillo y su hermano esta vez escogió a un potro palomino, saliendo de allí cabalgaron hacia el campo en donde irían a buscar el ganado, les tomo cerca de unos diez minutos llegar. Eric comenzó a silbar y hacer sonidos indicando a los animales que avanzaran, junto con los caballos fueron avanzando detrás de la manada guiándolos pero un travieso torito decidió revelarse e intentar regresar a los pastos a lo que la alfa reacciono y empujo a la yegua indicándole que tapara el paso del animal más pequeño e hizo esto unas cuantas veces más hasta que el torito desistió y volvió a acoplarse junto a los demás, todo esto fue observado por el castaño quien le dedico una sonrisa a su hermana, continuaron pastoreando al ganada hasta el corral secundario en donde ponen a los animales jóvenes y luego los contaron para asegurarse de que no falte alguno 

Eric: Hay cinco a los que tendremos que inyectar -dijo dándole aviso a su hermana- son los que están marcados con pintura morada 

y en efecto Alysa observo un pequeño grupo a los que tenían que inyectar

Eric: Iré por lo necesario -anuncio saliendo del corral y yéndose- 

Su hermana lo espero unos cuantos minutos hasta que lo vio llegar con un termo y jeringas, rápidamente Alysa comenzó a separar a los seleccionados indicándole a la yegua hacia donde moverse en lo que Eric preparaba la primera aguja, la alfa quien fue demasiado audaz al separar al ganado y se movía con ritmo junto al caballo tanto que parecía bailar con la novillona y poco a poco fue moviéndola hasta el pasillo de embarque mismo que usaban para medicar a los animales de forma efectiva y segura, la bovina hizo su ultimo arrebato que fue interceptado por la alfa que la condujo finalmente hasta donde se requería y Eric puso unos tablones cerrándole la escapatoria al animal preparo la aguja y la inyecto para luego dar unas pequeñas palmadas en la zona para prevenir el sangrado. Así pasaron parte de la mañana con los cuatro que faltaban y en todas las veces Alysa fue eficiente en el trabajo y cuando se dieron cuenta ya habían terminado

Eric: vas bien pero necesitamos más velocidad -sugirió subiéndose al potro- ¿vez al torito careto y ojiazul? es nuestro primer objetivo, permíteme

Dijo preparando su teléfono con el cronometro lo metió en su bolsillo y esperaron unos segundo para oír el pitido que indicaba que comenzaba a correr el tiempo, sin perder tiempo comenzaron a intentar separar al becerro, en las primeras veces casi se les pierde ya que se dieron cuenta que era demasiado ágil ya que podía y lo intento, pasar por debajo de los caballos, ya luego tuvieron a su presa controlada; Alysa del lado izquierdo y Eric del derecho bloqueando las posibles salidas del animal y cuando estuvo calmado y ya no intentaba regresar a los demás, el castaño reviso el tiempo

Eric: un minuto con ocho segundos ¡vamos bien! 

A lo que la pelinegra respondió con un woo 

Eric: Sigamos, seis más 

y dicho esto continuaron practicando, ambos con sonrisas en el rostro, silbando y riendo a la vez que levantaban la polvadera pero esto no los detuvo, ambos caballos moviéndose a la par de las riendas controladas por sus jinetes, logrando dar vueltas y giros completos en cuestión de segundos, el ganado mugiendo aquí, allí y por ahí mientras se mantenían arrinconados juntos puesto que los hermanos también debían controlar a los de atrás y principalmente lograr que ninguno entrara ni saliera cuidando no causar pánico pues eso les quitaría valiosos puntos, así se mantuvieron y revisando el tiempo la mayoría de las veces se mantenía, otras restaban algunos segundos el mayor siendo nueve, decidieron terminar y dejar en paz a los animales ya que tampoco querían estresarlos o que se lastimaran, Eric fue el primero en salir, bajo del caballo y se dirigió hasta una pequeña bodega donde fue cargando primeramente un costal de alimento y luego se le sumo Alisa para ayudarlo, siete costales y medio bote de melaza después habían terminado, Eric se sentó debajo de la sombra de un árbol y al lado de los caballos la alfa se posiciono a su lado y luego se le fue ofrecido un termo con agua fresca, algo bien recibido 

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora