Una vez que Emiliano Elizalde hubo salido y que Leo se asegurara de que realmente ya no se encontraba cerca, centró toda su atención en los dos hombres.
_ Estoy a sus órdenes. - dijo.
_ Podrías empezar explicando porque tú padre dice que nos llevamos a tu esposa.
_ Es una historia larga y complicada. - dijo con cansancio.
_ Sería bueno que nos pusiéramos cómodos _ dijo Santiago sentándose al igual que Bruno. _ tenemos todo el tiempo del mundo.
La charla fue larga, Santiago conocía acerca de los Elizalde, sabía que el padre y el hijo menor eran hombres sin escrúpulos, que manejaban su territorio a base del terror, pero Leo era diferente, también había escuchado de él y ahora lo comprobaba.
_ Ahora vamos al otro punto. - dijo Santiago, una vez que quedaron de acuerdo en que no revelaría a su padre la mentira. _ sé que el helicóptero en el que viajó James está aquí, entiendo que ustedes pudieron haberlo encontrado, pero no me creo, el que no lo hayan visto a él, eché un vistazo por su territorio y está bien vigilado, alguien como él no podía haber escapado de su gente.
_ Cierto. - dijo Leo. _ y lamento lo que sucedió con él. Supongo que saben la fama que tiene mi familia y por desgracia es verdadera. los hombres de mi padre lo encontraron y él dio la orden de que le dieran muerte. - dijo, era mejor decir la verdad, porque cuando lo encontraran y hablaran con él, lo sabrían de todas formas. _ solo quiero que sepas, que no está muerto. - se apresuró a decir ante la mirada amenazante de esos dos hombres. _ pero mi padre no lo sabe. De hecho, él y Olivia van juntos escapando de este lugar.
_ ¿Los dejaste ir solos? - interrogó Santiago.
_ Algunos de mis hombres los vigilan, pero lo harán hasta donde puedan.
Santiago lo miró, no podía esperar menos de él. Se había portado como un hombre y le debía al menos no delatarlo con su padre y aunque estaba furioso por lo que esa gente había hecho, se aguantaría las ganas de darles su merecido, pero ya tendría otra oportunidad, estaba seguro. Habían sido ellos quienes dieron el primer golpe, así que ahora se atendrían a las consecuencias.
_ Es muy grave lo que hicieron. - dijo Santiago una vez que el padre de Leo regreso ante ellos. _ se metieron con quién no debían, yo me marcho sin represalias, solo porque mis hombres me confirmaron que la chica está bien y que no sufrió daño aparente, pero no respondo por lo que su hermano, Simón Mendoza haga. - miró como su rostro volvía a palidecer, lo que le mostraba que sabía quién era. _ y desde ahorita te digo, que lo que él decida yo lo apoyaré, porque es uno de los míos, y cualquier decisión que tome para mí estará bien. Así que te aconsejo que estés preparado, en cuando a mi hombre lo seguiré buscando, y lo mínimo que espero de ti es que si tu gente lo encuentra lo traten bien y me lo comuniques de inmediato. Dejaré lo que esté haciendo y vendré de inmediato y pobre de aquel que intente lastimarlo. - observó cómo se le volvía a ir el color a ese arrogante hombre.
No perdió más tiempo se despidió y continuó su búsqueda. Aunque ya tenía pistas, sabía que James y Olivia no estaban fuera de peligro.
*****
_ ¿Te aseguraste de hacer desaparecer a ese hombre y cualquier rastro que lo vincule con nosotros? - interrogó Emiliano Elizalde a su hijo con nerviosismo._ Sabes cuánto odio esto. - dijo Leo. _ pero me conoces y sabes que hago las cosas bien, ¿acaso alguna vez he dejado rastros?
Leo miró la expresión de alivio de su padre. Si bien Emiliano era un hombre cruel y perverso, que se ensañaba con la gente que no lo servía o con sus enemigos, él no aprobaba sus acciones, sin embargo, Emiliano se empeñaba en inmiscuirlo en sus asuntos y en hacerlo participe de ellos.
¿En cuántas ocasiones no había fingido matar a alguien como lo había hecho con James? Ya no lo recordaba, lo cierto es que sus manos si estaban manchadas de sangre, siempre obligado por su padre, o en defensa propia, pero agradecía que hasta ahora solo tuviera en su conciencia a hombres perversos, con el alma negra como la de su progenitor, y ningún inocente, todo se lo debía a su gente hombres que por una u otra causa estaban ahí, pero que como a él les molestaba ese ambiente, claro que había quienes estaban por gusto pero por alguna razón servían a Leo y lo preferían a él como jefe, que a su padre o a su hermano, y lo cubrían ante ellos cuando iba en contra de lo que su padre quería.
_ ¿Me aseguras que puedo estar tranquilo respecto a esto? - insistió. _ Santiago Morán no es cualquier persona y no quiero verme involucrado con él.
_ Entonces aceptas que me debes una. - aprovechó.
_ No lo puedo negar. - dijo. _me equivoqué contigo, por un momento pensé que me estabas engañando. _ pídeme lo que quieras.
_ Tú sabes lo que quiero. - se la jugó.
_ ¡No cumpliste con el trato! - casi gritó. _ que yo sepa no hay ningún nieto de por medio.
_ Es injusto y tú lo sabes. - lo enfrentó. _ yo cumplí, hice todo lo que me pediste, lo que sucedió, el que ella fuera rescatada, ya no es mi culpa, yo cumplí hasta donde pude, así que, exijo que tú cumplas.
_ Reconozco que manejaste bien la situación, cumpliré mi promesa, pero mis condiciones siguen siendo las mismas. No quieras pasarte de listo.
_ Como si pudiera. - dijo Leo enojado, marchándose del lugar. Cuando menos tenía una preocupación menos.
Santiago Morán había amenazado a su padre y sabía que si se lo proponía podía destruirlos con facilidad, por lo pronto ya le habían entregado el helicóptero y el sin que su padre o su hermano se dieran cuenta le había hecho entrega de las cosas que le habían recogido a James, su equipo de cómputo, su radio y su celular.
_ Tu padre debería darte las gracias. - le había dicho Santiago Morán antes de marcharse. _ Por ti y solo por ti es que no les doy su merecido, pero no sé confíen, no me agrada la forma en la que tú padre está llevando las cosas y si se vuelve a meter conmigo o con alguien de mi gente no me detendré, tenlo por seguro.
_ Lamentablemente yo no puedo responder por lo que él y mi hermano hagan, aunque sé que pagaré las consecuencias junto con ellos.
_ No tiene por qué ser así. - le había dicho Santiago. Sé que es tu familia y que tienes mucho que perder y no hablo de lo material, pero cuando tengas claro lo que verdaderamente quieres, puedes contar conmigo. Apréndete este número y llámame si me necesitas. - le había dicho el número. - cuando lo marques agrega esta clave, porque sin ella no contestaré, y jamás se la des a nadie.
Él había asentido, luego los había visto marcharse, esperaba de corazón que encontraran rápido a James y a Olivia.
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AMOR ENTRE BALAS Y COMPUTADORAS No.1️⃣2️⃣//SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceÉl fue el hijo más deseado del mundo, pero también el más odiado, su padre, un importante diplomático de Estados Unidos, que viajó por varios países del mundo, amaba a su esposa y esperaba con alegría el nacimiento de su primogénito. Después de vari...