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Era miércoles y lo que hoy día parecía un martirio soporífero para Alysa con una agenda llena de papeleos y reuniones iba a ser neutralizado con la visita de cierta personita especial. Eran las 11:28 de la mañana y Aria estaba saliendo de su pueblo para llegar a la cuidad próxima al sur, eran pasados los treinta minutos cuando la omega se aburrió de la carretera pues casi nunca acostumbraba manejar y solo lo hacia cuando era necesario pero el hecho de ver a la pelinegra lo hacia valer totalmente aquel esfuerzo y con ese pensamiento encendió la radio y continuo pilotando por un par de horas más hasta llegar a la entrada de Lifrindom donde tuvo que conducir un cuarto de hora para entrar completamente a la gran ciudad, los altos edificios y enormes tiendas la rodeaban, un montonal de gente cruzando a cada semáforo, autos ruidosos por aquí, por allá y mucha bulla, en uno de las cortas paradas que hizo aprovecho para buscar en el mapa virtual alguna tienda de flores, hallo la más cercana con mejor puntuación que otras y con eso salió de la carretera principal para doblar varias esquinas siguiendo las indicaciones que navegador le daba y rato después llego a un edificio pintado de color crema, rustica madera adornando las esquinas y la marquesina, lamparas elegantes que le daban una gran estética, puerta de cristal corrediza pero lo que más llamaba la atención eran las numerosas flores de todos colores y formas que estaban colocadas estratégicamente sobre plataformas haciéndolas parecer unas pirámides, sin perder tiempo bajo y cuando entro una campanita sonó indicando su llegada; el lugar por dentro era aun más magnifico: las paredes del mismo color que por fuera, la madera con bordes dorados haciendo adornos sencillos, el suelo de un gris alfombrado, distintos arreglos exhibidos sobre mesas de cristal y con jarrones a juego, pero lo más impresiono a Aria fue la tipo cúpula que tenía pintado el cielo en colores pasteles, ni que decir del rico aroma fresco y tropical que inundaba el lugar, en una estantería del local hayo un gato negro que se bañaba placida y sin ningún pudor a la vista de quien visitara la tienda, la omega no pudo resistirse ante la ternura del felino y se acerco para acariciarlo cosa que a el animalito le pareció agradable pues se restregó contra la mano que lo mimaba; todo esto siendo observado por una chica detrás del mostrador y viendo que la clienta no hacía más que toquetar a su gata; carraspeo para llamar su atención cosa que hizo que Aria se diera la vuelta con un gran sonrojo al ser descubierta con las manos en la masa

...: Espero y no solo hayas venido a acariciar a Salem -dijo juguetona-

Aria: No lo siento también vine a comprar -espeto avergonzada-

...: Entonces acércate que voy a atenderte -y le dedico una sonrisa amistosa a la omega-

Aria camino hasta la chica a la que rápidamente definió como una beta por la característica de su olor algo neutro, viéndola bien se dio cuenta de que era casi de su misma estatura, se trataba de una joven de piel canela y cabello voluminoso de color chocolate, con ondas y algunos rulos, ojos cafés, labios que se hacían finos con su singular sonrisa y un carisma de confianza así misma, llegando al mostrador la joven se presento:

...: Mi nombre es Lilian y bienvenida a Lili's spring ¿en que puedo ayudarte?

Aria: Hola soy Aria y me gustaría un arreglo para alguien especial

Lilian: ¿especial de que tipo? ¿familia, amigos, pareja?

Aria: Es para mi pareja

Alysa y ella aun no eran nada oficial, todavía se estaban cortejando pero dioses se sintió tan bien referirse a la alfa como su pareja

Lilian: Tengo muchos arreglos de ese tipo ¿alguno que te llame la atención?

si, muchos la cautivaban pero Aria quería algo personalizado, algo que surgiera desde lo que sentía y como representaba a la pelinegra

Arya: La verdad es que me gustaría un arreglo personalizado, no se si eso sea posible

Lilian: lo que sea para hacerte feliz a ti y tu pareja, ah y para asegurarme de que regreses ¿Qué tienes en mente?

