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Todo el camino de regreso se la pasaron sonriendo y mirándose ocasionalmente, la noche ya iba avanzada, eran pocos los autos que cruzaban, en la carretera solo se escuchaba el viento gélido que chillaba y de vez en cuando el movimiento de los caballos contra el remolque, cuando llegaron a la casa de la omega, esta le pidió que se bajara para presentarla a sus abuelos y la pelinegra aun estando nerviosa acepto, si Aria ahora es su pareja tenía que conocer el paquete que era su familia y por como le contaba de sus viejitos  <como la castaña les decía> se notaba lo importantes que ellos eran en su vida. Así que con el cuerpo un tanto tembloroso bajo y la menor la hizo entrar a la casa

Aria: ¡¿Magi?! ¡¿Vale?! ¡he llegado ya!

A su llamado asomo una señora con el cabello canoso, arrugas que denotaban el paso de unos buenos años y un tanto encorvada, quien al ver a su nieta se apresuro a recibirla con un abrazo, cuando se separaron vio a la otra mujer que estaba a un lado viendo la escena con una leve sonrisa

...: ¿ella es Aly?

¿Aly? pensó la alfa

Aria: Si ella es, Alysa mi abue margarita

Alysa: Es todo un gusto conocerla señora, gracias por cuidar de Aria 

dijo extendiendo la mano de forma cordial pero no se esperaba que la señora rechazara esto y en cambio la abrazara, esperaba incomodarse pero no, nunca había recibido el abrazo de un abuelo, su madre se escapo con su padre, sus progenitores ya nunca supieron de ella y los de ese viejo habían muerto, se sintió bien, el perfume de lavanda mesclado con algo de talco le toco la nariz, Margarita tenía un don con los cariños, cuando se soltaron habló: 

Margarita: Me alegra mucho conocerte, mi nieta nos ha hablado mucho de ti, soy Margarita linda

Alysa: también me ha hablado mucho de ustedes -finalizo con una sonrisa-

Margarita se dio vuelta, camino hasta las escaleras y hablo a quien Alysa suponía que era su esposo, a los segundos bajo un hombre alto y fornido, cabello completamente blanco, vestía un overol azul, una camisa blanca y llevaba gafas, sus 1.69 se quedaban cortos a los al menos 1.78 del señor, quien al bajar se paro en frente de la alfa y esta hecha un manojo de ansiedad le extendió la mano como lo había hecho con la señora y dijo:

Alysa: Un gusto señor 

saludo con un pequeño tartamudeo que la traiciono por completo y mentalmente se dio una bofetada, aun manteniendo su sonrisa nerviosa lo escucho hablar

...: ¿eres tu de quien mi bebé ha hablado tanto estos últimos meses?

Alysa: Supongo que ¿si?

El señor rio entre dientes e igualmente la recibió con un abrazo y en el dijo

...: Espero y cuides muy bien de mi niña

Alysa: Lo hare señor lo prometo

...: Soy Valentino por cierto, mucho gusto hija -se presento soltando a la pelinegra-

Margarita: ¿Se te apetece algo de comer? he preparado un pastel de frutas

La alfa tenía el estomago lleno por la cena con Aria pero no se opuso a la dulzura de tal ofrecimiento y termino diciendo que si, las mujeres se dirigieron a la cocina mientras Valentino la acompaño a la sala y se sentaron el uno frente al otro

Valentino: y dime... ¿Cómo van las cosas con mi nieta?

Alysa: De maravilla, estamos avanzando bien -confeso sonriendo-

Valentino: Me alegra mucho ver que ella esta tan feliz, no la veía así desde hace un tiempo, desde que dejo la universidad

Alysa: Me ha contado como fue ese proceso y no es que yo me considere la razón pero también me alegra saber que se esta sintiendo mejor

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora