Final

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Tal como se prometieron meses atrás, hoy por fin estaban listas para dar el "si" definitivo, hoy, finalmente iban a formar una familia ante la presencia de quienes los acompañaron desde el inicio, quienes fueron testigos del creciente amor que se tenían, personas especiales que tenían un lugar igual de especial en sus vidas. Todo estaba listo, la comida, el salón, la iglesia pero a nuestras protagonistas aun les faltaban unos pequeños detalles

No podía creer que este día finalmente había llegado, el día en el que vestía elegante a su familia y sobre todo el día de consolidar su unión con la alfa, se veía al espejo mientras Leslie acomodaba su tiara. Llevaba un voluptuoso vestido blanco, con mangas semi transparentes de farol que estaba cubierto de hermosas flores al igual que la copa y conforme ibas bajando desaparecían. Siempre imagino el día de su boda pero todas aquellas fantasías se quedaban cortas ante la verdadera experiencia del matrimonio, se veía como la más hermosa princesa de los mejores cuentos jamás creados, de repente sintió como los ojos se le humedecían ante tales conmovedoras emociones que la embargaban 

Amaro: No linda no llores, es un día especial -dijo con dulzura el alfa-

Aria: Lo se, solo es...indescriptible lo que esta pasando

Valentino: Lo se cariño, en el día de mi boda vi al ser más bello sobre la tierra

Dijo mirando amorosamente a su esposa quien le dio un suave beso

Margarita: Todo estará bien

Respiro varias veces buscando calmarse y a los segundos se contemplo nuevamente frente al gran espejo, esperaba encantarle a la alfa

Mario: ¡Es hora de irnos!

Llamo obteniendo la atención de todos en el cuarto

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Había estado parada aquí desde hace unos minutos que se le hicieron eternos, jugueteaba con sus mangas y corbata en un intento de calmar los nervios, miro a su hermano quien le levanto el pulgar, miro hacia sus amigos, Carlo le dio ánimos y Sara la saludo, todo estaba listo, el sacerdote por fin había llegado y los invitados también. Estaba perdida en sus pensamientos pero un roce en su mejilla derecha le llamo la atención, una mariposa blanca revoloteo a su alrededor y supo de que se trataba...su madre, había soñado con ella y una mariposa del mismo color la noche anterior, sabia que era ella, una de las personas más importantes estaban en un de sus momentos igual de importantes en su vida, sintió un par de lagrimas asomarse pero las limpio con una sonrisa, no quería arruinar su maquillaje. De un momento la música de piano comenzó a sonar y el corazón se le acelero, miro hacia la entrada y en cuestión de segundos vio a alguien asomarse tomada de la mano por una persona. La vista la dejo mareada, era Aria, con un hermoso vestido en un pulcro blanco con unos destellos de brillos, la vio tan sonriente, Dioses como amaba esa sonrisa, era el ser más maravilloso que había tenido la fortuna de ver y aun más de conocer, la omega miro hacia los lados viendo a los invitados hasta que sus miradas se encontraron; dicen que solo una vez te imprimas en tu alma gemela pero Alysa estaba segura de que volvería a enamorarse mil y una veces de la misma persona, con solo verla en la mañana o sentirla en la noche, sintió el nudo en su estomago desatarse, la atmosfera ligera y el alma siendo alimentada, era tan fácil vivir a la persona correcta. Poco a poco la castaña se fue acercando, siendo llevada por su padre <como consideraba> Valentino quien la miraba con ternura y nostalgia, al llegar al altar los dulces aroma naturales chocaron creando una ráfaga de azúcar, ambos corazones saltaron gustosos pues se encontraron para oficiar su relación 

Valentino: Te la entrego, cuídala y amala tanto, hija mía -dijo con cariño-

Alysa: Lo hare hasta que deje de respirar y aun así continuare velándola -aseguro-

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora