Octava parte

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Nunca pensó que el chico aceptaría su invitación para entrenar juntos, pero ahi estaban, a las 6:00 de la mañana un domingo; a lado del dueño de sus sueños húmedos vestido en leggins y un crop top malditamente ajustado. el pequeño hacia sentadillas mientras el hacia pesas, las curvas del pequeño destacaban y podia ver cada centímetro del pomposo trasero del joven.

El no podia quedarse atrás, se despojo de su camiseta, viendo la mirada hambrienta que le dirigía el muchacho por medio del espejo, Louis termino rápidamente sus series, contoneando sus caderas hasta los tapetes de yoga.

Hacia cada una de las poses con total maestría, su elasticidad y flexibilidad se reflejaba en la seguridad con la que se movía sin descanso alguno, se preguntaba si seria así de flexible en su cama.

-¿Señor Styles?.

-¿Si, amor?.

-¿Podría ayudarme con mis dominadas?.

Sin contestación alguna se dirigió a la barra, tomando la cintura esbelta para ayudarle a subir, cambio la posición de sus manos, colocándolas en el trasero con el que llevaba ya unos cuantos días fantaseando; seguía el movimiento del cuerpo con sus brazos, presionando el cuerpo hacia arriba cuando este batallaba para subir, palmeo el culo regordete un par de veces, ignorando el olor del lubricante y los gemidos que salían entre cada palmada tosca.

Al bajar al muchacho, a este le temblaban las piernas y tenia el rostro colorado y caliente, se sentía abochornado por haber logrado que el hombre lo tocara.

-I-ire a hacer el desayuno, señor.- su mirada estaba gacha, el olor a excitación era fuerte y un pequeño bulto sobresalía de sus leggins 

-Cuando quieras puedo ayudarte, cariño.- y ambo sabían que no se refería a las dominadas, sino al pequeño bulto.

-Dios, ayúdame; por favor.- El niño estaba tan caliente que estaba dispuesto a rogar por el nudo del alfa, sin importar que era su jefe.

el alfa se acerco y le tomo de la cintura toscamente, levantándole por los muslos y besándole el cuello, toqueteo ferozmente el culo gordo de su compañero.

-Me encanta este culo gordo.- el omega gimió.- perfecto para unos cuantos azotes ¿no lo crees, bebe?.

-Si, si, si.

comenzó con la tarea de desnudar al muchacho frente a el, empujo los estúpidos leggins, desgarrándolos en el proceso; un rugido gutural salió disparado de su garganta, un par de bragas de encaje color vino se ajustaban a las caderas del omega.

-Joder, déjame comerte.

-Si, por favor, papi.

dos toques en la puesta resonaron fuertemente y la voz de los gemelos resono.

-¿Papa?.





JAJAJA, ¿Querian el smut de una vez?. nonono

cucina dell'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora