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Era el día siguiente después de la fatal noticia y el detective Mirano a quien conoció por un interrogatorio la llamo para tomar una declaración con tal de mantener a esos infelices tras las rejas, no le agradaba la idea de tener que rememorar ese funesto acontecimiento pero aun así accedió por ser algo meramente necesario. Se encontraba llorando con el fiscal ofreciéndole pañuelos 

...: Es todo señorita Sideris puede retirarse

Y sin pensarlo salió de esa habitación gris que solo la sofocaba, camino hasta la recepción y se sentó esperando a sus abuelos, minutos después el hombre robusto se sentó a su lado

Mirano: ¿Puedo sugerirte algo?

Sin ganas asintió solo quería ir a descansar, el detective le entrego una pequeña tarjeta Psicólogo leyó

Mirano: Esta cerca del hospital de Alysa, va a ayudarte mucho

Aria: Esta bien, gracias

No, claro que nada estaba bien, su mundo se desmoronaba con cada paso, no tenia aliento de nada así que simplemente accedió y pensó que la ayuda psicológica sería buena para sus viejitos. Así mismo también le habían contado que su secuestrador había muerto camino al hospital, producto del desangre y los trozos que le faltaban, Aria se preocupo por Alysa pero dijeron que no presentarían ningún cargo en su contra, eso la tranquilizo, a la media hora la pareja ya había salido e iban de camino al hotel pero la omega dijo que tenía que visitar a la alfa así que tomo el autobús que más se acercaba al hospital, era aun medio día y un poco calurosa caminaba por las calles, a unos metros del hospital había una persona vendiendo flores y pensó que sería buena idea llevarle un ramo a su novia. Por suerte el hospital estaba climatizado y a penas llego se sintió fresca, subió por el ascensor y camino por los pasillos hasta que llego a la habitación 36B, toco un par de veces y una suave voz le dio permiso de entrar, eso la hizo sonreír, al entrar miro a una Alysa feliz

Aria: Buen día

Alysa: Buen día

Respondió alegre y su sonrisa engrandeció al ver el hermoso ramo de margaritas que la omega traía en brazos, quiso pensar que eran para ella

Aria: ¿Cómo te sientes?

Alysa: Bastante bien ahora que estas aquí

A la omega se le coloro el rostro sin duda seguía siendo la misma Alysa, la que sabía como ponerla nerviosa

Aria: Para ti, un poco de vida no vendría mal en esta habitación

Dijo entregándole el ramo que tenía además nubes y dientes de león

Alysa: Muchas gracias Aria -dijo tímida- nunca nadie me había dado flores 

Si supieras cuantas te he regalado pensó la castaña

Aria: Me alegra ser la primera entonces

Intercambiaron miradas que delataban el profundo amor que sentía la una por la otra y sonrisas afectuosas se plantaron sus caras creo que el vinculo no interfiere con la memoria, la omega lentamente camino hacia la alfa y se sentó a su lado

Alysa: ¿Cómo va el barrel racing?

Aria: Estoy tomándome un tiempo para sanar 

Confeso mirando como si no estuviera allí sino en otro planeta, la alfa no sabia porqué la omega cargaba una energía tan triste ¿tanto le había afectado el accidente a caballo? pensó que para ella era todo su universo y trato de ocultarlo o tal vez no pero Alysa podía sentir el aura de tristeza que la rodeaba y peor aun no sabía como ayudarla pues no conocía su vida

Alysa: Veras que volverás a montar y serás la mejor

Aria: ¿Me has visto practicar?

Un dejavu la azoto haciéndola recordar la noche en que se conocieron, en serio quería regresar el tiempo y conocer nuevamente a Alysa teniendo por diferencia el día en el que se encontró con ese mal nacido, si le dieran la oportunidad haría las cosas diferentes y evitaría este sufrimiento, esto era algo que no la dejaba dormir por las noches y que ocupaba sus pensamientos casi todo el día

Alysa: No, pero confió en que eres buena

Eso saco una gran sonrisa de la castaña sin lugar a dudas había extrañado a Alysa, volvió, un poco diferente pero volvió

Aria: Deberías ir a verme practicar

Alysa: Creí que te tomarías un tiempo

Aria: Si solo tu ves estaré bien

Dijo encogiéndose de hombros y viendo como la pelinegra reía ligeramente la miro con admiración pura, su cabello azabache brillante, lacio y corto, la piel pálida con pintas rosadas en los pómulos, cejas perfectas, pestañas rectas al igual que su nariz, apetitosos labios rosas y unos hermosos ojos completamente negros que la hacían ver adorable, amaba a esta mujer, por dentro y por fuera, por quien había sido y por quien era, en el pasado, presente y aun en un futuro la amaría

Alysa: ¿Cómo ha estado tu día?

Aria: Algo estresante pero estoy mejor ahora que estoy contigo

Ahora fue el turno de la alfa de sonrojarse ante el cumplido devuelto, continuaron hablando el resto del día, Alysa le contó que había estado ayudando a su hermano en el rancho y como las cosas ahí parecían estar funcionando, le habló también de como un carnero de nombre beto la había arrojado la semana pasada, Aria le prestaba especial atención a pesar de que sabía de que hablaba pero no se perdería una agradable platica con la pelinegra. Cuando llego su turno le contó sus inicios en los rodeos y algunas de sus aventuras y accidentes, hablaba de Valentino y Margarita <tenía tantas ganas de contarle lo mucho que la extrañaban> y de sus últimos trofeos del año pasado, una a otra se contaban aspectos que en algún momento ambas sabían y Aria por fin le dio sentido a lo que le había dicho su abuelo

El amor todo lo puede, es cuestión de tiempo y de que estés dispuesta a seguir a su lado

Lo comprendió, no era que por una adversidad <sin importar su magnitud> dejaría de amar a Alysa o se iría de su lado, iba a luchar contra esto

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Se sentía en un sueño, su destinada era una persona de gran carisma y voluntad, graciosa y agraciada, sin duda se llevo el premio mayor del planeta, en estos dos días que tuvo el placer de conocerla se dio cuenta de muchas cosas: su sentido intrépido, gran corazón y que era bastante interesante por no decir menos





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Holaaaa quería saber ¿Cómo les hace sentir la situación de Alysa y Aria?      me gustaría leerlos<3 

Si no me hubieran obligado a volverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora