AMOR ENTRE BALAS Y COMPUTADORAS No.1️⃣2️⃣//SERIE: HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 22 SOLOS

Olivia sentía el cuerpo agarrotado, estaba titiritando de frío, en su afán de no dejarse ver por gente que ocasionalmente se encontraban en medio del bosque, sin querer había resbalado y caído en una especie de pantano, o laguna, no están segura, estaba oscureciendo y no la había visto hasta que fue demasiado tarde, y por supuesto James no la había dejado, sin pensarlo se había lanzado al rescate.

Ahora ambos estaban casi congelados con el aire helado de la noche, Oscar los había ayudado a salir desde la orilla y ahora se había marchado dejándolos solos.

_ Toma. - se había quitado su chaqueta y la había colocado sobre los hombros de ella. _ será mejor que me esperen, mientras yo busco un lugar apropiado para hacer un refugio. Ambos habían visto como con rapidez encendía una pequeña fogata y se marchaba.

_ No podemos hacer una más grande para no llamar la atención de alguien. - había dicho. - pero esta les ayudará en lo que vuelvo.

Media hora más tarde estaba de regreso.

_ A quince minutos de aquí. - dijo. _ encontré una cabaña. _ está abandonada, así que nos podría servir de refugio por esta noche. ¿creen poder llegar hasta allá?

_ Claro que podemos. - contesto Olivia animada.

James no pudo más que sentirse orgulloso de ella, en lugar de ponerse a llorar o a lamentarse, simplemente ponía manos a la obra, con optimismo.

Después de apagar la fogata se pusieron en marcha.

Minutos después estaban ante una pequeña cabaña, estaba en ruinas, pero era mejor que nada y sobre todo los cubriría de la intemperie.

_ Por lo que veo estos son lugares por dónde hace bastante tiempo no se para nadie. - dijo Oscar. _ lamento decirles que con el afán de no encontrarnos con nadie nos alejamos demasiado de los lugares conocidos y estamos perdidos. Ustedes tienen que quitarse la ropa mojada y entrar en calor, por lo que los dejaré aquí e intentaré buscar una salida, luego regresaré por ustedes o enviaré ayuda. ¿están de acuerdo? - interrogó.

_ ¿Acaso tenemos otra opción? - lo miró James.

_ En realidad no.- contestó Oscar. _ como yo veo las cosas, no tiene caso que vayamos los tres arriesgándonos, si tuviera mi equipo de comunicación, pediría apoyo, pero me lo quitaron y no lo pude recuperar, no tengo idea de que hicieron con él, así que nuestra única opción es avanzar hasta encontrar gente amiga que nos pueda echar la mano.

_ Está por demás decir que yo voy contigo. - dijo James, porque, aunque pudiera no lo haría. No puedo dejarla sola. - señaló a Olivia que a pesar de ya encontrarse en el interior de la cabaña y con la chaqueta de Óscar encima seguía temblando de frío.

_ Es lo mejor. Hacerlo de esta manera. - dijo. _ incluso podré avanzar con mayor rapidez y sobre todo perderme de quién pudiera verme por el camino.

_ Cuídate mucho. - se acercó Olivia rodeándolo con sus brazos y dándole un beso en la mejilla. _ y gracias... - susurro.

James maldijo por lo bajo, ¿que nadie le dijo a esa chica que no podía ir por la vida besando y abrazando a cuánto hombre se le pusiera enfrente? Quería gritarle que solo con él podía hacerlo, pero se contuvo. Entendía que ese era su carácter, sin embargo, eso no quitaba que se le removieran las entrañas de celos al verla tan cariñosa con otro, igual que cuando estaba cerca de Leo y su actitud confianzuda con él.

*****
Olivia no pudo contener las lágrimas que asomaron a sus hermosos ojos, por primera vez desde que empezara su odisea, se permitía bajar la guardia y por primera vez podía descansar, se sentía tan bien rodeada por esos fuertes brazos, si alguna vez alguien le hubiese dicho que estaría casi totalmente desnuda, en los brazos de su amor platónico, también casi desnudo se hubiera reído, sin embargo, en esos momentos esa era su realidad. Ambos se habían despojado de sus ropas mojadas para ponerlas a secar, y aunque la chimenea que se hallaba dentro de la cabaña también se estaba cayendo en pedazos, al igual que el lugar mismo, aún había cumplido su función y había soportado que encendieran fuego en ella.