La castaña le conto la idea que tenía, que flores le gustaría y en que forma sería el ramo, la morena le aseguro que la complacería y diciendo esto se retiro al taller de la tienda para cumplir con el pedido, la omega se quedo esperando jugando con la gata que ahora conocía como "Salem" como el gato de Sabrina the Teenage Witch pensó, duro alrededor de diez minutos en regresar la beta con una maravilloso arreglo que constaba de hortensias celestes, iris blancas con toques purpuras, tallos de orquídeas moradas pastel y nubes, envueltas en papel china café y con un lazo dorado sujetándolas. El ramo era esplendido todas esas flores que representaban el orden, la audacia, lo extraordinario, generosidad y felicidad, todo eso en un etéreo conjunto, la florista ya conocía la respuesta a juzgar por la expresión de asombro de la omega pero aun así sonriendo pregunto:

Lilian: ¿Qué te parece? ¿se asemeja a lo que pensabas?

Aria: es perfecto, estoy segura de que a Alysa le encantara, me lo llevo

Lilian: ¿Alguna dedicatoria?

Aria: Si, escribe...

Una vez pago salió felizmente del lugar y ahora si, tomo rumbo hacía su destino principal, después de conducir un rato llego a una gran edificio completamente blanco pero cubierto en su mayor parte por cristales templados oscuros, estaciono y entro, la gente la miraba de una forma extraña y no sabía por que pero decidió no prestar atención ya que no quería arruinar su día pensando en la opinión ajena, subió por el ascensor y presiono el botón que subía a la planta principal, piso en el que se encontraba la oficina de la alfa, al llegar camino hasta la recepción y pregunto

Aria: buen día disculpe ¿Alysa Fotiou?

...: La señorita Alysa esta ocupada en una reunión importante ¿necesitaba algo? -hablo sin despegar la mirada de su computador para ver a la omega-

¿Cómo le explicaba que vino a visitar a la señorita Alysa por que se convirtió en su amada?

Aria: Una visita -dijo simplemente-

...: bien, tardara al menos dos horas para salir de la sala de reuniones ¿algo más?

Aria: no, nada más yo la espero

La omega se dio la vuelta y se sentó en uno de los muebles que se hallaban en un tipo de sala de espera, a los primeros treinta minutos ya se había aburrido, se sentó cómodamente y cerro los ojos un rato, jugo con su teléfono, chateo con sus amigos avisándoles de como iban las cosas, paso una hora y aun nada, además de los suspiros ocasionales que soltaba la castaña; la acompañaban el sonido del constante tic del reloj, el tecleo de la recepcionista y llamadas que hacía la misma, espero, espero y luego de una eternidad <que en realidad fueron cuarenta y cinco minutos pero de todos modos a Aria no le gusta esperar> vio como una puerta al final del pasillo se abría y de allí salían personas del tipo de negocios platicando entre ellos sobre...más negocios y después la vio, salió al final de todos y vestía un ostentoso traje negro que constaba de una camisa blanca cubierto por un chaleco, encima el saco que tenía mangas de un poco mas de tres cuartos que permitían lucir su reloj de cuero Michael Kors, pantalones y zapatos elegantes, camino seguida de un asistente que le entregaba diversos papeles de los cuales Alysa iba firmando y dando indicaciones. La omega espero a que las demás personas se alejaran un poco y salió hacia el encuentro con la alfa, se detuvo a mitad del camino viendo como la pelinegra caminaba distraída con los papeles pero cuando esta levanto la vista finalmente se encontraron, la mayor dejo todos los documentos en manos de su asistente quien la miro confundido por tal acción, solo entonces ambas se acercaron y se recibieron con un gran y amoroso abrazo, se mantuvieron así meciéndose de lado a lado y la omega pudo sentir las feromonas alegres de Alysa quien al separarse le dio un beso lento en la frente y se volvieron a abrazar posteriormente se soltaron y la mayor habló

Alysa: ¿Qué haces aquí linda?

Aria: una visita sorpresa, espero no molestarte

Alysa: Para nada serías una molesta, me hace feliz verte

confeso tomando con la mano derecha la cara de la omega quien se apoyo en el afectuoso toque

Aria: Para ti -dijo entregándole el detalle florido-

Alysa: No debiste molestarte

Aria: Sip, si debía

A lo que la pelinegra sonrió tiernamente

Alysa: Acompáñame a mi oficina

y con eso la alfa la tomo de la mano llevándola

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora